Durante la jornada de este viernes, y al iniciar la sesión N°78 de la Convención Constitucional, un grupo de convencionales de Vamos Por Chile (derecha) realizaron un minuto de silencio en conmemoración al ex senador Jaime Guzmán, asesinado el 1 de abril de 1991, gestor de la obra política y económica de la dictadura de Pinochet.

Gabriel Muñoz Licenciado en Historia
Sábado 2 de abril de 2022
Una provocación en plena Convención
La solicitud, que fue aceptada por la mesa directiva a 31 años de la muerte del abogado, generó molestia entre algunos convencionales de izquierda, quienes tomaron la decisión de retirarse del salón del ex Congreso Nacional.
Por su parte, otro grupo de constituyentes se manifestaron fuera del hemiciclo, con imágenes de detenidos desaparecidos y bajo la insignia «justicia, verdad, no a la impunidad» y «nada ni nadie está olvidado».
La intervención provocó diversas reacciones en el pleno. Una de ellas fue la constituyente Katerine Montealegre (UDI), quien cuestionó la interrupción de la instancia.
«Hoy conmemoramos 31 años de la muerte de un auténtico, y lo único que le pedíamos era un poco de respeto, como lo hemos tenido nosotros cada vez que un minuto de silencio en este hemiciclo ha sido solicitado, pero obviamente fue pedir mucho para algunas mentes pequeñas», manifestó.
Por su parte, el convencional Marcos Barraza (PC), criticó el homenaje realizado. «Jaime Guzmán no solo fue ideólogo y autor de la constitución pinochetista que queremos extirpar, fue un golpista, fue un cómplice de violaciones y crímenes de lesa humanidad en nuestro país».
Asimismo, Barraza agregó: «La mesa no debió actuar con la automatización que lo hizo para aprobar este minuto de silencio, los minutos de silencio son para recordar a quienes lo merecen, no a quienes tanto daño y han violentado a Chile, como lo hizo Jaime Guzmán».
¿Quién fue Jaime Guzmán?
Jaime Guzmán fue un impulsor de políticas genocidas en Dictadura, fundador de la UDI (principal partido pinochetista) y redactor de la Constitución de 1980. En 1973 apoyó irrestrictamente el sangriento golpe de Estado y pasó a formar parte de los civiles ministros del cruel dictador. El legado de Jaime Guzmán condena a millones de trabajadores a la pobreza, a trabajos precarios y a vivir bajo las leyes de la moral conservadora. Su obra es responsable del saqueo de los recursos naturales y de la expoliación del pueblo mapuche. En 2019 la rebelión popular se levantó contra esta terrible herencia por privatizar la salud, la educación y las pensiones.
No podemos reivindicar a los torturadores y asesinos de nuestro pueblo, tenemos que pelear y exigir juicio y castigo para los violadores de derechos humanos de la dictadura, son miles los cuerpos de detenidos desaparecidos que aún deseamos encontrar, por verdad y reparación para sus familias.

Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia