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Red Internacional
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Covid 19. Industriales norteamericanos exigen se levante la cuarentena para sus empresas en México

Al igual que hace casi 200 años, los industriales chocan con el Estado, exigen lo mismo: se levanten las medias sanitarias pues atentan contra el régimen de producción capitalista

Viernes 24 de abril de 2020

El día de ayer, 327 empresas trasnacionales de la manufactura, aglutinadas en la Asociación Nacional de Manufacturas de Estados Unido, enviaron una carta a López Obrador, le dicen:

“Estamos, sin embargo, profundamente preocupados por los decretos de emergencia de salud emitidos por el Ministerio de Salud de México y los gobiernos estatales que ha dado como resultado el cierre forzado o amenaza de cierre de las instalaciones de fabricación esenciales de nuestras compañías, así como las instalaciones de nuestros proveedores”

Y más adelante:

“Instamos a México a reconocer y corresponder, con el propósito de determinar si un fabricante es designado como esencial y crítico, a la guía emitida por la Agencia de Seguridad Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) del Departamento de Seguridad Nacional de los EU”

En el fondo, le exigen al gobierno mexicano que levante la cuarentena para las manufacturas transnacionales y las que están vinculadas con los procesos productivos norteamericanos. Esto para seguir explotando trabajo y obtener ganancias.

Y es que la manufactura de exportación en México es una extensión del aparato productivo norteamericano, y juega un papel principal al ser prácticamente el único polo de desarrollo de nuestro país.

La deslocalización de la empresa

La deslocalización y desindustrialización fueron dos procesos que pegaron fuertemente en el capitalismo desarrollado, consistieron en que diversas fábricas otrora nacionalistas (como la General Motors) fragmentaron sus cadenas productivas enviándolas a otras regiones del mundo, sobre todo al sur global, donde encontraron regímenes de superexplotación del trabajo que les permitió abaratar costos pagando bajos salarios.

Estos procesos dejaron a su paso zonas desindustrializadas, como Detroit, y mudaron la industria (deslocalizandola) a otros lugares. Esto pudo ser posible gracias a las revoluciones constantes en la producción, como las que se dieron con las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.

Película como Le couperet (en España se estrenó bajo el título de “Arcadia”), del director griego Constantin Costa-Gavras, recrea una dramática historia de humor negro sobre las consecuencias trágicas que aparejó esta deslocalización en la vida de los trabajadores.

En los noventas, en la frontera mexicana se constituyó el corredor industrial automotriz subordinado a la industria norteamericana, como parte de este proceso de deslocalización.

En esos años también se dio el boom de las teorías eurocéntricas del fin del trabajo, que consistieron en afirmar que el papel central del trabajo, como eje constructor de la vida social, había terminado con la entrada de la nueva era tecnológica.

Una exigencia de casi 200 años y la venganza de Marx

Para el Marx de El Capital, el desarrollo de la gran industria generó también procesos de reacción planificada y consiente sobre su mismo proceso de producción, fue entonces que se instauraron legislaciones fabriles para imponer, mediante el Estado, leyes coactivas con “los más sencillos preceptos de limpieza y salubridad”.

Sin embargo, estos preceptos han generado choques con “las autoridades sanitaria, las comisiones investigadoras industriales, los inspectores fabriles” que desde hace casi 200 años no les quedo más que declarar que las “enfermedades pulmonares de los obreros constituyen una condición de vida del capital”.

Esto quiere decir que a partir de cierto punto, la producción capitalista “excluye todo perfeccionamiento racional”, pues las medias sanitarias atentan contra su régimen de explotación.

Hoy, los industriales norteamericanos vuelven con la misma exigencia que desde entonces: levantar la cuarentena pues atenta contra la vida del capital.

Y en este mismo sentido la OMS hace unos días afirmaba: "No se equivoquen, tenemos un largo camino por recorrer. Este virus estará con nosotros durante mucho tiempo"

Estos acontecimientos se han obstinado por actualizar, casi al pie de la letra, a Marx, que vuelve más vigente que nunca.

La industria subordinada en México

Con el 40% del aparato productivo volcado a la exportación, y el 80% de este subordinado a EEUU, los industriales mexicanos están forjando un bloque para romper la cuarentena en sus fábricas, muchas de ellas –por cierto– siguen trabajando.

La exigencia norteamericana, por supuesto, ya ha sido respaldada por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) de México.

En Ciudad Juárez, que forma parte del corredor industrial de la frontera, hoy se encuentran cerradas cerca del 90% de las 200 empresas de la manufactura que se agrupan en el Consejo Nacional de la industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación Index. Los cuales también preparan un “plan” de trabajo ante esta situación.

En próximos días, las tensiones por arriba, entre la industria y las alturas de la burocracia estatal, irán en ascenso.

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