El Partido Revolucionario Insitucional (PRI) podría salir en malas condiciones como partido nacional si pierde el bastión político más importantes del país, el Estado de México. Delfina Gómez y su corriente del grupo Texcoco podrían encumbrarse no sólo en dicho estado sino al interior del Morena a nivel nacional.
Raúl Dosta @raul_dosta
Domingo 4 de junio de 2023
Se establecieron poco más de 20 mil casillas para el acopio de votos con un padrón estatal de 12 millones 691 mil votos, cantidad que representa 13 % del electorado nacional.
En la sede del Instituto Electoral del Estado de México desde las 7:30 horas, los Consejeros y Consejeras, así como los representantes de los partidos políticos en contienda, están al pendiente del desarrollo de la votación establecidos en sesión permanente este domingo electoral. Como parte del ritual político en días como hoy las candidatas de Morena y la coalición opositora madrugaron y aparecieron en los medios de comunicación al momento de efectuar su voto.
Los análisis de opinión de diferentes medios prevén que el PRI difícilmente pueda retener el Estado de México. En cuanto Coahuila, donde se votan gobernador y legisladores estatales, las últimas encuestas daban como ganador a Manolo Jiménez Salina, candidato de la alianza del PRI-PAN-PRD, mientras el Morena se perfila como segunda fuerza tras las divisiones y peleas por la candidatura. Este panorama dejaría al PRI sólo con las gubernaturas de Durango y posiblemente la de Coahuila. Esto induciría no sólo a un descalabro más sino las disputas al interior del otrora partido dominante. Lejos han quedado los tiempos (durante 7 décadas) en que el PRI gobernaba solo, impidiendo a como diera lugar que partidos de oposición gobernara un solo estado.
Por si fuera poco, quedaría atrás el dominio del grupo Atlacomulco, cuyos últimos vástagos en el poder han sido Enrique Peña Nieto y el actual gobernador Del Mazo Maza. Un grupo que se caracterizaba como un cacicazgo regional con suficiente influencia como para imponer desde las filas del PRI a presidentes y gobernadores, esta vez tuvo que elegir a Alejandra Del Moral, proveniente de Cuautitlán Izcalli, con una larga cola de negocios turbios, recién denunciada; ¿mera casualidad? unos días antes de la votación. Desde años atrás los de Atlacomulco se habían visto en la necesidad de darele la estafeta estatal a Erubiel Ávila, procedente de Ecatepec.
En fin, a partir de esta jornada electoral se abrirá el camino a otro proceso, en el cual la caballada política ha centrado su interés desde hace un par de años, las elecciones presidenciales del 2024. Más allá de qué tan fortalecido salgan el gobierno y el Morena el día de hoy, o quizás no, la disputa interna por el sucesor de AMLO será el pan nuestro de cada día en los días por venir.