Este jueves tiene lugar una reunión entre el Gobierno, organizaciones y familias. El oficialismo sigue preparando el terreno con mentiras. Ya reprimió tomas más pequeñas. Del otro lado un enorme arco democrático apoya el reclamo de las familias por tierra para vivir.
Jueves 15 de octubre de 2020 10:30
Foto | Joaquín Díaz Reck - Enfoque Rojo
En Guernica se viven horas decisivas. Este jueves empezaba a regir el plazo dispuesto por el Poder Judicial para llevar a cabo el desalojo de las familias pobres que luchan por tierra y vivienda. Sin embargo, a última hora del miércoles, se anunció la postergación de la medida y se convocó a una reunión que tiene lugar en la mañana de hoy. En la misma participan representantes del Gobierno y de organizaciones que están el reclamo.
La maniobra judicial implica la posibilidad de llevar adelante el desalojo en cualquier momento hasta el próximo 30 de octubre. Genera una incertidumbre enorme, porque deja abierta la posibilidad de que el operativo policial aparezca en cualquier momento de las próximas dos semanas. Pero el plan de hostigamiento va mucho más allá, porque esta semana arrancó con la Bonaerense reprimiendo brutalmente a familias en Rafael Castillo y en La Plata. Hasta utilizaron balas de plomo.
Mientras tanto, Andrés Larroque, el Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, sigue con sus amenazas y su reaccionaria campaña contra las organizaciones presentes en la toma, acusándolas de no querer una resolución pacífica mientras dice que va a mandar las topadoras. “Nos quedan unas horas, mañana empieza a intervenir el juez y ya nosotros seremos auxiliares", dijo en la mañana de este miércoles.
Casi en simultáneo y entrevistado en Radio Con Vos, el gobernador Axel Kicillof avaló la represión y dijo: "Nosotros no podemos, si la voluntad del juez es contraria, hacer otra cosa que esa". Pero no se pueden hacer los distraídos. Las fuerzas represivas las dirige Berni. La falta de soluciones de fondo, como sería la expropiación de estas tierras, cuyos supuestos "dueños" todavía no pudieron presentar un solo papel, para garantizar el derecho a la vivienda de estas familias, es responsabilidad del Gobierno.
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Además detuvieron sin motivo a tres jóvenes que son parte de la toma en Guernica, que salían del barrio para ir a trabajar. Todas evidencias de que el Gobierno empezó la semana corta con un plan ofensivo contra las familias. Incluso en la madrugada del martes un helicóptero sobrevoló una vez más, de forma intimidatoria, los terrenos a pocos metros del piso y de las casillas.
Sin embargo, las familias están mostrando su predisposición a resistir el desalojo y luchar por sus derechos más allá de los planes represivos: “La Policía nos quemó las casillas ilegalmente 14 veces y 14 veces volvimos”, dicen vecinos de Rafael Castillo.
Las familias de las tomas resisten hace mas de dos meses pasando frio, hambre, porque no tienen donde vivir. Un amplio arco democrático los rodea de solidaridad: referentes del movimiento de mujeres y disidencias como Laura Azcurra, Melisa Vazquez, Diana Maffia, Danila Suarez Tomé, Gabriela Borrelli y otras tantas firmaron un petitorio rechazando el desalojo. También se sumaron importantes referentes de derechos humanos y juristas, como Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Eugenio Zaffaroni, y artistas de distintos ámbitos que quisieron posicionarse en contra de la represión.
Bajen las armas contra las familias de Guernica. Versión de "El angel de la bicicleta" de León Gieco - YouTube
También este miércoles por la mañana hubo un corte en la panamericana protagonizado por trabajadoras y trabajadores de la fábrica recuperada Madygraf, acompañados por organizaciones obreras y estudiantiles de la zona norte en solidaridad con las familias de Guernica. Protestaron en la colectora oeste de la arteria a la altura del kilómetro 36.7, en la localidad de Garín.
Por la tarde, las redes sociales se llenaron de mensajes contra la represión y #TierraParaVivir fue la primera tendencia en Twitter en Argentina durante varias horas.
Las familias seguirán realizando una vigilia atentas al posible desalojo, más allá de los rumores de que el Gobierno no avanzaría esta semana. Es un conflicto que podría resolverse pacíficamente en pocos minutos, si se decidiera avanzar sobre la expropiación de esas tierras, cuyos supuestos “dueños” están flojos de papeles, para entregárselas a quienes necesitan construir sus viviendas para poder vivir dignamente.
