En el día de ayer, familiares de los niños y niñas abusados, junto con organizaciones y familiares de estudiantes del Instituto Próvolo, se movilizaron en la capital mendocina para pedir justicia. Fuertes críticas a la Iglesia y al gobierno provincial
Sábado 3 de diciembre de 2016
Foto: Nicolás Munilla / MDZ
En una movilización marcada por la indignación y la bronca, cientos de personas se concentraron en el KM0 de Mendoza para repudiar los aberrantes abusos de curas del Instituto Provolo contra niñas y niños hipoacusicos y sordos que concurrían al instituto. Familiares de las niñas y niños abusados, junto a familiares de otros niños que concurren a la escuela, la Asociación de Sordos de Mendoza y diversas organizaciones políticas y sociales se hicieron presentes en pedido de justicia. Los principales pedidos fueron justicia y que el Estado de respuestas, por ser responsable.
"Ni un abuso más"
Una de las madres, sostuvo ante los medios de comunicación: "Mi hija asiste al albergue desde los 7 años, tuvimos muchas reuniones en las cuales se manifestaban todos estos comportamientos: que se orinaba en la cama, la posición en que dormía, vino dos veces con moretones. Los directivos nos culpaban a nosotros, los padres" haciendo referencia al caso de su hija, que es una de las víctimas de abuso sexual que han presentado la denuncia.
Más allá de que el centro de la movilización estuvo puesto en repudiar los abusos sexuales a los que los curas sometieron a decenas de niños y niñas; los familiares ampliaron las denuncias sobre otros malos tratos que sufrían quienes concurrían a esta institución.
Algunas de las madres que durante la concentración hablaron con diferentes medios de comunicación manifestaron que sus hijos volvían del instituto a sus casa presentaban heridas causadas por rasguños, golpes y cortes. Además manifestaron que muchos de estos niños y niñas tuvieron que recibir ayuda psicológica por presentar secuelas de situaciones que, en algunos casos, aún no están esclarecidas.
Junto con el pedido de justicia y de Ni un abuso más, otro de los reclamos fue la separación de la Iglesia y del Estado y denunciaron la responsabilidad estatal.
Hubo momentos de mucha indignación cuando se les consultaba a los familiares por las respuestas de la Iglesia mendocina. Con mucha bronca exigían que el arzobispado provincial se haga cargo de una situación que no podía desconocer.
La respuesta del Arozbispado
En medio del silencio total del Vaticano y la Iglesia nacional, el Arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, realizó una conferencia de prensa en la iglesia de la Sagrada Familia de Guaymallén. Allí volvió a repetir las excusas que había dado su vocero días atrás, quien había dicho que desconocían absolutamente los antecedentes del cura Corradi. Franzini, además anunció que las autoridades de la Congregación del Instituto Próvolo, que residen en Verona, Italia, iniciarán un proceso canónico contra los curas acusados y que, de ahora en más, solicitarán una declaración jurada de cada sacerdote que se instale en la provincia para corroborar que no cuenten con denuncias penales.
Estas declaraciones se dieron luego de que Marcelo De Benedectis, vocero del arzobispado provincial, dijera que desconocían los antecedentes del cura Corradi ya que cuando se realizaron dichas denuncias no existía Google. "No existían los medios informativos, como Google, con los que contamos hoy" fue la frase textual que desatò la bronca y la indignación de miles de personas que insisten en que la Iglesia continua encubriendo a los curas denunciados aun después que se hiciera público el caso.
