En un nuevo aniversario de la muerte del cineasta sueco, el amor, la soledad, la infancia, la muerte y la religión, los grandes temas que plasmó a lo largo de su carrera.
Sábado 30 de julio de 2022 08:56
«El arte tiene que ser útil porque lo más importante que hay en la vida es el hecho de que estamos aquí con otros» Ingmar Bergman.
Nacido en Uppsala en 1918, creció en una familia con una rigurosa educación religiosa, su padre era pastor luterano. Estudió en la Universidad de Estocolmo y se licenció en Literatura e Historia del Arte, metiéndose en el mundo del teatro, una de sus grandes influencias. En 1943, fue guionista de una productora de cine sueca, dirigiendo su primera película en 946, Crisis. Su reconocimiento internacional llegó en el Festival de Cannes de 1956 con Sonrisas de una noche de verano. En 1956, dirige El séptimo sello, con una gran repercusión en el público. Ubicada en la Edad Media, un soldado vuelve de las Cruzadas y ve su pueblo devastado por la guerra y la peste, perseguido por la muerte que lo viene a buscar, la desafía jugándole una partida de ajedrez. Filmada en blanco y negro, la imagen del tablero de ajedrez en la playa, quedó en el panteón del cine para siempre. Basada en iconografía cristina, El séptimo sello es uno de los temas del Apocalipsis, el silencio. Del 57 al 60, dirige las películas que lo marcaron como autor, Fresas salvajes, sobre la vejez y el Manantial de la doncella, una dura historia medieval basada en una vieja historia sueca de violación y venganza, con la que gana el primer Oscar. Luego llegará la parte más psicológica de su cine siendo Persona, la película más emblemática. En toda esta fase, los primerísimos planos son una constante en su manera de filmar.
Más tarde, Gritos y susurros, 1972 , con una gran fotografía y poco diálogo, es el comienzo de la etapa en la que cineasta expresa las temáticas familiares. Secretos de un matrimonio,1973, la rutina, la hipocresía, la asfixia familiar. En 1976 filma Cara a Cara, abandona Suecia acusado de evadir impuestos y se instala en Alemania para rodar El huevo de la serpiente, sobre el nazismo .En el 1978, Sonata de otoño, sobre la relaciones entre madre e hija con Ingrid Bergman actuando por primera vez con el director. Fanny y Alexander, 1982, que ganó el Oscar y Globo de Oro, fue la despedida del sueco del celuloide y donde expresa más nítidamente su infancia en la que fue sometido a castigos físicos y psicológicos. En este film aparece el color más intensamente algo que antes no había ocurrido, una película de época con un gran vestuario y ambientación.
«Tengo una profunda fijación con mi infancia. Algunas impresiones son extremadamente vívidas, la luz, el olor y todo eso. Hay momentos en los que puedo pasear por el paisaje de mi infancia, por habitaciones de hace tiempos, recordar cómo estaban amuebladas, dónde colgaban los cuadros en las paredes, cómo era la luz, es como una película, pequeños trozos de una película que pongo en marcha y puedo reconstruir hasta el último detalle, excepto su olor», decía el cineasta.
Algunos de sus grandes actores y actrices fueron: Ingrid Thulin, Max Von Sydow, Bibi Andresson y Liv Ullmann.
Dejó el cine para volver al teatro, al que nunca abandonó del todo y realizó algunas películas para televisión , la última Saraband, 2003, en la que retoma los personajes de Secretos de un matrimonio y los ubica en la vejez.
Filmó alrededor de 40 películas sin contar sus documentales y murió el 30 de julio de 2007 a los 89 años en la Isla de Faro, lugar a donde se había retirado. Ese mismo día murió también el cineasta italiano Michelangelo Antonioni.
Celina Demarchi
Nació en Berisso, provincia de Buenos Aires. Docente y actriz, participa en la sección Cultura y en distintas producciones audiovisuales de La Izquierda Diario.