Reproducimos la ponencia de la Liga de Unidad Socialista al Primer Encuentro Nacional contra la precarización y los despidos.
Sábado 1ro de agosto de 2020
1. El aislamiento social, debido a la pandemia ocasionada por el virus covid-19 trae tras de sí toda una cauda de problemas económicos y sociales, como el cierre de una gran cantidad de compañías: del sector turismo, restaurantero, aviación y del transporte local, del sector servicios en general y de la industria.
Lo que ha generado el cierre definitivo de miles y miles de empresas. Ante ello, la clase en el poder a través de sus voceros: periodistas, intelectuales etc. nos quiere hacer creer que estos problemas se deben a la emergencia sanitaria que enfrentamos.
Pero es indudable que la covid-19, solo ha puesto al descubierto las verdaderas características del sistema en el que estamos viviendo: destrucción sistemática del medio ambiente; un sistema de salud público en ruinas y en manos de los grandes monopolios de la salud; un tremendo rezago educativo; un sistema alimentario, que ocasiona muchos problemas del salud a la población, ya que está supeditado a la obtención de ganancias de la industria agrícola y ganadera; y un proceso de violencia extrema. Problemas que se venían manifestando desde hace décadas, antes de que se presentará la crisis de la pandemia, y son generados por la aplicación de proyectos económicos que benefician a las grandes corporaciones económicas que hacen a un lado los intereses de los trabajadores y demás clases explotadas y oprimidas.
2. Cabe señalar que la historia nos demuestra que el sector empresarial aprovecha cualquier eventualidad para echar sobre los hombros de los trabajadores los efectos de la crisis; con ello, los capitalistas aumentan todavía más sus ganancias. La aplicación práctica de estos objetivos consiste en la reestructuración del salario, la eliminación de prestaciones laborales, la destrucción de fuentes de empleo permanente para hacer recontrataciones temporales, flexibilizar las actividades laborales y aumentar la jornada de trabajo, entre otras medidas
Para lograr lo anterior, tenían que despedir a los trabajadores, para después recontratarlos en peores condiciones, más favorables para los empresarios. Por eso una multitud de empresarios, justifican que debido a la pandemia tuvieron que suspender las actividades productivas, cerrar sus empresas, declararse en bancarrota, arguyendo que no podían pagar a sus empleados, por lo que éstos fueron lanzados a la calle. De tal manera que millones de trabajadores se vieron sin empleo de un día para otro.
Ejemplo de lo anterior lo tenemos en las empresas de la construcción, de la industria automotriz, de las maquiladoras, de la electrónica, el comercio, el turismo, el sector restaurantero que han reducido prácticamente el 25% de los salarios de los trabajadores y han lanzado a la calle a cientos de miles de éstos. Por ello, los trabajadores para mantener el empleo aceptan peores condiciones salariales y laborales.
3. Hay que destacar que los trabajadores de la economía informal son quienes más han sufrido las consecuencias de la covid-19, ya que, estos prácticamente viven al día; la mayoría tiene precepciones por abajo del salario del mínimo y otros cuentan con un micronegocio por lo que no tienen ninguna prestación laboral. Este sector, está constituido por más del 50 por ciento de la población económicamente activa.
4. Queremos enfatizar que el sector juvenil también está fuertemente golpeado por la crisis, pues no hay empleos para este sector de la población, es sabido por todos que, a éstos, para entrar a trabajar se les exige que cuenten con experiencia laboral y al carecer de la misma no encuentran un empleo fijo, por lo que tienen que aceptar un trabajo en la economía informal o tienen que permanecer en sus hogares, a expensas de sus padres.
Muchos de éstos se ven obligados a aceptar las decisiones autoritarias de sus padres. No pocos padres ejercen violencia mental e incluso física contra los jóvenes. Como vemos éstos, aparte de la crisis económica, se enfrentan una crisis emocional. Muchos al no encontrar la salida a su situación, incluso, recurren al suicidio.
