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Red Internacional
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#3D TODAS Y TODOS CON LAS MARCHAS DE LA DIGNIDAD. Hay que generalizar la lucha en las calles contra el gobierno, los recortes y la represión

Después un año de elecciones, maniobras parlamentarias, pactos y acuerdos por “arriba”, se ha formado un nuevo gobierno conservador, gracias a la gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos. Un gobierno que ya prepara nuevos ataques contra el pueblo trabajador: recortes, ajustes y más represión.

Martes 29 de noviembre de 2016

La UE aprieta con nuevos recortes y “reformas” reaccionarias, como el ataque a las pensiones y nuevas reformas laborales. Quieren que sigan ganando los de siempre: los grandes bancos, los empresarios y los políticos corruptos del régimen del 78.

Como sostiene el manifiesto de convocatoria de las Marchas de la Dignidad: “No vamos admitir ni un recorte social más en lo público, ni que peligren las pensiones, ni que sigan degradando las relaciones laborales. Muy al contrario, queremos organizar la fuerza necesaria para recuperar lo que nos han robado y precarizado.”

Este 3 de diciembre con las Marchas de la Dignidad salimos de nuevo a las calles, para luchar contra la represión, las leyes “mordazas” y “antiterrorista”, que están al servicio de encarcelar y perseguir a los que luchan para recortar derechos y libertades. Para pedir por la libertad de todos los presos políticos, por la libertad de Alfon, de Bódalo y la absolución de todas y todos los activistas detenidos en manifestaciones.

CCOO y UGT han anunciado movilizaciones para el mes de diciembre, pero esto es completamente insuficiente. No alcanza con una movilización simbólica. Convocan manifestaciones para no convocar a una huelga general. Hay que retomar un plan de lucha generalizado, hacia la huelga general, con asambleas democráticas que unan a todos los trabajadores y trabajadoras, sean fijos o contratados, nativos o inmigrantes.

¿Las instituciones o la calle? ¡Retomar la movilización y la huelga general!

Desde que Unidos Podemos llegó al Parlamento se ha abierto un debate entre los activistas y luchadores: ¿la calle o las instituciones? Pablo Iglesias y Alberto Garzón han pegado un “giro” después de las elecciones del 26J, a las que fueron con un programa y un discurso moderados al extremo. Ahora dicen que han quedado ubicados en la oposición, frente a un nuevo gobierno conservador facilitado por el PSOE, sostienen que la clave pasa por la movilización para apoyar su rol en las instituciones.

Sin embargo, en los lugares donde ya han llegado al gobierno, como en los ‘Ayuntamientos del cambio’, no hacen lo que dicen: sus acciones están lejos de desarrollar la movilización para conquistar las demandas sociales más sentidas.

En Madrid tenemos demasiados ejemplos claros de que el ayuntamiento de Manuela Carmena y Ahora Madrid, integrado por Podemos e Izquierda Unida, no sólo no intentó avanzar en resolver las demandas más urgentes de los movimientos sociales y los trabajadores, sino que abandonó prácticamente cada una de ellas. No han resuelto las demandas de la PAH, como sería conseguir alternativas habitacionales ni han terminado con los desahucios. La famosa “auditoría de la deuda” está empantanada, mientras la política urbanística sigue favoreciendo a las grandes constructoras. No han avanzado en un plan de remunicipalización de los servicios públicos, como reclaman trabajadores y vecinos, y en cambio han renovado contratos con empresas privadas. No han intentado avanzar con una política de la memoria histórica que termine con la impunidad del franquismo, y en cambio han concedido posiciones ante el PSOE y sectores moderados. Están persiguiendo a los centros sociales ocupados y amenazando con desalojar a los que no aceptan subordinarse a las normas dictadas desde el Ayuntamiento. No ha resuelto la situación de inmigrantes y trabajadores que se dedican a la venta ambulante, “manteros”, constantemente hostigados por la policía municipal, y amenazados de ser enviados a CIEs o deportados.

La experiencia del gobierno de Ahora Madrid demuestra que no podemos depositar expectativas en que nuestras reivindicaciones y necesidades más urgentes se resuelvan “desde arriba”, por medio de las nuevas fuerzas políticas en el parlamento o en los gobiernos de los ayuntamientos. Como ya vimos trágicamente en Grecia con Syriza, esta ilusión sólo puede llevar a nuevas frustraciones.

Por eso decimos:

Ni recortes sociales, ni reformas laborales. No al pago de la deuda. Renacionalización de las eléctricas bajo control de trabajadores y usuarios. Nacionalización de todo el sistema financiero bajo control obrero. Impuestos progresivos sobre las principales fortunas.

Que ningún cargo público cobre más que el salario medio de un trabajador cualificado. Por la abolición de todas las dietas, pensiones y privilegios. Por la revocabilidad de todos los cargos electos, la desaparición del Senado y la formación de una sola Cámara legislativa y ejecutiva. Abajo la “casta judicial”, juicios por jurados populares.

Por salarios que partan de un SMI de 1200 euros y el fin de todas las formas de precariedad impuestas por el PSOE y el PP con sus reformas laborales. Por el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial y la expropiación bajo control obrero de todas las empresas que cierren o despidan. Por la equiparación completa de los derechos laborales y sociales entre hombres y mujeres.

Remunicipalización de todos los servicios públicos, bajo control de comités de trabajadores y vecinos. Ni un desahucio más, expropiación de viviendas vacías en manos de los bancos y especuladores, para brindar alternativas habitacionales a familias sin techo.

Basta de represión. Abajo las leyes “mordaza”. Legalización de todos los inmigrantes sin papeles, basta de deportaciones, cierre de los CIEs. Legalización de todos los inmigrantes, basta de persecución a los “manteros”, basta de desalojos a los centros sociales ocupados, reconocimiento inmediato de los espacios gestionados por los vecinos para fines sociales y culturales.

Por la unidad obrero-estudiantil y una huelga general organizada desde abajo y democráticamente, para conquistar todas y cada una de nuestras reivindicaciones.

Por la ruptura con el Régimen del ‘78. Por la defensa del derecho de autodeterminación de las naciones oprimidas por el Estado español. No a la Monarquía y al resto de instituciones del régimen heredero de Franco. Por un gobierno de los trabajadores y sectores populares.

No Hay Tiempo Que Perder - Madrid