Ese elemento vital falta en la ciudad desde abril. La empresa responsable de proveerla, el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) y el Estado provincial siguen sin brindar soluciones a la población.
Martes 29 de junio de 2021 01:04
La ciudad de Iguazó lleva casi dos meses sin servicio de agua potable. La empresa responsable de proveerla Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) y el Estado “misionerista” siguen sin brindar soluciones a la población.
Por ello comenzó a proliferar el comercio de la venta de agua por las redes sociales, variando los precios por mil litros entre $1.000 y $4.000. Eso que la Ciudad de Iguazú está rodeada por dos ríos (el Paraná y el Iguazú) y varios arroyos, siendo parte de la triple frontera, y una de las zonas turísticas más visitada del país.
Pero la problemática existente (sin nombrar la mala administración del cuestionado intendente renovador Claudio Filippa) es la toma de agua en el Río Iguazú, cuya conexión es precaria y ante la variación del Río Iguazú no puede seguir funcionando.
La Planta Potabilizadora no da abasto para toda la ciudad y las conexiones hacia los domicilios son deficientes. En mayo pasado el gobierno provincial, liderado por Oscar Herrera Ahuad, anunció el comienzo de las excavaciones de pozos para terminar con el problema del faltante de agua. ¿Pero que pasó? Se realizaron las obras que se encuentran en unos 90 % terminadas, que siguen sin funcionar porque no cuentan con los tanques en condiciones para albergar el agua extraída ni tampoco las conexiones a los hogares.
En ese momento se acercaban las elecciones del 6 de junio y toda promesa servía para tranquilizar a la gente que salió a las calles a reclamar por el “derecho al agua”, formando asambleas y deliberando los pasos a seguir, solicitando la declaración de Emergencia Hídrica y la intervención del IMAS por su inoperancia, irónico en pleno siglo XXI y más aún en una ciudad que está situada sobre el Acuífero Guaraní, el reservorio natural de agua dulce que se extiende por debajo de la superficie de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, formando así una de las mayores reservas de agua conocidas de la Tierra.
Como solución paliativa al problema de larga data, Herrera Ahuad entregó dos camiones hidrantes que estarán a cargo del Municipio y del IMAS, para distribución de agua, que se vienen realizando, mientras el resto de los barrios a los que no llegan sienten el alivio de la lluvia, llenando sus baldes. La situación es caótica.
Sin embargo, para el gobierno de la provincia y la administración del intendente Claudio Filippa, parece que no ocurre nada grave. Iguazú tiene una crisis desde el 2004, esta situación no es que haya comenzado de un día para otro, los culpables siguen siendo los mismos que están hace casi 20 años en el poder, sobra cinismo político y falta inversión en la ciudad de las siete maravillas del mundo.