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Red Internacional
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DÍA MUNDIAL DE LA HEPATITIS. Hepatitis: 2 de cada 100 argentinos infectados con hepatitis C y la mayoría lo desconoce

Las hepatitis virales afectan a cientos de miles de personas en nuestro país, aunque la mayoría de los pacientes lo desconocen. Además de la vacunación para hepatitis A y B existen avances en tratamientos, pero los altos precios y la falta de insumos dificultan el acceso.

Alfredo González

Alfredo González @Alf_Gonzalez_

Jueves 28 de julio de 2016 00:00

Las hepatitis virales son un problema frecuente de salud a nivel mundial. Los datos internacionales hablan de que alrededor de un 3% de la población mundial tuvo contacto alguna de estas patologías. La existencia de vacunas efectivas para los tipos A y B permitió que las infecciones por estos patógenos se hicieran mucho más infrecuentes. En el caso de la hepatitis C, una enfermedad que puede no presentar síntomas hasta que afecta gravemente la función del hígado, no existen vacunas pero sí tratamientos efectivos, que permiten curar entre el 95 y el 99% de las infecciones con esta enfermedad. Pero los precios muy elevados de la medicación y las dificultades para conseguirlos hacen que sea casi imposible para muchos de los pacientes.

El 28 de julio se conmemora el día mundial de lucha contra la hepatitis, establecido con el objetivo de dar visibilidad a un grupo de enfermedades que afectan, a nivel mundial, a alrededor de 200 millones de personas y causa cerca de medio millón de muertes al año. En nuestro país, los tipos más frecuentes del virus son A, B y C.

La hepatitis A es una enfermedad aguda, que se desarrolla en cuestión de semanas y se cura espontáneamente, aunque puede tener complicaciones muy graves si no tiene seguimiento médico. La hepatitis B es una enfermedad crónica, que puede dar síntomas, pero que la mayor parte del tiempo no da indicios de su presencia aunque a lo largo del tiempo va afectando la función del hígado, pudiendo causar cáncer de hígado e incluso la muerte. Existen vacunas efectivas, incorporadas al calendario de vacunación, para los tipos A y B.

En el caso de la hepatitis C no existe vacuna. Se trata de una enfermedad de transmisión por vía sanguínea o sexual, que no da síntomas. Cerca de la mitad de los casos se curan de forma espontánea, mientras que en el resto de los casos se transformará en una infección crónica. Afecta de forma silenciosa al hígado, provocando una destrucción progresiva del órgano, que con el paso del tiempo puede causar cáncer y llevar a la muerte.

El diagnóstico es relativamente sencillo, a través de exámenes de laboratorio que cualquier médico puede solicitar. A pesar de su simpleza, se calcula que más de la mitad de las personas afectadas en nuestro país no tiene diagnóstico, porque nunca se realizó las pruebas.

Tratamientos efectivos, pero caros

En los últimos años existieron enormes avances en el tratamiento de la hepatitis C. Mientras las primeras terapias con interferón y ribavirina permitían curar a cerca del 60% de los pacientes, la aparición de fármacos como el sofosbuvir y ledipasvir permitieron llevar esta tasa hasta más del 95%.

Pero no todas son buenas noticias. Los fármacos de última generación tienen precios que superan los 10 mil dólares por cada tratamiento, aunque pueden llegar a decenas de miles de dólares. Pero no se trata de un problema de altos costos de producción, sino una muestra del accionar del as empresas que lucran con la salud. Según un estudio de la Universidad de Liverpool, el precio total de un tratamiento con sofosbuvir debería ser de 136 dólares.

Los exorbitantes precios que los laboratorios imponen a estos tratamientos hacen que la indicación de los fármacos efectivos sea muy difícil. Las obras sociales y prepagas, fuertemente interesadas en gastar lo menos posible en la atención de sus afiliados, se encuentran obligadas a brindar cobertura plena a los tratamientos. Pero eso no les impide poner múltiples trabas burocráticas a la entrega del producto, desde la realización de un fibroscan (un método diagnóstico hepático disponible sólo en algunos lugares del país) hasta las consultas a múltiples especialistas. Y muchas limitaciones se trasladan al sector público, sobre todo para pacientes que consultan lejos de las grandes ciudades.

Para el día de hoy se realizarán testeos y asesoramientos gratuitos en muchas ciudades del país, como parte del Día de Lucha Contra la Hepatitis, además de la campaña global #nomashepatitisviral. Pero, reconociendo la importancia del acceso a la información y al diagnóstico, es indispensable también cuestionar la existencia de un sistema internacional de patentes de medicación y un mercado de la salud, que lucra a costa de transformar a tratamientos indispensables en mercancías regidas por la ganancia, mientras millones de personas se ven privadas de tratamientos que podrían salvar sus vidas.


Alfredo González

Rosarino, médico y militante del PTS, escribe habitualmente sobre Salud en La Izquierda Diario.

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