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Red Internacional
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Editorial Jujuy. Halcones, palomas y Morales como mejor amigo de Alberto

La semana dejó mucho ruido en la oposición de derecha de Juntos. Morales, autoritario en Jujuy, se muestra como dialoguista a nivel nacional e interlocutor del presidente, buscando un perfil para instalar su imagen de cara al 2023. La sociedad con el peronismo traspasa las fronteras provinciales. La necesidad de poner en pie una gran fuerza política independiente de la clase trabajadora para enfrentar el ajuste del FMI, sobre el que no hay grieta en los partidos tradicionales.

Lunes 10 de enero de 2022 21:37

Por arriba…

La semana que pasó mostró otro capítulo de las internas que (con los ojos puestos en 2023) se vienen desarrollando en la oposición de derecha de Juntos. Esta vez, la nota la dio el gobernador de Jujuy Gerardo Morales quien en el marco de las negociaciones con el FMI y la devaluada exposición del ministro Guzmán frente a los gobernadores, señaló que “la deuda la contrajimos nosotros, lo menos que podemos hacer es ir a escuchar”.

Y sí, enseguida se picó. Los primeros en salir a responderle fueron los “halcones” Iglesias y Wolf. Uno lo trató de ignorante y lo mandó a estudiar, el otro le indicó que el diálogo no podía ser funcional al oficialismo. Unos días después el cruce fue con Patricia Bullrich en la mesa nacional de Juntos. El gobernador lanzó “mandas gente a que me puteen por Twitter” y su ex compañera de la Alianza le respondió que “defendían a su gobierno” y que “si te titularon mal salí a aclararlo”, frente al trillado “me sacaron de contexto”

Por el contrario, desde referentes y medios oficialistas, celebraron y felicitaron las palabras de Morales, olvidando (desde hace mucho tiempo) las políticas persecutorias, represivas, de ajuste y ataques al pueblo trabajador del “emperador”. Justo la misma semana en la que los abogados de Milagro Sala volvieron a denunciar hostigamientos de la policía provincial de Jujuy.

Así, Morales logró que en los principales medios del país de todo tipo y color se hable de él, de sus dichos y su posición “dialoguista”. Un resultado, según algunos editorialistas, es haberle arrebatado a Rodríguez Larreta la ubicación de interlocutor del oficialismo que perdió ya hace mucho tiempo. Otros, contaron que lo bautizaron de “palomón”, más grande que una paloma, en el medio del enfrentamiento de halcones y palomas de Juntos. Otros, como Ernesto Tenembaum lo reivindicaron en exceso.

El gobernador busca aparecer en la escena nacional como el ala más dialoguista de Juntos, con un relato de cierre de grieta y oposición responsable (“no hay que empujar al default”), subiendo el precio de la cotización de la UCR en la interna y exportando el modelo de sociedad bipartidista de Jujuy pero a la inversa. Queriendo explotar, de paso, el ¿no lugar? de Rodríguez Larreta frente a la embestida de los halcones del tándem Macri-Bullrich.

Desde el Frente de Todos le retribuyeron el gesto con gusto, empezando por el propio Alberto Fernández que reivindicó la actitud del gobernador en los medios. Cinco fueron las comunicaciones con el presidente para acordar el envío de emisarios a la reunión de la semana que pasó (por Jujuy fue el vice-gobernador peronista Carlos Haquim) y para negociar y arreglar la futura reunión del ministro Guzmán con referentes de la oposición de derecha. En ese marco, no es casual que los fondos nacionales para la provincia excedan con creces lo destinado a provincias como Tucumán o Salta gobernadas por el peronismo. El mejor amigo de Alberto es Dylan, y también Morales. La sociedad no es solo jujeña.

Por el lado del oficialismo nacional, también inmersos en internas varias, los dichos de Morales sirvieron para seguir jugando a la grieta y reforzar el “ah, pero Macri”, pero también mostrar apoyo opositor a las negociaciones (complicadas) con el FMI. Según el economista Emmanuel Álvarez Agis no se necesita un solo acuerdo sino tres: primero en el FdT, luego con Juntos y recién después con el FMI. Claro está que lo que reconoció el gobernador es un hecho y no una opinión, nadie en su sano juicio puede negar que la deuda con el FMI la contrajo el ingeniero.

