A dos años de la masacre las palabras barbarie e impunidad retumban en Oaxaca y en nuestro recuerdo, y esto sólo se comprende reconociendo al Estado como asesino y capaz de llegar a crímenes de lesa humanidad para cumplir con los mandatos imperiales.
Martes 19 de junio de 2018
La mal llamada reforma educativa ya se ha cobrado decenas de vidas de maestros, de trabajadores de las regiones en lucha, padres de familia; ha perpetrado brutales violaciones a nuestras maestras, mantiene encarcelados a varias decenas de luchadores y centenares de trabajadores perdieron su fuente de trabajo.
Pero hubo un hito que despertó el más profundo repudio a nivel nacional e internacional y a la vez potenció la lucha magisterial del 2016, logrando la unidad en las calles del magisterio con madres y padres de familia en lugares donde desde el 2013 no lo habíamos conseguido, como en la Ciudad de México.
Desató el cierre de más de 300 escuelas a mano de las madres en apoyo al magisterio y por la educación de sus niños; paralizó la ciudad por más de 24 horas con 70 bloqueos y despertó a la vida política a centenares de personas en pocas horas.
Ese hito fue la brutal masacre de Nochixtlán que aun hoy sigue impune totalmente. Ni un solo político preso por haber planeado y dado la orden de reprimir y asesinar a sangre fría, ni un solo policía en la cárcel, ni una sola explicación de porqué se utilizaron armas de fuego.
Entonces y hasta ahora, la justicia y la verdad se fueron de juerga junto a los funcionarios de un Estado que goza del apoyo de todos sus socios en el parlamento para que, a pesar de encontrarse en agonía, nada se salga de cauce y nadie se atreva a “desestabilizarlo”.
Nos dice Lopez Obrador: “hay que acompañar al presidente hasta que termine su mandato”, incluso, le da la seguridad de que “no quiere llevarlo a la cárcel”. O sea que, el presidente Peña Nieto, cuestionado internacionalmente por haber gobernado en el sexenio más sangriento de nuestra historia.
No pagará por sus crímenes, incluso bajo el mandato de AMLO, y se irá tranquilo a descansar luego de tan ardua tarea cumplida con honores en favor del imperialismo. Luego de imponer junto a sus socios del Pacto por México las 11 reformas estructurales que cambian de raíz a nuestro país y la vida de sus mayorías laboriosas.
Irónicamente, contradiciendo esta realidad, el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab, instó al gobierno de Peña Nieto a esclarecer los hechos de la masacre en Nochixtlán, basándose en que “las autoridades siguen sin aclarar lo ocurrido, por lo que aun está lejos de alcanzarse la verdad y la justicia que tanto las víctimas como la sociedad demandan” y que “es indispensable para que el caso no quede en la impunidad”.
A dos años Oaxaca no olvida, no perdona y reclama justicia en las calles
Hoy, en el marco de la lucha magisterial que comenzó, nuevamente, el pasado 28 de mayo en Oaxaca, se redoblaron las fuerzas del pueblo en las calles de todo el estado, y en Nochixtlán se dio la mayor concentración que, una vez más, expresó que ese pueblo no está dispuesto a olvidar, que no está dispuesto a perdonar y que seguirá reclamando justicia por aquella invasión de las fuerzas estatales y federales perpetrada ese 19 de junio del 2016, cuando se cobraron la vida de 11 pobladores que sólo expresaban su férreo rechazo a la degradación laboral de los maestros y a condenar a sus hijos a una educación miserable. A quienes lejos de escucharlos, los asesinaron.
Desde horas muy tempranas, el combativo magisterio oaxaqueño acompañado por pobladores de varias regiones, dio inicio a la jornada en una enorme caravana que salió del paraje denominado Los azulejos, tomando la carretera federal hacia el heroico pueblo de Nochixtlán.
En el transcurso se hizo una parada frente a los monumentos de los caídos que se levantaron en homenaje a varios de los que aquel fatídico día decidieron alejarse para resguardar sus vidas pero fueron perseguidos hasta que lograron acabar con ellas.
Alrededor de las 12:40 h se dio inicio a la celebración eucarística y luego, se reanudó la marcha hacia el Zócalo local, para terminar con el mitin político frente al Palacio Municipal del pueblo.
Mientras tanto, en la Ciudad de México, las maestras y maestros de la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase hacemos nuestro el reclamo de justicia y cárcel a los actores intelectuales y materiales de esta masacre en Oaxaca y nos unimos a la movilización al Hemiciclo a Juárez y al mitin en el antimonumento a los 43 convocado por la CNTE, junto a un millar de maestros y maestras.
Puedes verlo aquí: Marcha-Mitin de la CNTE a dos años de Nochixtlán
No obstante, opinamos que todas nuestras demandas sólo podremos conquistarlas mediante la unidad en las calles y la auto-organización democrática e independiente de los trabajadores y el conjunto de los sectores oprimidos. No confiando más que en nuestras propias fuerzas y métodos de lucha para garantizar que los responsables de la masacre en Nochixtlán se pudran en la cárcel y la impunidad no gobierne, pero también para lograr tirar abajo esta violenta reforma educativa que sólo trajo mayores penurias a nuestro pueblo.