5. El caso de las mujeres también es representativo, pues la mayoría realiza actividades poco remunerativas y sin ninguna prestación, está situación hace que los patrones puedan despedirlas fácilmente. Por ejemplo, a miles de trabajadoras domésticas, sus patronas les dieron la indicación de que regresaran hasta terminada la pandemia. Y obvio, al no presentarse a trabajar no les dieron ningún apoyo económico. Aparte de lo anterior, las mujeres en casa han tenido que enfrentar la violencia de género. No pocas han sido golpeadas o violadas, por su propio marido.
6. El indígena es uno más de los sectores que han salido fuertemente golpeados, pues muchos viven de la elaboración y venta de artesanías y con la caída del turismo, no tienen oportunidad de ofrecer sus productos, por lo que han recurrido a la solidaridad social.
7. Cabe señalar que el gobierno de AMLO, para solventar la falta de recursos ha establecido una política de ahorro en las secretarias oficiales, ello está ocasionando el despido de miles de trabajadores de casi todas las dependencias gubernamentales.
8. La respuesta que han dado algunos grupos de trabajadores han sido de parar las actividades; como sucedió en las maquiladoras del norte del país e innumerables sectores de trabajadores del espectáculo, artesanos, vendedores ambulantes etc. han tenido de salir a las calles a protestar exigiendo apoyos de parte del gobierno; sin embargo, las acciones han sido insuficientes para que el gobierno les dé respuesta satisfactoria a sus demandas.
No está por demás mencionar a la organización sindical. En México hay apenas cuatro millones y medio de sindicalizados, lo que representa poco más del 10 % respecto a la población ocupada del país. Lo anterior permite que la patronal se aproveche del escaso nivel de organización de la clase trabajadora y pueda imponer a su antojo las condiciones laborales con bajos salarios y un alto índice de precarización. Por ello, más de cuarenta millones de trabajadores carecen de una organización que los respalde.
Por lo anterior, el Frente Contra los Despidos y la Precarización Laboral tiene que impulsar una política de unidad y defensa de todos los trabajadores: de base, eventuales, precarizados, etcétera; y de los sectores más golpeados por la crisis: las mujeres, los jóvenes, los campesinos e indígenas.
Sabemos que está tarea es difícil, pues muchos trabajadores se encuentran decepcionados por sus dirigentes sindicales que, en su mayoría, utilizan el puesto sindical como trampolín político y como un botín para enriquecerse.
Los dirigentes sindicales no han asumido ninguna postura de defensa de los intereses de la base trabajadora, al contrario, en su postura de contubernio con las autoridades, se han concretado a mantener controlados a sus agremiados, muchas veces incluso usando la represión contra los trabajadores que protestan o que se resisten a la precarización de sus actividades laborales.
En el mejor de los casos, cuando la base sindical exige al dirigente sindical que los represente verdaderamente, éste solo se dedica a representar de manera gremial a los integrantes de su base sindical y se olvida de todos los demás trabajadores incluso a los de su misma rama industrial.
Sin embargo, las movilizaciones que se han realizado en los últimos meses dan pauta para el optimismo, pues en estos sectores movilizados se está germinando la semilla del nuevo proceso de organización sindical.
Dos aspectos fundamentales debe enarbolar el movimiento hacia un nuevo sindicalismo: La democracia e independencia sindical. Un sindicalismo democrático que respete y promueva la participación de todos los agremiados y que la toma de decisiones se realice en base a las decisiones mayoritarias de los agremiados; la independencia sindical respecto a los patrones, el gobierno y partidos políticos.
Éste ha sido uno de los problemas más importantes de los sindicatos mexicanos, ya que, sus dirigentes siempre han estado ligados al gobierno, del cual reciben favores y a cambio tienen controlados a los agremiados al sindicato.
¡Por un sindicalismo que defienda y agrupe a todos los trabajadores del país!
¡Por un sindicalismo democrático!
¡Por un sindicalismo Independiente!
Fraternalmente, Liga de Unidad Socialista.
Ciudad de México a 1 y 2 de agosto de 2020.