Repartidores de esa aplicación rusa pararon por mejores salarios y condiciones laborales. La protesta se da en medio de la guerra y contra una empresa cercana a Putin.
Lunes 26 de diciembre de 2022 19:56
El sindicato de repartidores Coursier en Rusia convocó una huelga a los repartidores de la aplicación Yandex.Eda (es una plataforma rusa de pedido y entrega de alimentos en línea lanzada por la empresa Yandex en 2018) para exigir el establecimiento de contratos de trabajo para a sus empleados, la abolición de los algoritmos que castigan severamente a los repartidores, una reducción en las zonas de entrega y el restablecimiento de la remuneración a 110 rublos por reparto.
El paro duró cinco días, entre el 20 y el 25 de diciembre, y movilizó a unos 3800 repartidores en más de 13 ciudades. La empresa se niega a reconocer las demandas, pero la existencia misma de esta huelga es un logro impresionante en el contexto político represivo de la Rusia.
El mercado de entrega de alimentos en ese país cambió drasticamente el otoño pasado por la adquisición de la aplicación Delivery Club por parte de su competidor Yandex , que ahora tiene un monopolio virtual en el sector. Según el sitio Tinkoff Data, estos dos servicios representaban el 70% del mercado en marzo de 2022. Esta fusión provocó una caída en la remuneración de los repartidores, así como un deterioro significativo de sus condiciones laborales.
Al igual que en los países occidentales, los repartidores en Rusia trabajan sin contrato como falsos "autónomos", no tienen protección social, son castigados injustamente por algoritmos, no cobran más por trabajar en días feriados. Mientras que en los anuncios oficiales de Yandex aparece una trabajadora "empoderada" que dice estar feliz de no tener un jefe, en la vida real los repartidores tienen pocas ilusiones por la precarización de sus condiciones laborales y regularmente organizan protestas buscando mejoras.
La empresa Yandex es un fideicomiso con su propio motor de búsqueda en Internet y servicio de noticias que ha censurado durante años a los medios independientes críticos con el gobierno de Vladimir Putin. La empresa también cuenta con varios medios de comunicación o personas influyentes a los que paga para publicitar sus servicios de entrega. Los repartidores en huelga están protestando contra una empresa muy grande cercana al régimen de Putin.
Para llevar a cabo su lucha, el sindicato Coursier se apoyó en la red de organizaciones que difundieron las demandas en línea y algunas de ellas participaron en acciones de apoyo en sus localidades para informar sobre la huelga. El sindicato también hizo un llamado al público para que se apoye la huelga dejando malas calificaciones y comentarios sobre el software de Yandex para que la lucha sea visible para todos los usuarios del servicio.
Yandex trató de evitar la protesta aumentando temporalmente el pago por los repartos durante el período de huelga. Esta medida defensiva del gigante digital no logró contener el descontento de los repartidores: según el sindicato miles de trabajadores de las ciudades de Moscú, San Petersburgo, Voronezh, Krasnodar, Cheboksary, Volgogrado y otras participaron de la acción. La agitación se lleva a cabo en el idioma ruso pero también en los idiomas kirguís y uzbeko porque en Rusia los inmigrantes originarios de los países de Asia Central se encuentran entre los trabajadores más explotados y son un número significativo entre los repartidores .
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