El ejército turco masacró a 60 personas encerradas en un sótano en la ciudad de Cizre en la región kurda del país. Según fuentes kurdas en los últimos seis meses murieron 460 civiles en la guerra desatada por el ejército turco. Las comunidades kurdas llaman a la protesta en Turquía y Europa.
Miércoles 10 de febrero de 2016
El 7 de febrero el canal de televisión estatal turco (TRT) transmitió una notica de última hora: 60 militantes del prohibido Partido de Trabajadores Kurdos (PKK) habían sido asesinados por fuerzas especiales “en combates” en la ciudad kurda Cizre. Esta noticia fue saludada por sectores cercanos al gobierno como un éxito. Pero en realidad se trata de otra masacre del régimen despótico de Erdogan. Según nuevas informaciones incluso fueron utilizadas armas químicas por el ejército turco. El diputado del partido pro-kurdo HDP Faysal Sariyildiz dijo que por lo menos 30 personas habían sido asfixiadas con gas.
Desde el 22 de enero estas personas estaban presas en el sótano de un edifico. Entre ellas, más de 15 personas heridas, siete muertos y nueve personas más que esperaban ser transportadas a un hospital. El ejército turco impidió la entrada de médicos y ayudantes al sótano. Recién el domingo por la mañana los cadáveres fueron llevados al hospital estatal de Cizre.
Desde el 14 de diciembre de 2015 se ha impuesto un toque de queda en Cizre, lo que dificulta el abastecimiento de agua y electricidad y muchos heridos no pueden tener atención médica. Solo llegan los bombardeos y las balas del ejército turco.
Esta masacre no es un hecho aislado. Desde hace más de seis meses el gobierno turco aterroriza a la región kurda sistemáticamente. Asesinatos públicos, fuego de artillería a casas de familias, más de 50 toques de queda y cientos de asesinatos en los últimos meses. Incluso la alcaldesa votada legítimamente con el 83% de los votos, Leyla Imret fue suspendido de su cargo y encarcelada posteriormente.
La guerra es la continuación de la política de ocupación turca con métodos bárbaros
A esta hora hay mucha incertidumbre sobre la cantidad exacta de personas muertas y cuántas de ellas habían sido afiliadas del PKK. La oficina del gobernador de Sirnak, por ejemplo, habla de solo diez muertos. El estado turco no quiere investigar lo ocurrido. Porque en el fondo se trata de la política de guerra sistemática del gobierno del AKP. Para golpear al movimiento kurdo que avanza en sus regiones occidentales (Rojava en Siria) y norteñas (Bakur en Turquía) atacan deliberadamente a la población civil. En las ciudades kurdas cercadas por el ejército turco el HDP ganó como primera fuerza todos los cargos. Después del fracaso del “proceso de paz” entendido como “paz dictatorial” para derrocar al movimiento kurdo, ahora se trata de seguir la misma política con los métodos de la guerra.
En comparación con hace seis meses, el AKP está fortalecido. Esto se debe principalmente al apoyo de la Europa del capital (UE) que acordó avanzar en el proceso de integración de Turquía en la UE y un apoyo financiero de tres mil millones de Euros para retener a los refugiados. Las leyes restrictivas del estado turco se endurecerán más – ahora gracias el encargo directo de los imperialismos occidentales.
Es necesario llamar las cosas de su nombre. El terror del estado turco contra el pueblo kurdo no se debe a la supuesta ignorancia de la UE. Al contrario, la UE tolera deliberadamente el terror del estado para defender sus intereses en el medio oriente.
El imperialismo alemán no es un aliado, hay que combatirlo como un enemigo de los trabajadores y pueblos oprimidos, ya que solo puede ofrecer guerra y barbarie. El estado turco está en una guerra contra los kurdos financiado por la UE. Por eso hace falta salir a las calles para apoyar al movimiento kurdo contra el estado alemán y el estado turco.
La política de guerra de Turquía no terminará con un retorno a las negociaciones. El estado turco quiere derrotar al movimiento kurdo. En buena medida, la guerra en el este del país es posible gracias a la pasividad en el resto del país. Todo podría cambiar si la resistencia contra el terrorismo de estado se expandiera a las ciudades occidentales con huelgas generales y movilizaciones de masas.