En el informe de la jefa de gobierno de Ciudad de México, se presentaron cifras alegres sobre el desempeño de la administración capitalina; no obstante, miles de trabajadores tienen otra opinión.
Viernes 10 de diciembre de 2021
En un informe con invitados cuestionables como el rector de la UNAM Enrique Graue, representante de la casta dorada de la burocracia universitaria, o el presidente del PRI, Israel Betanzos, la jefa de gobierno presentó los avances de su administración haciendo énfasis en el “combate” a la corrupción y en la reducción de los llamados delitos de alto impacto.
Por otro lado, Sheinbaum señaló el desendeudamiento de 90 mil 150 millones de pesos luego de tres años de gobierno, mientras hizo alarde de lo bien que se ha atendido de la pandemia “con ciencia y consciencia”, esto, haciendo del lado las denuncias y reclamos del personal de salud capitalino, el cual en diferentes ocasiones se ha manifestado denunciando sus condiciones de empleo.
Sien embargo, si hubo algo de lo que lo que no se habló fue de las condiciones en que vive la clase trabajadora en la ciudad más importante del país, donde son los propios trabajadores estatales de diferentes dependencias o programas sociales, quienes vienen denunciando las condiciones de precarización y los despidos que se mantienen implementando figuras de subcontratación que disfrazan formas de outsourcing cuyo objetivo es no reconocer derecho alguno.
"El objetivo es llegar a atender a un millón de personas", dijo sobre el programa Pilares, el mismo programa que ha propiciado recientemente importantes movilizaciones de sus trabajadores, quienes exigen ser considerados como trabajadores y no como colaboradores impidiéndoles así tener estabilidad y derechos laborales básicos.
En cuanto a la educación pública, Sheinbaum hizo énfasis en las "ayudas" dirigidas a estudiantes de todos los niveles: "pasamos del excluyente programa ’Niños Talento’ a una beca universal para el bienestar", una mera mención de quien se perfila como principal contendiente a suceder en la presidencia a López Obrador por el partido oficial Morena.
Sin embargo, al respecto de la educación, es muy importante contemplar la enorme cantidad de jóvenes que se han visto imposibilitados de poder continuar con su educación producto de las condiciones que ha impuesto la pandemia. Algunas cifras al respecto calculan entre 20 y 30 por ciento de la matrícula educativa, son miles de estudiantes que ven truncadas sus expectativas de poder terminar una carrera universitaria, ni hablar de los que tienen que trabajar y abandonar sus estudios desde la secundaria o prepa; estos miles de estudiantes también estuvieron ausentes en el discurso.
Otro de los aspectos a analizar es el discurso de que la violencia de género habría disminuido en la ciudad, Sheinbaum afirmó que con la Alerta de Género se ha disminuido hasta un 24 por ciento el feminicidio. Estos datos contrastan sin embargo con la forma en que se ha manejado el gobierno capitalino con las movilizaciones de mujeres, donde la represión y la descalificación han sido parte de la política gubernamental con despliegues de miles de policías, gases y golpes en cada manifestación.
Ante la falta de agua en diferentes alcaldías como Iztapalapa, Tlalpan y Milpa Alta, la jefa de gobierno se limitó a decir que iría “directo a las alcaldías” sin dar mayor explicación sobre la situación que enfrentan o una ruta clara para garantizar el derecho humano al agua para todos los habitantes de la cuidad.
Ante la falta de agua en diferentes alcaldías como Iztapalapa, Tlalpan y Milpa Alta, la jefa de gobierno se limitó a decir que iría “directo a las alcaldías” sin dar mayor explicación sobre la situación que enfrentan o una ruta clara para garantizar el derecho humano al agua para todos los habitantes de la cuidad.
Por último, Sheinbaum destacó la cobertura de internet en la ciudad, así como las bicisendas y otras medidas para el transporte, aspectos que son derechos básicos para los habitantes de la ciudad. Sin embargo, nada se mencionó respecto a la manera en que la especulación inmobiliaria está generando una fuerte gentrificación, con la que la vivienda se vuelve cada vez más difícil para miles que son expulsados a barrios populares sin servicios adecuados y a la periferia de la ciudad.
Sin duda, estos "no avances" que pregona la alcaldesa capitalina no reducen sino que complenetan la profunda precarización laboral que impera y que sufre las masas trabajadoras, en primer lugar la juventud. Es una marca de esta 4T y de la “ciudad de derechos” donde la clase trabajadora no tiene ningún lugar en el discurso oficial, mucho menos en sus planes de gobierno orientados a favorecer a los patrones. Sólo la lucha, la organización y la coordinación de diferentes sectores que alzan la voz podrán re-conquistar los derechos que, por más discursos alegres que se hagan desde el gobierno, permanecen ausentes.