A través de un reportaje, el canal alemán Deutsche Welle denunció el estancamiento de las investigaciones en torno a las violaciones a los derechos humanos en Colonia Dignidad, indicando al ministro Hernán Larraín como responsable directo. Según señaló el canal de TV, “durante mucho tiempo fue partidario de la secta”.
Larraín, parte del gabinete de Piñera, no es más que una muestra de lo que es el gobierno de la derecha.
Sábado 20 de noviembre de 2021
El reportaje además mencionó el acuerdo firmado entre Chile y Alemania en 2017, el que tenía por objetivo que Alemania pudiese analizar en sus laboratorios los materiales extraídos desde las fosas de Colonia Dignidad, sin embargo hasta el presente Chile no ha enviado nada, ya que el responsable directo, el ministro de Justicia Hernán Larraín, “durante mucho tiempo fue partidario de la secta”.
En la misma línea, el medio alemán entrevistó a el cineasta alemán Wilfried Huisman, uno de los directores de la serie de Netflix "Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile”, el cual señaló que el Ministerio de Justicia de Chile prohibió a último minuto una entrevista con un testigo clave.
Este testigo sería Gerhard Mücke, mano derecha y suplente de Paul Schäfer, estaba dispuesto a dar su testimonio desde la cárcel de Cauquenes para la investigación, fue suspendido a última hora por una prohibición del Ministerio de Justicia y de DD.HH. Huisman señala que la entrevista estaba prácticamente lista cuando llegó una cancelación del Ministerio de Justicia, esto en enero de 2017. La explicación del ministerio que encabeza Larraín fue "En relación a la solicitud de entrevista al interno Gerhard Mücke, informar a usted que ésta no fue autorizada atendiendo razones de seguridad institucional, potencial afectación a las víctimas del delito, y para salvaguardar la integridad física y psíquica del mismo interno”.
Según el cineasta, Mücke estaba presente cuando los visitaban los senadores de distintos partidos, incluso socialistas, cuando llegaban los militares, cuando llegaba Pinochet, o el jefe de la DINA, Manuel Contreras, o el jefe de carabineros a Colonia Dignidad a reunirse con Schäfer. Además, tenía una habitación sobre una bodega de papas subterránea en donde se realizaban torturas.
Larraín no solamente fue un ferreo defensor de la dictadura y de Colonia Dignidad en los años 90, si no que también es responsable de entregar certificados de buena conducta en casos criminales, lo que ha incluido a familiares suyos incriminados por delitos de narcotráfico, y a terceros condenados por abusos de menores. Además, en su momento, manifestó públicamente su intención de tratar de influir en el juicio contra el exsenador UDI Jaime Orpis a través de testificar a su favor. Hoy, Orpis está condenado por fraude al fisco y cohecho. Como si fuera poco, su gestión en Registro Civil, Gendarmería y el ex Sename, actual Servicio de la Mejor Niñez, tienen el récord de grandes licitaciones fallidas y de problemas de probidad y/o seguridad. De muestra un botón, acaba de declararse nula la adjudicación de la licitación de cédulas y pasaportes al consorcio chino encabezado por la empresa Aisino, que había calificado en primer lugar.
Más aún, en los primeros días en el cargo, decidió tramitar ante el Congreso Nacional la anulación del proyecto de ley dejado por Michelle Bachelet, el cuál está destinado a reparar a los ex presos políticos calificados por el Informe Valech, alegando “escasez de fondos”. El historial de Larraín es largo y cada detalle de él es la muestra de cómo actúa la derecha y sus partidos. Más aún, es un pequeño extracto del funcionar del gobierno de Piñera, el cual se ha mostrado satisfecho con la gestión de Larraín en el Ministerio de Justicia. Impunidad, violación a los derechos humanos, negacionismo y aprovechamiento de sus cargos y del estado de la mano del empresariado es la tónica.

Aukan Galdames
Docente Transactivista - Militante de Pan y Rosas Chile