En una consulta estudiantil, la falta de juegoteca, las cursadas a contra turno, los problemas con las faltas y los talleres fuera de horario (TAIN) fueron señalados como los principales problemas.
Jueves 3 de noviembre de 2016 14:33
Durante la semana de elecciones a Centro de Estudiantes del ISFD N° 88 Paulo Freire, el Centro de Estudiantes, desde la Secretaría de Género y Diversidad Sexual llevó adelante una consulta estudiantil para intentar relevar las condiciones de quienes estudian la carrera docente y tienen hijos pequeños u horarios laborales rotativos. Con el fin de en base a los resultados, trabajar en un régimen especial que contemple estas problemáticas.
La Izquierda Diario accedió a los alarmantes resultados y los publicamos a continuación, los mismos fueron escritos de manera anónima por decenas de alumnos. Se seguirá realizando en los próximos días por lo que no es un debate cerrado. De ellos, el 32 % tienen hijos pequeños y el 44 % manifestó tener horarios cambiantes de trabajo. Todos acordaban en la necesidad de rediscutir el régimen de cursada. En dicha encuesta se pide que el derecho a solicitar prórroga de faltas o la semiprescencialidad se transforme en norma.
EL ISFD N° 88, como ya venimos contando en este medio, no posee edificio propio, ni presupuesto propio, al igual que el resto de los terciarios de Provincia de Buenos Aires. Esto hace que la posibilidad de tener una juegoteca para los niños o una oferta de cursada en tres turnos sea muy difícil.
Sin embargo, el relevamiento arrojó datos contundentes sobre cuestiones relacionadas al régimen interno que agravan el problema general político-económico en que se encuentran los institutos de formación docente.
En el último punto de la encuesta, existía la posibilidad de explayarse sobre cuestiones que llevan a la deserción. Encabezando la lista quedaron los horarios de práctica docente: todos los institutos tienen estos espacios en los cuales los estudiantes deben observar, intervenir y finalmente preparar clases en escuelas. Sin embargo, la exigencia de que toda la materia anual sea cursada en contra turno, matutino o tarde, no está justificada dado que en los primeros años son muy pocos los días en los que efectivamente se interviene u observa en una escuela, el resto son cursadas teóricas que podrían realizarse en horario vespertino.
Luego aparecen muy destacados de forma negativa los TAIN (taller integrador interdisciplinario), los mismos son espacios que se proponen para “superar la fragmentación curricular y la ausencia de comunicación entre los actores involucrados a partir del Campo de la Práctica Docente” según el Documento de trabajo de campo de la Práctica Docente elaborado por la Dirección Provincial de Educación Superior.
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La Izquierda Diario se contactó con otros institutos de La Matanza y constató que los TAIN no son implementados de la forma en que lo hace el 88. Citando lo dicho por el Documento oficial de la Dirección Provincial, los modelos organizacionales para los TAIN pueden responder a alguno de estos criterios de distribución: Por carga horaria: Programación de un día al mes para trabajar el TAIN. Por contenido: Reunir a todos los docentes de todos los años del profesorado para trabajar la articulación entre los diferentes años. Por organización temporal: Supone coordinar el día para cada curso y que todos los profesores que dictan su cátedra ese día trabajen su proyecto. Ninguno de estos modelos organizacionales sugieren obligatoriedad de traslado, actividades pagas o los sábados.
Por último, aparecieron reiteradas quejas con respecto a la falta de oferta de cátedra y a la cursada de los sábados, día laborable para muchos. Al problema de la exigencia de cursar los sábados, de 8 a 14 h, se suma que hay carreras con materias en las cuales la oferta de los sábados es la única disponible para ese año, lo que implica que quien trabaja, la pierde.
Todos estos datos muestran un panorama complejo, para la ya menospreciada por los sucesivos gobiernos carrera docente. Ante una coyuntura de mayor ajuste y menor presupuesto los estudiantes se organizan para enfrentar la situación y pelear por su derecho a acceder y permanecer dentro del sistema de educación superior.