¿Qué hay de fondo? Detrás de los flashes, los trolls y la interna para el 2023, de fondo está el ajuste actual y venidero por acordar con el FMI y pagar la estafa macrista. En eso, halcones, palomas, palomones, peronistas, radicales, macristas, libertontos están todos de acuerdo: que la deuda la pague el pueblo trabajador. Por más que Alberto y Guzmán digan que hay que desterrar la palabra ajuste, éste vive en la realidad de millones de jubiladas, jubilados, trabajadores y jóvenes.

También se expresa un régimen de partidos, mejor dicho de coaliciones inestables, con demasiadas internas, contradicciones y debilidades para afrontar un ajuste de envergadura a pedido del FMI. Un condimento más, por vía de la política, a la crisis del país.

Por abajo…

El pueblo trabajador no se puede dar el lujo de pensar en el 2023, sino en el día a día de una realidad cada vez más complicada, con una inflación que supera el 50% que llegó para quedarse, sueldos y jubilaciones que quedan muy lejos del fin de mes, precarización creciente, a lo que se suma la tercera ola de contagios de Covid y la presión patronal por imponer menos días de aislamientos y recuperación en pos de no perder ni un minuto de producción y ganancias, frente al creciente ausentismo por contagios y aislamientos. La economía capitalista contra a la salud de la clase trabajadora. Sindicatos y gobiernos miran para otro lado, mientras crecen las denuncias desde los lugares de trabajo. Se necesitan asambleas para elegir comisiones de seguridad e higiene independientes del gobierno y empresas. De conjunto, una realidad cada vez más ajena a las internas de los de arriba.

Sólo el Frente de Izquierda plantea una salida a la crisis a favor de las mayorías populares. Empezando por el desconocimiento soberano de una deuda odiosa, ilegal e ilegítima que el pueblo no contrajo y de la que el pueblo no vio ni un peso invertido en escuelas, hospitales, viviendas, etc. El pasado 11 de diciembre se mostró que fuerzas hay para dar esta pelea en una jornada de lucha que se extendió en todo el país con miles en las calles junto a decenas de organizaciones para decirle No al FMI. Un primer paso en unir fuerzas para pelear en los sindicatos por imponer un plan de lucha nacional contra el acuerdo con el FMI y el ajuste que trae como consecuencia.

Fuerza que también se expresó en el pueblo trabajador de Chubut que con movilizaciones masivas y paros en el puerto (mostrando la fuerza de la clase trabajadora) hizo retroceder al gobernador Arcioni que tuvo que derogar la ley de megaminería. Contra la política oficial de conseguir dólares a como dé lugar para pagar al FMI, refirmado por el ministro del extractivismo Juan Cabandié, desde abajo surge el enfrentamiento a la política de resignación y entrega que viene de arriba. Lo mismo se desarrolla en Mar del Plata por un mar libre de petróleo, enfrentando la decisión del Gobierno nacional de instalar una plataforma petrolera en el Mar Argentino.

Frente al acuerdo estratégico de los de arriba de ajustar al pueblo trabajador para pagar al FMI, se impone la necesidad de poner en pie una gran fuerza política de la clase trabajadora y la juventud, independiente de los patrones y sus partidos. Particularmente en Jujuy, la gran elección del Frente de Izquierda es un punto de apoyo enorme para impulsar la organización de cientos de trabajadores y jóvenes que se organicen en sus lugares de trabajo y estudio, para ganar fuerza en los sindicatos impulsando agrupaciones clasistas que los recuperen de manos de una burocracia militante de la resignación y la pasividad. Para recuperar los centros de estudiantes y unir la lucha de jóvenes y trabajadores.

Frente a la sociedad peronista y radical que ya no sólo se expresa en las fronteras de Jujuy, se desarrolla una experiencia política de miles de votantes tradicionalmente peronistas que empiezan a ver en la izquierda una alternativa frente a la decepción con un gobierno que dijo que venía a recuperar lo perdido en el Gobierno de Macri y ahora no sólo que paga sus estafas con el hambre del pueblo sino que se asocia con uno de sus mejores alumnos, Gerardo Morales.

Desde la izquierda creemos que esa experiencia puede desarrollarse encarando una pelea común por poner en pie un partido propio de los trabajadores luchando en los sindicatos por un plan de lucha frente al ajuste por todos nuestros derechos, y uniendo la pelea de trabajadores ocupados y desocupados junto a la fuerza de la juventud y las mujeres.