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Red Internacional
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GIRA LATINOAMERICANA DEL PAPA. Iglesia y Estado paraguayo: asuntos de familia

El Papa arribó a Paraguay, la última parada de su viaje por Sudámerica. En el Palacio de Gobierno se reunió con el primer mandatario, Horacio Cartes. Es el tercer encuentro entre ambos, que sintetiza una relación de larga data entre el gobierno colorado y el Vaticano.

Sábado 11 de julio de 2015

“Tierra Santa”

A las 16:00 horas del viernes, Francisco pisó tierras paraguayas. En la terminal de Asunción lo recibieron varios funcionarios, así como representantes del clero encabezados por el titular de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. Luego de un acto que involucró el canto del himno en castellano y guaraní, el Pontífice se retiró a la Nunciatura Apostólica. Posteriormente, acudió al Palacio López donde se encontró con el presidente Horacio Cartes.

No fue la primera estuvieron juntos: dos veces Cartes había sido recibido en Roma. La primera, fue invitado por Papa, poco después de su asunción en el Vaticano, y de que el presidente paraguayo fuera electo. Ni los escándalos de corrupción ni el reciente golpe constitucional que había derrocado a Fernando Lugo, evitaron la bendición de Francisco.

La opción de mantener buenas relaciones con Paraguay es estratégica para la institución. Este país concentra la población católica más elevada del continente. De acuerdo a una encuesta del Pew Research Center, en contraste con lo que ocurre en la mayor parte del mundo, allí el número de creyentes no ha descendido, y un 90% de los habitantes se declara practicante. Esto se relaciona con el rol histórico que ha tenido la Iglesia en el país.

El oficialista ANR-Partido Colorado –que tiene en su prontuario la dictadura más sangrienta del país-, nunca ha ocultado sus vínculos eclesiásticos, que repercuten en todos los aspectos de la vida social.

Paraguay se muestra como uno de los países de la región más atrasados en temas de género, y se destaca por su conservadurismo. La instrucción sexual es prácticamente nula en las escuelas y, al ser repelida por la Iglesia, nunca se ha convertido en una política pública de importancia. Así, la directora de Salud Sexual del ANR, Karen Díaz, resaltó que “la prioridad siempre será fomentar la abstinencia”. La legislación para respaldar a menores y madres solteras, por otra parte, es paupérrima. Esto contrasta con las estadísticas que demuestran que el país tiene el más alto índice de niños no reconocidos por sus padres de toda Latinoamérica.

Recientemente, cuando todos los medios del mundo reflejaron la noticia de la niña paraguaya violada, a la cual se le negó interrumpir su embarazo, tanto los funcionarios públicos como eclesiásticos respondieron con el mismo discurso. Valenzuela –quien fue designado como Arzobispo por Francisco- acusó a los organismos internacionales de entrometerse con “los valores esenciales” del Paraguay. Y el Ministro de Salud colorado, Antonio Barrios, se escudó en la religión para dar el asunto por cerrado. Mientras tanto, según Unicef, 1 de cada 20 mujeres paraguayas fue víctima de violación o sexo forzado cuando era menor de 10 años; y sólo en 2014 dieron a luz 684 niñas de entre 10 y 14 años, y unas 20 mil en el rango de 15 a 20.

Horacio Cartes: empresario, colorado y “ferviente católico”

El currículum del presidente paraguayo es extenso. Este empresario formado en Estados Unidos, es dueño de empresas tabacaleras y alimenticias –sólo por nombrar algunas-. En 1985 fue condenado por una estafa de 34 millones de dólares al Banco Central del Paraguay. Luego de estar prófugo durante cuatro años, regresó al país cuando fue sobreseído por la Corte Suprema de Justicia. Además de ser sospechado por comercio ilegal, según Wikileaks, también fue investigado por lavado de dinero y tráfico de drogas.

En 2009, Cartes incursionó en la política, afiliándose al derechista ANR-Partido Colorado. En 2012 ganó las internas, posteriormente a comprar un cambio en los estatutos partidarios que lo habilitaran a presentarse como candidato. Ese año su fuerza -con el apoyo del Partido Liberal Radical Auténtico- impulsó el golpe constitucional al Frente Guasú de Lugo. Tras un breve mandato del colorado Nicanor Duarte Frutos, envuelto en denuncias de fraude, el actual presidente fue electo.

En 2013 defendió la candidatura de “Goli” Stroessner –nieto del dictador y defensor de su régimen- a Embajador ante las Naciones Unidas. Cuando un periodista lo increpó, Cartes respondió: “¿Qué tenés con Alfredo Stroessner? ¿Te sacó la novia o qué? Te sacó la novia parece”.

Cuando el arzobispo de Buenos Aires fue erigido como Pontífice, Horacio Cartes alegó: “Deseo expresar, como católico y ferviente creyente en Dios y en su Santa Iglesia, mi profunda satisfacción por la elección de Jorge Mario Bergoglio”. En repetidas ocasiones, el mandatario paraguayo –siguiendo la misma línea que muchos legisladores colorados - se ha basado en sus creencias religiosas para manifestarse públicamente en contra del aborto y la homosexualidad.

Mientras el gobierno desplegaba un intenso operativo para recibir la comitiva Papal, nuevamente Paraguay se encontró en el centro de la polémica. El motivo fue el documento expedido por la Policía Nacional, en el que se leía: “No se permitirá, la colocación pasacalles y/o portar pancartas que obstaculicen la visual ni que contengan alusivos referentes a grupos de lucha social (a favor o en contra del aborto, matrimonio gay, campesinos sin tierra, etc.)”. Sólo el cuestionamiento internacional llevó a que el departamento de Relaciones Públicas de la Policía aclarara que los mensajes no serían vetados.

Éste no fue el único escándalo que antecedió la llegada del Papa. El activista Martín Almada, torturado durante el régimen de Stroessner, elevó hace unas semanas una carta dirigida a Roma, pidiendo la apertura de los archivos eclesiales de la época de las dictaduras latinoamericanas. Almada exigió que se hicieran públicas las comunicaciones enviadas a las autoridades vaticanas que, según él, siguieron las directrices del Concilio Vaticano II cuya "consecuencia fue la detención, tortura y exilio".

Cerrando su primer día en Paraguay, Francisco dirigió un discurso al presidente Horacio Cartes y a las autoridades en el Palacio de López. El Pontífice agradeció el recibimiento y llamó a fortalecer “la construcción de un proyecto democrático sólido y estable”. A su vez, afirmó: “La memoria, asentada firmemente sobre la justicia, alejada de sentimientos de venganza y de odio, transforma el pasado en fuente de inspiración para construir un futuro de convivencia y armonía".