El día de ayer se formalizó la creación del Centro de Investigación Para el Abuso y la Adversidad Temprana (CREA) cuyo objetivo sería abordar la reparación de las víctimas y tomar medidas de prevención para este tipo de casos. El Papa Francisco agradeció la creación del centro, enviando un video de apoyo. ¿Esto solventa años de abusos y encubrimiento por parte de la Iglesia Católica?
Catalina Parra Militante de Pan y Rosas y el Partido de Trabajadores Revolucionarios
Jueves 15 de agosto de 2019
La alianza entre la Fundación Para la Confianza y la Universidad Católica, desembocó en la creación del Centro de Investigación Para el Abuso y la Adversidad Temprana (CREA). La formalización de este, fue valorada por el Papa Francisco, quien envió un mensaje de agradecimiento mediante un video, hablando de “cuidar el corazón” de los niños.
Sin embargo, esta misma iglesia que hoy busca refrescarse de su largo historial de abusos y encubrimiento, actualmente tiene 139 investigaciones en curso contra 190 sacerdotes y diáconos de la Iglesia Católica y que implican a 245 víctimas, más de la mitad eran menores al momento en el que se produjeron los hechos.
En esta misma iglesia, hace unos meses, Hermann Geissler, sacerdote el Vaticano, renunció a su alto cargo, luego de que fuese denunciado por abuso sexual por una monja. Este mismo sacerdote, estaba a cargo de la investigación de abusos sexuales al interior de la Iglesia Católica.
Más allá del historial de abusos
Es sabido el récord de la Iglesia Católica en términos de abusos sexuales, sobretodo a menores de edad. Sin embargo no es este, el único problema que esta institución representa.
La Iglesia, que en pleno 2019 mantiene un peso importante en la sociedad, históricamente se ha puesto del lado de la homofobia y el machismo, más aún, en los colegios que administra, es prácticamente imposible que se imparta educación sexual integral, y suele haber persecución a la comunidad LGBTQ+ a quienes llevan los pañuelos verdes por el derecho al aborto legal, o a quienes no se identifican como adherentes a su religión.
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Más de fondo, el problema sigue siendo el mismo: la separación de la Iglesia y el Estado no existe. De hecho, un reportaje de Canal 13 reveló que el Estado gasta Más de $1.200 millones anuales en curas de las FFAA, cuestión indignante y que expresa las prioridades para el Gobierno, de sustentar y financiar una institución profundamente cuestionada, con fondos que podrían perfectamente fortalecer la educación o la salud pública.
Es necesario en este marco, la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, que no se financie a está institución abusadora, encubridora, machista y homófoba con dineros que al final, salen del bolsillo de las y los trabajadores. Que la educación pública sea democrática, gratuita, no sexista y laica. Garantizando la libertad de culto.
