La inflación medida por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística según el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) alcanzó el mayor valor acumulado en 12 meses desde noviembre de 2003, cuando llegó al 11,02%. El IPCA de julio es el más alto para el mes desde 2004, llegando al 0,62%.
Martes 11 de agosto de 2015
La inflación o el aumento continuo y generalizado de los precios sigue amenazando al bolsillo y los ingresos de los trabajadores, contribuyendo al aumento del costo de vida que es sentido diariamente por la población. Los datos divulgados por el IBGE confirmaron el aumento de la inflación para el mes de julio, y en lo acumulado en 12 meses, el mayor valor en más de diez años, de 9,56%, bien por encima del techo del gobierno y del Banco Central de 6,5% al año.
Según el IBGE, el alta de los precios en el último mes fue empujado principalmente por los reajustes tarifarios de la energía eléctrica en las capitales de San Pablo (aumento de 11,11%) y Curitiba (11,40%) y por el aumento en las tasas de aguay cloacas, en varias regiones del país. Otro ítem que se destacó fue el grupo vinculado a la vivienda, reajustes en gastos de edificios y alquileres. Es un costo que afecta principalmente a los sectores más pobres de la población pues son los que destinan buena parte de sus ingresos en esos gastos. En relación a la alimentación, los precios de los productos básicos también aumentaron notoriamente. Con la crisis, el aumento del desempleo y la caía de los ingresos, estas cuentas sofocan los ingresos de los trabajadores mes a mes.
Inflación: ajuste contra los trabajadores
La ciudad de San Pablo registra una inflación del 10% según el DIESSE (Agencia Oficial de Estadísticas) para el mes de julio. Es importante notar que las tasas de inflación según la investigación, son mayores en las franjas de ingresos más bajos, es decir, quien menos gana sufre más con el aumento de precios.
Las medidas neoliberales del gobierno solo contribuyen a aumentar la crisis para los trabajadores, con recortes de gastos sociales, aumento de tarifas, eliminación de derechos laborales como con el Plan de Programa de Empleo (PPE) y Medidas Provisorias (Decretos-MPs) 664 y 665. Todas estas medidas implementadas por el ministro de economía Levy y el gobierno de Dilma tienen por objetivo reducir la inflación pero no desde el punto de vista de los trabajadores sino pensadas para preservar las ganancias de empresarios y capitalistas. Por esto es necesario luchar contra el aumento en el costo de vida y para que los salarios aumenten conforme aumenta la inflación, preservando los empleos con reducción de la jornada, sin reducción salarial. Solo así es posible que los trabajadores impongan que los costos de la crisis sean pagados por los patrones y capitalistas.