Vuelven las mochilas, los nervios y los libros del inicio de curso. Con el vuelven los problemas educativos de siempre: falta de medios, de docentes, de inversión y privatización constante.

Jorge Calderón Historiador y Profesor de Secundaria, Zaragoza
Miércoles 13 de septiembre de 2017
Estos días los medios de comunicación se llenan de imágenes y testimonios que nos resultan muy familiares. Niños y niñas con sus mochilas llenas de libros, algunos cargados de ganas, de ilusión por reencontrarse con sus compañeros. Otros sin embargo, con pocas ganas de empezar y de que se acaben las vacaciones. Estas tiernas imágenes, sin embargo, esconden otra realidad muy diferente, la de una educación pública cada vez masa degradada y privatizada.
Recortes educativos todavía muy presentes
A pesar del discurso “triunfalista” del gobierno, que afirma que hemos salido de la crisis y que lo peor de la misma ha pasado, esto no se corresponde en absoluto con la situación actual de la educación pública en el Estado español.
Como tantas veces, hemos denunciado en este diario, los recortes educativos llevados a cabo en los últimos años por el gobierno central del PP y los diferentes gobiernos autonómicos, fueron los más graves de la actual “democracia”. Miles de docentes despedidos, aumento considerable del número de alumnos y alumnas por aula así como de las horas lectivas del profesorado, recortes en becas y en inversión pública de infraestructuras educativas, etc.
El tema de las becas universitarias es especialmente grave. Según los últimos datos publicados el estado ha recortado en becas unos 167 millones de euros por año. Esto ha llevado a que más de 40.000 alumnos y alumnas hayan visto recortada su beca. Desde el curso 2011-12, cuando empezó el drástico recorte de becas y el brutal aumento de tasas del PP, 127.000 estudiantes universitarios se han visto obligados a dejar sus estudios por no poder pagarlos.
En el inicio de este curso escolar, a pesar del “triunfalismo” oficial, estos recortes y los problemas que generaron siguen muy presentes en el día a día de la escuela.
La OCDE refleja la cruda realidad educativa del Estado español
Un reciente informe de este organismo, que tanto gusto citar al PP cuando da datos positivos de la economía española, explicada claramente la triste realidad educativa que persiste. Según los datos recogidos en el mismo, el 35% de los chicos y chicas de entre 25 y 34 solo completa (o no finaliza) la ESO, un porcentaje que duplica al 16% de media en los 47 países de la OCDE.
Hablamos de más de uno de cada tres alumnos y alumnas, el doble de la media de la OCDE (16%). Estos datos demuestran un panorama, en lo que hace referencia al alumnado, totalmente poralizado: de un lado, el 35% estudia lo básico o ni llega; del otro, el 41% obtiene un título universitario o FP de grado superior. Y en medio quedan los jóvenes, un 24%, con titulación de Bachillerato o FP de grado medio.
Estas alarmantes cifras tiene su reflejo y principal causante en la permanente poca inversión pública en la educación de las diferentes administraciones del Estado español. La OCDE confirma que es uno de los países con recortes más acusados en Educación entre 2010 y 2014. Continúa teniendo, como el año pasado, un gasto educativo inferior a la media de la OCDE. Sobre el gasto total, lo que se destina a Educación ha caído porcentualmente: del 9,4% en 2005 al 8,2% en 2014. El informe lo destaca dentro de un grupo de solo nueve países que siguió reduciendo su gasto educativo pasado el año 2010, con Eslovenia, Irlanda, Portugal e Italia.
Esto también se refleja en el futuro de nuestros universitarios y universitarias ya que son los graduados europeos que más obligados se ven a trabajar en trabajos sin cualificación.
Critica sindical y posibles movilizaciones
Esta nefasta situación al inicio de curso ha sido ya criticada por diversas organizaciones sindicales. El sindicato CGT Enseñanza de Aragón ha criticado el “caos” en la planificación del inicio de curso “a costa de profesores y alumnos” y consideró “preocupante” que “año tras año tengamos incidencias en los inicios de curso que impiden que estos transcurran con normalidad, cuando muchas de esas incidencias se repiten todos los años”.
En el País Vasco, incluso han ido más allá. Recientemente los sindicatos ELA, LAB y Steilas han anunciado un plan de lucha con 5 huelgas y movilizaciones en la educación pública contra las políticas del Gobierno Vasco.
Esto es el camino que hay que seguir. Solo desde la lucha y la organización constante podremos revertir esta situación.
Los sindicatos educativos se deben poner al frente y levantar un plan de movilizaciones, junto al resto de colectivos estudiantiles. Llevamos 6 años de continuos recortes en la educación pública, mientras que la privada no hace más que recibir cada vez más dinero público. Esta situación no puede mantenerse por más tiempo, sino la educación cada vez será excluyente, elitista y de peor calidad.
Toda la comunidad educativa, en todo el Estado, debemos levantar asambleas que decidan un plan de movilizaciones que haga frente a los recortes y sus consecuencias permanentes.