Alza de precios en EE.UU. tras el paso de Harvey tendrá su eco en México. Las inundaciones masivas causadas por la tormenta obligaron a las refinerías a cerrar, lo que da lugar a la especulación. A su vez, daños en refinerías liberan contaminantes peligrosos.
Miércoles 30 de agosto de 2017 16:17
Harvey, primero huracán y luego tormenta tropical, obligó a cerrar más de una decena de refinerías y ha generado un incremento de casi un 9% en la cotización de la gasolina en el mercado de Nueva York desde el cierre del miércoles 23 de agosto.
El aumento implicará, de acuerdo con los cálculos de Banco Base, un alza del precio de la gasolina en México de casi un 1% en los próximos días. Dos de cada tres litros de gasolina que se consumen en México se importan de su vecino. Proviene de Texas el 83%. Gracias a la dependencia de la refinación de petróleo que provocaron los distintos gobiernos.
Entre las refinerías cerradas en Estados Unidos está la de Port Arthur, la mayor del gigante del norte. Procesa 603 mil barriles de petróleo diarios. También cerró Exxon Mobil, ubicada en Houston, que procesa 560 mil barriles diarios.
Royal Dutch Shell, Anadarko Petroleum y Exxon Mobil han tomado medidas para reducir parte de la producción de petróleo y gas.
Un aumento del costo de los combustibles en México –que según el Banco Base sería menor que el del gasolinazo de inicios de año– puede provocar una mayor alza de la inflación, por la influencia sobre el transporte de mercancías y de personas. ¿Quiénes serán los más afectados? La clase trabajadora y los sectores populares.
Catástrofe ambiental
ExxonMobil reconoció el martes que el huracán Harvey dañó dos de sus refinerías, causando la liberación de contaminantes peligrosos. La empresa ha declarado que uno de los techos que cubre un tanque en la refinería de Baytown colapso y se sumergió en el material almacenado allí causando emisiones de gas inusualmente altas y volátiles. Amy Graham, portavoz de la Agencia de Protección Ambiental, dijo que ExxonMobil había presentado un informe en el Centro Nacional de Respuesta operado por la Guardia Costera de Estados Unidos diciendo que la refinería de Baytown liberaría alrededor de 15 libras de benceno en el aire.
En la refinería petroquímica de la empresa Beaumont, Harvey dañó un oxidante térmico de azufre, una pieza de equipo que captura y quema dióxido de azufre. Como resultado, la planta liberó 1,312.84 libras de dióxido de azufre, muy por encima de las cantidades permitidas por los permisos de la compañía.
La mayoría de las otras instalaciones pertenecientes a grandes empresas también presentaron notificaciones a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas. Chevron Phillips, por ejemplo, dijo que espera que su planta química Cedar Bayou exceda los límites permitidos para varios contaminantes peligrosos, como 1,3-butadieno, benceno y etileno, durante los procedimientos de apagado.