El pasado febrero se anunciaba la sentencia para los 6 de Zaragoza, 4 años y 9 meses de cárcel, a los cuatro detenidos mayores de edad por manifestarse contra la extrema derecha, todo ello propiciado por la policía financiada y enviada por el gobierno central y por una judicatura conservadora y ligada al régimen heredero del franquismo. ¡Nos quieren reprimidxs, nos tendrán organizadxs!
Viernes 5 de abril de 2024
¿Te imaginas manifestarte contra la extrema derecha y que el gobierno “del cambio” y “progresista” que venía a acabar con ella te mande a la policía a reprimirte y acabes enterando a prisión? No hace falta que lo imagines, esa es la realidad de los jóvenes que en Zaragoza se enfrentan a peticiones de penas de 4 años y 9 meses de prisión. Esta fue ratificada por la sentencia del Tribunal Supremo a pesar de la recogida de más de 10.000 firmas pidiendo el indulto al Gobierno, el rechazo social hacia esta represión y las manifestaciones en solidaridad que se han dado estos últimos meses.
Es evidente que este gobierno no aumenta los presupuestos para policía y ejercito sin pensar, ni les da material para reprimir por casualidad o porque se les impone; el gobierno progresista es consciente de la crisis política, económica y social que se lleva viviendo desde antes del COVID y se prepara para ello, este castigo es un ejemplo para todes les quienes queremos plantarle cara a la derecha, el imperialismo y a este gobierno cómplice del genocidio al pueblo Palestino.
El hecho de que por combatir a una extrema derecha que en sus gobiernos censura, busca dar pasos hacia atrás en derechos civiles como el aborto o la autodeterminación del género y que no oculta su racismo, machismo y LGTBIfobia puedas ir a la cárcel es una demostración de que el gobierno “progresista” no venía a frenar a la derecha y la extrema derecha, sino a allanarle el camino con represión y desorganización como ya demostraron el PSOE, Unidas Podemos y ahora Sumar, en un gobierno que ha mantenido la Ley Mordaza, la Ley de Extranjería, los CIEs, ha atacado huelgas, reprimido sindicalistas, delitos de opinión, causas del procés o activistas por el clima.
De la judicatura de un Estado capitalista e imperialista se podía esperar poca clemencia, tiene un largo historial de condenar a luchadores y huelguistas mientras deja libres a torturadores y hace la vista gorda con empresarios y políticos. Debemos deshacernos no solo de la policía al servicio de los gobiernos burgueses y los intereses de las grandes empresas sino también de toda la casta de jueces que su una herramienta contra la organización, las huelgas y los movimientos sociales.
Y es que necesitamos estas fuerzas no sólo para luchar contra la represión y rodear de solidaridad a casos como el de los 6 de Zaragoza, sino también para mantener nuestas posiciones para luchar. Este es un momento en el que los tambores de guerra suenan cada vez más fuertes a las puertas de la Europa fortaleza debemos prepararnos para luchar contra nuestro propio imperialismo, luchar para parar el envío de armas a Israel, para que pare el genocidio del que nuestro gobierno es cómplice, luchar contra el guerrerismo del que hacen gala Von der Leyen y nuestra ministra de defensa “progresista” que nos piden prepararnos para la guerra, luchar contra una crisis económica que nos impide independizarnos a les jóvenes y tener una vida digna a la clase trabajadora.
Toda esta lucha se dará contra la policía y el ejército como parte del Estado y el gobierno central nos está advirtiendo que quien lucha será castigado pero no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras detienen a compañeros que luchan contra la extrema derecha o reprimen a trabajadores en huelga como el caso de los huelguistas de Cádiz
Debemos levantar un movimiento contra la represión de este gobierno y cualquiera que vaya a venir para poder conseguir la libertad de os 6 de Zaragoza y todos quienes hayan sido detenidos y condenados por luchar contra este sistema. Un movimiento que busque eliminar a la policía como herramienta represora del Estado contra la clase trabajadora y que se ceba en especial con los sectores oprimidos como demuestra la brutalidad policial racista en Lavapiés la semana pasada o en Bilbo ayer mismo. Un movimiento contra quienes nos reprimen dentro de nuestro Estado y contra quienes colaborar con el genocidio y nos piden prepararnos para la guerra.
