¿Qué es exactamente el Fondo Monetario Internacional? ¿Cuándo y cómo fue creado? Te lo contamos en este video de La Izquierda Diario Historia de la mano de la historiadora Claudia Ferri.
Sábado 11 de mayo de 2019
Como en otros momentos de su historia, Argentina vuelve a endeudarse hasta el cuello con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de que las encuestas afirman que un 75% de la población está en contra de estos acuerdos. ¿Qué es exactamente el FMI?
El FMI es un organismo internacional que le permite a las potencias imperialistas controlar y asegurar el funcionamiento de la economía capitalista en todo el mundo. Fue creada en la conferencia de Bretton Woods en 1944 donde participaron 44 países para reconstruirse económica y financieramente después de la segunda guerra mundial.
De estas reuniones surgió un nuevo sistema monetario mundial centrado en el dólar. Estos países votaron lo que se conoce como " patrón dólar", es decir, que se pusieron de acuerdo para usar un nuevo esquema de tipo de cambio fijo en relación al dólar que además mantendría una paridad fija con el oro. Cómo EEUU poseía el 80% del oro que había en el mundo fue quién, en los hechos, pasó a controlar la política monetaria de todos los países del globo.
Si los demás países querían mantener la paridad de su moneda con el dólar debían ser superavitarios en su balanza comercial exterior, es decir, exportar más de lo que tienen que importar, mientras que EEUU podía ser deficitario, o sea, gastar más de lo que le ingresa. Esto lo podía hacer por que es único emisor de la moneda reconocida como moneda internacional, o sea el dólar.
Para que los países deficitarios pudieran aumentar sus reservas internacionales y a su vez mantener la paridad fija con el dolar, el FMI entregaba préstamos para que no tuvieran que acudir a medidas proteccionistas y evitar una gran crisis como la gran depresión de 1929, ni mucho menos sucedieran estallidos sociales ni revoluciones.
¿Cómo funciona el FMI?
Su sede central está en Washington, EEUU. Actualmente tiene 189 países miembros. Argentina lo es desde 1956 cuando obtuvo el primer crédito de la mano del gobierno militar de Pedro Eugenio Aramburu, comenzando un ciclo de sometimiento directo de la política económica y de los recursos del país a los intereses del capital financiero. Una herencia que ningún gobierno posterior cuestionó.
Cada país miembro tiene que pagar una cuota financiera que el FMI establece según el tamaño de su economía y según ese monto se determinan los votos que tiene cada uno en la toma de decisiones del organismo. Por eso siempre las votaciones las deciden las grandes potencias, especialmente EEUU que es el país miembro con mayor número de votos. Al tener el 17% de capital y de los votos, es el único que tiene poder de veto, ya que para las decisiones claves se necesita el 85% de los votos.
¿Qué dicen los gobiernos y los medios burgueses para justificar los endeudamientos?
Que fomentan la cooperación monetaria internacional, que ayudan a la estabilidad financiera y al crecimiento económico, que ayudan a crear más empleo, que luchan contra la pobreza, entre otras cosas. Pero la primera función del FMI es otra: evitar que las distintas crisis económicas de los distintos países del mundo pongan en riesgo los negocios de las grandes multinacionales imperialistas.
El mundo capitalista de hoy esta dividido en un puñado de naciones imperialistas como EEUU, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, entre otros, y una amplia mayoría de países dependientes o semicoloniales como es el caso de Argentina. En este marco el FMI permite asegurarles a los países imperialistas el saqueo de los recursos y de la riqueza social de los países dependientes a través de mecanismos de deuda que ellos llaman "planes de estabilización" o "rescate", que básicamente funcionan así: prestan dinero, generan deudas imposibles de pagar, entonces el mismo país pide prestamos para refinanciar esas deudas y entonces más deudas, y otra vez nuevos préstamos y así establecer una relación de dependencia eterna.
Ahora si un país le pide ayuda financiera al FMI debe aceptar las condiciones que impone, por eso su intervención no es solamente económica o monetaria, sino que también es política.
A partir de la década del 70, el FMI comenzó a realizar préstamos a países latinoamericanos de manera extendida para que pudieran refinanciar su deuda externa. En la década siguiente, la crisis de la deuda hizo que tomaran préstamos de emergencia a cambio de comprometerse en realizar planes de ajuste. Esto implicaría desmantelamiento de las compañías estatales, apertura al libre comercio y a las empresas extranjeras, privatizaciones y la reducción del gasto público, o sea, del gasto social.
En los 90, el FMI fue el impulsor de los planes neoliberales que terminó en el brutal aumento de la deuda en Latinoamérica. Esto a su vez generó gran crecimiento del desempleo, desigualdad y pobreza. Fue lo que pasó en Argentina bajo el gobierno de La Rúa, quien solicitó un rescate y cuyo final conocemos: crisis del 2001, corralito de los ahorros, default del 2002 y una gran crisis social y económica. Otro ejemplo es el caso de Grecia donde el FMI es el segundo acreedor de su deuda, dejando como consecuencia a un 45% de los jubilados y al 40% de los jóvenes en la pobreza y un 52% de desempleo. Así como estos hay muchísimos casos más.
¿Y ahora qué pasa?
Después de los fracasos en América Latina y de la crisis internacional del 2008, el FMI cambió su discurso público. Además de designar a Christine Lagarde en 2011 como la primera mujer presidenta, ahora tiene mayores recursos para sus préstamos y también renovó su marketing. Comenzó a hablar de proteger a los más pobres, porque dicen que no es el mismo fondo que hace 20 años. Pero en la práctica no modificó ni un milímetro su política económica estratégica.
Sigue ordenando que es necesario otorgar mayor flexibilidad al mercado de trabajo, es decir, avanzar en reformas laborales concretas y atacando a los sindicatos.
Queda a la vista que la deuda es un mecanismo de dominación de las potencias imperialistas, que ya se pagó varias veces en base al esfuerzo y el hambre de las grandes mayorías, y seguimos en las mismas.
Con toda esta información lo que queda claro es que cualquier posibilidad de desarrollo de Argentina a favor de las grandes mayorías obliga a plantearse la única salida realista: la ruptura con el FMI y el Banco Mundial y el fin de los pactos de subordinación al imperialismo.
¿Hay una salida?
Si la hay: el no pago de la deuda pública para que todos esos recursos se pongan en función de las necesidades más urgentes del pueblo trabajador, como puede ser la educación y la salud, esto debe ir acompañado de otras medidas que son fundamentales como la nacionalización de la banca y el monopolio estatal del comercio exterior.