Tras 76 días, se cerró una primera etapa del conflicto. La enorme lucha de los trabajadores frenó, momentáneamente, la aplicación del cuarto turno. Ahora transitan un período de conciliación obligatoria y reorganización.
Sábado 3 de septiembre de 2016 16:53
El acuerdo entre los trabajadores azucareros, los representantes de la empresa El Tabacal y el Ministerio de Trabajo provincial que irrita al gobierno provincial de Juan Manuel Urtubey y al nacional de Mauricio Macri, se firmó el pasado sábado 27 en el marco de un comité de crisis patrocinado por la Iglesia Católica. En el acta firmada por las partes figuran como puntos salientes un aumento del salario que ronda el 41, 4 %, que rompe el techo a las paritarias en la región, y la judicialización del cuarto turno.
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La lucha de los trabajadores y sus familias hicieron retroceder a esta multinacional yanky que, desde hace 3 años, viene intentando imponer el cuarto turno o turno relevante, una medida de flexibilización laboral que implica la disminución de alrededor de un 40 % del salario. Ante esto, la bronca del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, se hizo sentir y en un almuerzo esta semana con representantes de la Unión Industrial Argentina (UIA) manifestó que no pueden convalidarse aumentos de sueldos del 40% cuando la inflación proyectada es del 17 %, poniendo de ejemplo el conflicto de los azucareros de Tabacal y calificando de irresponsable la actitud empresaria de aceptar un acuerdo de esa magnitud.
Otros puntos del acuerdo
Si bien no lograron conquistar el pase a planta de todos los sectores, del campo y el ingenio, un ítem importante acordado en la negociación fue la obtención de derechos jubilatorios para los trabajadores temporarios.
Esta semana los trabajadores recibieron un adelanto no remunerativo de parte de la empresa que los trabajadores deberán devolver en cuotas y el retroactivo correspondiente a los meses mayo y junio. Por delante está abierto un período de conciliación obligatoria donde la patronal pretenderá desconocer el lock out y el legítimo derecho a huelga de los laburantes, a tono con su proceder absolutamente antisindical y violatorio de los derechos laborales adquiridos.
Los trabajadores dieron todo de sí
Con gran predisposición a enfrentar el ataque y derrotar la avanzada de la patronal, los trabajadores de Tabacal pelearon contra todos por sus reivindicaciones. Enfrentaron a la empresa y sus aliados: los medios como el diario El Tribuno , el gobierno nacional el provincial, y la Iglesia Católica, a través del Obispo Gustavo Zancheta. Apostados en el portón del Ingenio, cortaron la Ruta 50 y realizaron 4 movilizaciones en Orán, oponiéndose a cada maniobra de la patronal yanky que buscó por todos los medios, y no logró, la división entre trabajadores del campo y el ingenio.
Los trabajadores desarrollaron un conflicto muy duro junto a sus familias, con un rol destacado de las mujeres del azúcar, y el pueblo de Orán, y de la misma forma enfrentaron la feroz represión del miércoles 24 por parte de la policía salteña que dejó más de 27 heridos e hizo recordar el antecedente del 2012.
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Los legisladores nacionales y provinciales de Salta, incluidas las bancas del Partido Obrero, durante todo el conflicto no solicitaron la interpelación al Ministro de Trabajo Eduardo Costello para que rindiera cuentas de la inacción del ministerio ante el lock out patronal que finalmente alcanzó los 58 días, algo inédito en los últimos años. Desde el PO sí se llamó a interpelar al Ministro de Seguridad, Carlos Oliver, frente a la brutal represión, propuesta que fue rechazada.
Los límites del Sindicato de Trabajadores del Azúcar
La dirección del STA en Tabacal, que está enrolada en la CTA de Pablo Michelli, es un subproducto de las huelgas del 2008 y 2009 y expresa un fenómeno antiburocrático que se dio en los ingenios de la región.
A esta gran experiencia que hicieron los trabajadores este año el límite lo puso la propia dirección sindical que no se jugó a desarrollar la movilización amplia para rodear de solidaridad el conflicto ni para repudiar el accionar de la Infantería salteña con gases y balas de plomo.
Apoyarse en la simpatía que la lucha despertó en estudiantes de la Universidad de Salta , docentes y organizaciones sociales y políticas, habría fortalecido a los trabajadores y hubiese dejado en peores condiciones a la empresa yanky. Para lograr todas las demandas, empezando por el rechazo total al cuarto turno y a las sanciones y amenazas de intervención al STA.
Una medida conjunta de los trabajadores de los Ingenios de la región, como el Ingenio Ledesma frente a la brutal represión que sufrieron por parte de la Policía del gobernador jujeño Gerardo Morales en julio o frente al anuncio de despido de más de 800 trabajadores del Ingenio La Esperanza, también hubiese sido muy importante. Incluso, el impulso a un paro nacional contra el ajuste y los ataques, por parte de los gobiernos y la justicia, a los trabajadores y sus organizaciones sindicales.
¿Qué esconde la judicialización del cuarto turno?
La conducción del STA propuso la judicialización del cuarto turno que los directivos de la Seaboard acordaron. En un principio había sido rechazado ampliamente en la asamblea del viernes 26 a la noche, luego de más de 12 horas de reunión del comité de crisis. Ante el acta acuerdo del día siguiente un sector de trabajadores de Tabacal empezó a expresar descontento y cierta disconformidad con la dirección del conflicto.
La Seaboard Corporation, al no poder hacer pasar su plan inicial que implicaba aplicar el cuarto turno desde el 1 de julio, por la resistencia obrera y popular, acordó un plan B para destrabar el conflicto, basado en la confianza en la justicia de los ricos y empresarios.
Una nueva etapa por delante
Se avecina una nueva etapa del conflicto en este sector más importante de los últimos años, luego de los 20 días de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
La Izquierda Diario abre sus páginas para expresar la voz de los protagonistas que permita desarrollar la más amplia solidaridad para que la lucha triunfe y se puedan derrotar las intenciones de la patronal yanqui, el gobierno y sus aliados.
Florencia Gasparini
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.
