El proyecto fue presentado por una serie de legisladores de Chile Vamos, denominándolo como "Impuesto a los Super Ricos 2.0", una medida que busca dejar intacto el patrimonio de los grandes empresarios, y beneficiando el retiro de del Fondo de Utilidades Tributarias, con un irrisorio 10%. Negocio redondo para la derecha y sus amigos.
Miércoles 21 de abril de 2021
Cada vez se vuelve más tenso el debate sobre el denominado “impuesto a los super ricos”, ley presentada por la diputada del Partido Comunista (PC), Camila Vallejos, junto al diputado de la Democracia Cristiana (DC), Matías que tiene por objetivo aplicar un impuesto del 2.5% a aquellas personas con un patrimonio superior a los US$22 millones, por única vez, y de manera extraordinaria.
Sin embargo dicha ley que fue aprobada en la Comisión de Constitución con 7 votos a favor y 6 en contra, no contaba con las indicaciones provenientes de los representantes de Chile Vamos, quienes incluso presentaron al ministro de hacienda, Rodrigo Cerda, su propio proyecto de ley, denominado “Impuesto a los super ricos 2.0”. Dicho documento, elaborado por diputados de distintos partidos, entre ellos Gonzalo Fuenzalida (RN), Jorge Alessandri (UDI), y Luciano Cruz-Cocke (Evopoli), tiene como objetivo dejar intacto el multimillonario patrimonio de los grandes empresarios, y por el contrario recaudar fondos, por medio de un impuesto al Fondo de Utilidades Tributarias (FUT).
“Tomamos un gran título, el proyecto de Camila Vallejos, impuesto a los Super-Ricos, pero cambiamos el texto por uno que recauda más de 10 veces más dinero y el objetivo final es ese, que el Estado pueda recaudar y al mismo tiempo no desincentivar la inversión futura”, señaló Alessandri que sin ninguna vergüenza rememora los años de Bachelet con tal de justificar el proyecto. “Los impuestos al patrimonio han fracasado en todas partes del mundo, en cambio impuestos al FUT, con beneficios dependiendo del año en que usted retira, ventanas para la repatriación de capitales, son fórmulas que ocupó la ex presidenta Michelle Bachelet y funcionaron y son fórmulas que queremos volver a aplicar porque recauda más y hacen menos daño a la inversión futura”, manifestó el diputado UDI de acuerdo a los signado por Radio U de Chile.
Sin embargo, aquellas indicaciones realizadas por los diputados de la derecha fueron llevadas a la Comisión de Discusión, siendo rechazadas con 6 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención, por lo que mañana miércoles se discutirá la propuesta emanada desde la "Oposición" en la Cámara de diputados.
Tal iniciativa no hace más que evidenciar el ADN pro empresarial de la derecha chilena, quienes en plena crisis económica y sanitaria que golpea al conjunto de la clase trabajadora y sectores populares, no tienen ningún escrúpulo en dar regalías y beneficios a los grandes magnates del país, quienes podrían ver rebajado de un 40% al 10% el impuesto aplicado a quienes quieran retirar sus utilidades.
¿Qué es lo que está en juego frente al impuesto a los super ricos?
No es un misterio para nadie las ronchas que se forman en la derecha, cuando se trata de atacar al gran empresariado local que desde la dictadura, no hecho más que ensanchar sus bolsillos de dinero, a costa del desmantelamiento de sectores estratégicos de la economía, y con la privatización del conjunto de nuestros de derechos sociales.
Si incluso al Fondo Monetario Internacional (FMI), principal organismo financiero de la burguesía a escala mundial que ha señalado a los gobiernos la necesidad de generar un impuesto no menor al 21% a las grandes fortunas, ha levantado sus detractores en el empresariado chileno. Sólo basta recordar las recientes declaraciones del presidente de la Confederación de la Producción y Comercio (CPC), Juan Sutil quien manifestó “Lo que ha dicho el FMI y la OCDE sobre un impuesto universal para que el impuesto a las empresas no sea inferior a 21%, a Chile no aplica. Entonces hay poco espacio, dese el punto de vista internacional, donde poner estos impuestos.”
Resulta inaceptable que sea aquel sector que se ha beneficiado con los 30 años de saqueo al pueblo trabajador quien tenga el sartén por el mango, como los Luksic e incluso el mismísimo presidente Piñera, quienes aumentaron sus fortunas durante la pandemia, y que sea la casta política al servicio de sus intereses, quienes siempre buscan sacar el mejor partido, incluso en las situaciones más críticas.
Sólo con la fuerza de la clase trabajadora y los sectores oprimidos, podremos imponer un plan de emergencia sanitaria. A su vez, pelear por un ingreso universal de emergencia, junto a la prohibición de despidos, y la derogación de la Ley de Suspensiones, sueldo mínimo de $550.000 entre otras demandas. Un impuesto extraordinario a las grandes mineras, y la nacionalización de los recursos naturales como el cobre y el litio resultan fundamentales, para financiar los derechos que demanda el pueblo trabajador.
¡Basta ya que la crisis se descargue sobre los hombros del pueblo trabajador! ¡Que la crisis la paguen los grandes empresarios!