Organizaciones sociales se convocaron frente al edificio de Prefectura de la ciudad de las Cataratas exigiendo la donación de alimentos incautados.
Sábado 21 de noviembre de 2020 12:00
Foto: Diario Iguazú Ahora
Continúa el escándalo y la crisis social en Iguazú, después de haber circulado imágenes indignantes por las redes sociales de centenares de vecinos desenterrando pollos en mal estado para poder alimentarse.
El gobierno de la provincia hizo oídos sordos y miró hacia otro lado, evitando brindar soluciones a la problemática del hambre y la pobreza.
En el transcurso de la mañana del jueves distintas organizaciones sociales se autoconvocaron frente a la sede de Prefectura Naval de Cataratas, para manifestarse en contra del procedimiento que realizaron sus efectivos junto al Senasa (Servicio Nacional de Seguridad Alimentaria), exigiendo la renuncia del prefecto Diego Dalmarini, quien se desempeña como jefe en la fuerza.
Te puede interesar: Pobreza extrema: mujeres y niños desenterraron pollo desechado para alimentarse
“Nos manifestamos para repudiar lo sucedido con los 1200 kilos de pollos decomisados y enterrados, ya que por sentido común y humanitario hubiese sido mejor donarlo a la gente que lo necesita en este contexto de crisis por la pandemia en todo el país y mucho más en nuestra ciudad”, fueron las palabras de la referente de Patria Nueva Miriam Paniagua.
“Si se pensaba con ese criterio no se iba a tirar semejante cantidad de comida y se la hubieran entregado a los vecinos que la están pasando mal”, agregó la militante. “La gente no fue a desenterrar los pollos porque no tenía nada que hacer, fueron porque tenían hambre!” dijo el referente del Movimiento Activo Social y político de Iguazú, Claudio Altamirano.
“Nosotros recibimos fotos y videos de gente que cocinó esos pollos y si bien se dijo que la carne ya se encontraba en mal estado, esto se va a poder saber si es que llegan a haber personas que concurran a consulta médica por intoxicación” siguió Paniagua.
“En Iguazú hay muchísima pobreza y esto que ocurre no es sólo por la pandemia, venimos arrastrando muchas otras problemáticas en los barrios por la falta de agua, luz, calles, red cloacal y ahora la necesidad de comida. Los barrios están abandonados”, denunció. “Si hace un año atrás la imagen de Cataratas era hablar del récord del millón de visitantes o el rostro de Iguazú como destino turístico, hoy lo es la imagen de la gente cavando pozos e intentando sacar un pollo enterrado para poder comer ese día”, se explayó Altamirano, en declaraciones a Primera Edición Misiones .
Dentro de un plan de lucha de las organizaciones sociales activas en la turística ciudad se determinó realizar marchas hasta Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social ) todos los jueves, por ser el organismo nacional relacionado a lo social.
La ciudad de Iguazú hace más de ocho meses que viene paliando la situación al tener las fronteras cerradas, donde muchísima gente se quedó sin su changa diaria, desde taxistas, remiseros, empleados de casinos, restaurantes y hoteles, etre otros. Con un gobierno provincial ausente y el Estado nacional que asistió con nada más de tres IFE cada 45 días, el horizonte se torna cada vez más oscuro para las personas más vulnerables porque el hambre golpea fuertemente las casas de los que más necesitan, ya que han quedado sin su fuente de trabajo vislumbrando un fin de año negro para toda la población.