Con manifestaciones en casi todas las ciudades del país, las mujeres se manifestaron contra la violencia de género, contra los feminicidios que alcanzan 29 en lo que va del año y contra la violencia vicaria hacia niñas y niños. También se repudiaron la reforma de la seguridad social, la transformación educativa y el Proyecto Neptuno.
Sábado 26 de noviembre de 2022
Fotos: La Izquierda Diario Uruguay
En el marco del Día Internacional de Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, miles de mujeres en todo el país tomaron las calles y espacios públicos para manifestarse contra la violencia de género en sus múltiples manifestaciones.
En Montevideo, la marcha partió pasadas las 18 hs desde la Plaza Independencia, y fue convocada por la Organización Mujeres de Negro, la Intersocial Feminista y el PIT-CNT, entre otras. Desde allí salieron las principales columnas y organizaciones. Las pancartas y banderas hacían alusión a frenar la violencia en los trabajos, el acoso callejero y a desnaturalizar las actitudes misóginas y cosificadoras de los cuerpos feminizados que vemos cotidianamente en los medios de comunicación.
Basta de violencia patriarcal en las casas, calles y sindicatos
Entre las miles de mujeres, se destacaron las mujeres trabajadoras, organizadas en sus sindicatos, como las trabajadoras de AFFUR (funcionari@s de la Universidad de la República), que han venido participando del conflicto educativo por más presupuesto para la educación. Que han ocupado facultades, que se han organizado junto a docentes y estudiantes en las intergremiales, y que hoy nuevamente se encuentran con conflicto reclamando mejoras salariales y mejores condiciones laborales.
Las mujeres trabajadoras no docentes de la educación se juntaron durante las semanas previas, armaron su pancarta – inclusive pintaron un mural en su local gremial – y se organizaron para marchar todas juntas. Tienen varios motivos para hacerlo: no solo la violencia y acoso laboral y sexual que se ejerce en los lugares de trabajo y estudio, sino también la discriminación que se da en los mismos espacios sindicales, entre sus pares.
Contra el Proyecto Neptuno del gobierno multicolor
También estuvieron presentes las trabajadoras de FFOSE, gremio que se encuentra en conflicto siendo la avanzada en el rechazo al Proyecto Arazatí-Neptuno, que privatiza la captación del agua, dejándola en manos privadas para luego venderla a OSE. Las mujeres trabajadoras saben bien que esta pelea se gana en las calles y que, si dejamos que el gobierno avance con su proyecto, se estará mercantilizando un recurso humano básico y fundamental y se lucrará con nuestros recursos naturales.
Contra el patriarcado
La marcha que partió desde Plaza Independencia terminó en la Intendencia de Montevideo. Sin embargo, un grupo de mujeres y colectivas continuó por la Av. 18 de julio para terminar su movilización en la Explanada de la Universidad de la República, junto a la Coordinadora de Feminismos. Con esto se evitaba que la lucha de las mujeres pudiera ser utilizada políticamente por sectores del Frente Amplio, como la misma intendenta Carolina Cosse y su pelea electoral en la interna frentista.
Allí presenciamos una serie de intervenciones artísticas y cerramos la jornada con un FUEGO AL PATRIARCADO.
Contra todas las violencias y contra la política del gobierno
La Agrupación de Mujeres Pan y Rosas marchó contra todas las violencias. En especial contra la violencia ejercida por el actual gobierno de derecha que profundiza la política económica donde exonera y beneficia a los sectores más ricos, mientras sigue hundiendo en la pobreza a la mayoría de la población, en especial a las mujeres. La pobreza y la precarización, como denunciamos, tiene cara de mujer.
Semanas antes de la marcha, dimos una pelea para organizar a las mujeres de la educación, tanto a las docentes como las estudiantes y no docentes, maestras y auxiliares, para unir en una misma columna a todas quienes venimos enfrentando el vaciamiento en la educación en sus distintos niveles.
Aprovechamos para denunciar la reforma de la seguridad social, que nos obligará a trabajar más por menos plata, y exigimos el respeto a una vejez digna.
También rechazamos la transformación educativa de Robert Silva y todo el gobierno de la coalición multicolor, que pretende imponerse sin el diálogo con la comunidad educativa que, casualmente, se encuentra altamente feminizada. Además de denunciar que con esta reforma se degrada la calidad educativa y pedagógica de la educación pública, y que nosotras nos proponemos defenderla.
Por otro lado, se denunció la presencia de los sindicatos policiales dentro del PIT-CNT, que reprimen, violan y matan y, una vez más, exigimos su expulsión de nuestra organización sindical.
Contra los feminicidios y la violencia vicaria, hacemos responsables al Estado capitalista y patriarcal, que reproduce nuestra dominación y nos sigue sometiendo a discriminaciones.
Reproducimos la convocatoria completa de nuestra Agrupación, y llamamos a redoblar nuestras fuerzas contra el patriarcado y el capitalismo … ¡porque no se va a caer, sino que lo vamos a tirar!