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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Informe 2018 de la CPM: “Este año fue récord en torturas y muerte en lugares de encierro”

La Comisión Provincial por la Memoria y el Comité Contra la Tortura presentaron en La Plata la versión XII de “El sistema de la crueldad”, sobre violencia estatal en territorio bonaerense.

Sabrina Ramírez

Sabrina Ramírez @sabry.ram

Sábado 11 de agosto de 2018

Foto CPM

Este viernes a la mañana, a sala llena, la Comisión Provincial por la Memoria presentó el décimo segundo informe sobre violaciones a los derechos humanos en territorio bonaerense. Fue en el salón anexo de la Cámara de Senadores provincial y participaron entre otros el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el secretario de la CPM Roberto Cipriano García y el juez Gustavo Hornos.

El informe, titulado “El sistema de la crueldad XXI”, realizado con acompañamiento del Comité Contra la Tortura (CTT), denuncia las políticas de “seguridad” y las condiciones en que se vive en los lugares de encierro de la Provincia de Buenos Aires, tanto a nivel penitenciario como policial y terapéutico.

La apertura de la exposición estuvo a cargo de la directora general de Áreas de la CPM Sandra Raggio, quien portaba un pañuelo verde atado a su muñeca. Afirmó que, como plantea el informe, “son los sectores más vulnerables los que están más atravesados por la violencia que genera el sistema penal, en su mayoría son jóvenes varones pobres”.

Raggio agregó que las condiciones denunciadas “no son nuevas, no se generan de un año para el otro, sino que son el resultado de una política de seguridad que llamamos manodurismo que se instaló en la provincia de Buenos Aires hace veinte años y, lamentablemente, no hubo ningún gobierno que haya tenido la decisión política de revertirlo”.

Asimismo, dijo que este año el informe se encontró atravesado por la Masacre de Pergamino, la más grave perpetrada en una dependencia policial bajo gobiernos constitucionales, donde siete jóvenes murieron asfixiados y quemados en un calabozo. Raggio agradeció la presencia de familiares en la sala y resaltó la creación de un espacio para la memoria en la Comisaría Primera de Pergamino, que además funcionó como centro clandestino de detención en la dictadura cívico-militar. “Esto da cuenta que la violencia del Estado continúa”, afirmó Raggio.

Adolfo Pérez Esquivel, quien preside la CPM, afirmó que hay “una política de recolonización continental” y que “es necesario desarmar la razón armada”. En ese sentido aseguró que los doce mil policías que destinó recientemente la gobernadora María Eugenia Vidal a las calles de la Provincia en realidad “generan inseguridad” y que los recursos allí gastados deberían destinarse a “educación y salud para los niños”.

Además Pérez Esquivel denunció que “el año pasado hubo 4.500 presos más que en 2016” y que son “40 mil personas que sufren condiciones inhumanas, degradantes. Las cárceles son depósitos humanos y no para la reeducación de esas personas”.

Foto CPM

El informe

El secretario de la CPM, Roberto Cipriano García, fue el encargado de brindar los números que arrojaron los años 2017 y 2018. “De todos los informes que realizamos, quizá este sea el más cruento, no sólo porque muestra la profundización y consolidación en políticas criminales represivas como nunca se vio, sino por las situaciones de extrema gravedad han alcanzado récords históricos”, sentenció García.

El secretario de la CPM detalló varios de los puntos del informe que pintan de cuerpo entero el estado de situación de la violencia criminal de Estado en la era Vidal.

  •  La Gendarmería se volvió la fuerza estrella: una fuerza multipropósito, omnipresente en los operativos de seguridad para contrarrestar supuestas alteraciones al orden público. Intervino en 2017 en más de 386 operativos, la mayoría fueron manifestaciones sociales”. Durante 2017 se reprimió en el 58 % de las manifestaciones.
  •  Récord de 39.765 personas detenidas e indagadas por fiscales de la provincia de Buenos Aires. De ellas sólo el 10 % fueron detenidas con una orden judicial previa.
  •  Un 54 % de detenidos están con prisión preventiva. Es decir que son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
  •  121 casos de muerte provocadas por fuerzas de seguridad, el 70 % fuera de servicio. De esas muertes, 14 fueron jóvenes menores de 18 años, 12 fueron mujeres (seis de ellas víctimas de femicidio).
  •  En 2017 se duplicaron las denuncias por violencia policial que ingresaron a la CPM.
  •  De 43.100 detenidos, 38.320 están en cárceles y alcaldías que cuenta con 20 mil plazas, 3.097 en comisarías y 1.677 en monitoreo electrónico. Hay un 197 % de sobrepoblación carcelaria.
  •  En 2017, 22 personas murieron en comisarías, 134 en cárceles. Pero esto es solo una estimación de la CPM ya que, por primera vez, el Ministerio de Justicia no informó el número real.
  •  Entre 2002 y 2017 la cantidad de mujeres detenidas creció un 197,6 %. El índice de prisión preventiva es mayor en mujeres, llega al 60,4 %. El 5,3 % de las personas detenidas en centros del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia son niños de entre 13 y 15 años.
  •  Desde 2014 a 2017 se investigaron 13.076 hechos denunciados de tortura.

    Desde hace años la CPM publica sus informes y ninguno de sus indicadores y estadísticas han producido algún tipo de descenso en los niveles de violencia, brutalidad y criminalidad estatal descargada sobre la población trabajadora y pobre de la Provincia.

    Los agentes de la Policía Bonaerense, de las policías locales, del Servicio Penitenciario y de las fuerzas federales que actúan en territorio provincial baten año tras año nuevos récords de crímenes y vejaciones.

    Pese a los discursos y maquillajes, el accionar represivo aumenta independientemente del color político que gobierno la Provincia. En los 90 con Duhalde y Ruckauf, en los 2000 con Solá y Scioli, actualmente con Vidal, la tortura, la represión y la muerte son una constante del Estado capitalista y sus planes de ajuste, hambre y miseria institucionalizada.

    El valor de los informes anuales de la CPM es mostrar de forma descarnada esa constante que tanto macristas como peronistas (en sus diferentes vertientes) ejecutan a la perfección pero niegan con cinismo.