Gaza. Hospital Al-Shifa: muerte, devastación y mentiras

Dos semanas de pura destrucción, devastación y muerte. A mediados de marzo, el Ejercito israelí asedió por sorpresa el complejo hospitalario de Al-Shifa en Gaza antes de retirarse el lunes. Las imágenes muestran las pérdidas materiales. Al-Shifa está completamente inoperativo, por no decir irrecuperable. Todos los edificios fueron alcanzados por los enfrentamientos, los bombardeos y los incendios provocados. Pero Al-Shifa no estaba vacía cuando las fuerzas israelíes lanzaron su asalto. El ejército israelí, que se felicitó por este macabro espectáculo, declaró haber matado a 200 combatientes palestinos durante los 15 días que duró la operación; también se detuvo a 900 sospechosos, algunos de los cuales fueron enviados a Israel. Las autoridades palestinas cifraron en 300 los muertos, muchos de ellos civiles.

Sin embargo, el ejército israelí afirma que su operación se desarrolló sin causar víctimas entre la población civil ni entre el personal médico. Una auténtica mentira. La OMS ha declarado que al menos 21 pacientes murieron durante los 15 días de asedio. Al mismo tiempo, el Dr. Ahmad al-Maqadmeh y su madre Yousra, también médico de Al-Shifa, fueron hallados muertos entre las ruinas del hospital. Además, muchos relatos de testigos presenciales e imágenes muestran cadáveres, incluidos niños. Cadáveres carbonizados, cuerpos visiblemente aplastados por tanques o excavadoras israelíes, partes de cuerpos, esqueletos. El horror de estos crímenes supera las distopías más monstruosas del cine contemporáneo.

Imagen satelital del complejo del 01 de junio del 2022

El complejo hospitalario ya había sido atacado en noviembre pasado por el ejercito israelí. Según el relato oficial de las autoridades israelíes, las ramas armadas de Hamás y otras organizaciones de la resistencia palestina habían establecido su cuartel general en el hospital. A pesar de las dos supuestas ocupaciones de las instalaciones, el ejército israelí nunca ha podido aportar pruebas de sus afirmaciones. No importa. Estas declaraciones sólo sirvieron para legitimar el bombardeo de hospitales palestinos, y hay que decir que la prensa occidental desempeñó un papel importante en el establecimiento de esta narrativa falsa y criminal.

En efecto, uno de los objetivos del ejército israelí parece ser hacer inhabitable Gaza, incluso después del fin de la guerra. La destrucción de los hospitales en la Franja de Gaza es, en este sentido, un punto clave para alcanzar este objetivo. Se movilizan todos los recursos militares, políticos e ideológicos posibles para justificar la devastación material y las vidas humanas. El médico noruego Mads Gilbert, que trabajó en Al-Shifa, reaccionó a la operación israelí en Al-Jazeera de la siguiente manera: "Si el hospital más importante de su país fuera atacado por un ejército invasor con la verdadera intención de destruir el hospital y matar a la población, ¿no lo defenderían en sus alrededores? ¿No creen que su ejército debería defender su hospital más importante para la población? Por supuesto, intentaron defenderlo, pero no he oído hablar de combatientes dentro del hospital Al-Shifa y no olviden que este es el segundo sitio de Al-Shifa. Cuando lo invadieron por primera vez, no tenían ninguna evidencia de la existencia de instalaciones militares, no encontraron nada. Repiten sus mentiras porque las necesitan para atacar todos los demás hospitales de Gaza. Saben, de los 35 hospitales, casi todos han sido atacados, incluso sin la excusa de ser un centro de comando militar. Así que esto es una mentira y va más allá del ámbito de la cuestión, porque lo que están haciendo es destruir la infraestructura palestina, su vida y su sociedad".

Muchos temen que el próximo objetivo sea el hospital Al-Aqsa, donde el fin de semana se atacó un campamento de tiendas de campaña de refugiados, matando a varias personas. Estos mortíferos ataques podrían ser una preparación para el asalto a la ciudad de Rafah, hogar de más de un millón de refugiados según la ONU. Una operación que el gobierno lleva prometiendo varias semanas y que podría ser catastrófica.

Sin embargo, las aberraciones del ejército israelí en Gaza no dejan un segundo de respiro, ya que a cada crimen le sigue otro. Menos de 24 horas después de la retirada del ejercito israelí de al-Shifa, se supo que siete trabajadores humanitarios habían sido asesinados por el ejército israelí. Esta vez, sin embargo, el gobierno de Benjamin Netanyahu se encontró a la defensiva, porque entre los asesinados había varios ciudadanos occidentales de países que apoyan la guerra de Israel.

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Por supuesto, no es la primera vez que Israel mata a trabajadores humanitarios (o médicos, periodistas, civiles o niños) en el curso de su guerra, pero este incidente llega en un mal momento para Netanyahu. Tras casi 6 meses de sangrienta guerra, la presión de los gobiernos imperialistas empieza a expresarse públicamente. En el plano interno, la coalición de Netanyahu con la extrema derecha corre peligro por la presión de un sector creciente de la sociedad que exige el fin de las exenciones que permiten a los judíos ortodoxos no hacer el servicio militar y, por tanto, no ser enviados a luchar a Gaza; también está la presión de las familias de los rehenes, que el sábado iniciaron un movimiento para exigir un alto el fuego y un acuerdo para la liberación de los israelíes que siguen secuestrados en Gaza.

Lamentablemente, estas manifestaciones de un amplio sector de la población israelí no tienen realmente en cuenta el sufrimiento de los civiles palestinos. Se centran únicamente en la cuestión de la liberación de los rehenes israelíes. El derechizamiento general de la sociedad israelí respecto a la cuestión palestina durante los últimos 15 años y el trauma causado por el ataque del 7 de octubre han creado un cierto consenso sobre la necesidad de librar esta guerra, al tiempo que deshumanizan a los palestinos y refuerzan la legitimidad del colonialismo. Hay muy poco espacio para voces críticas que también tengan en cuenta el sufrimiento de los palestinos y que consideren, aunque sea tímidamente, algunas de las reivindicaciones parciales de los palestinos.

De hecho, es esta situación la que permite a Netanyahu ganar tiempo e intentar mantener una apariencia de unidad nacional tras de sí mediante ataques atroces contra la población palestina en Gaza, como en Al-Shifa. No es seguro que esto sea suficiente. Es probable que la necesidad de Netanyahu de perpetuar la guerra para mantenerse en el poder y escapar de problemas legales le lleve al límite de coquetear con el estallido de una guerra regional, como demuestra el asesinato de altos cargos del ejército iraní en Siria por bombardeos israelíes.

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Artículo original Gaza. Hôpital Al-Shifa. Mort, dévastation et mensonges del diario Révolution Permanente de Francia parte de la red internacional La Izquierda Diario