Luego de una semana de asumir Piñera la presidencia de Chile, sus ministros comienzan a articular los primeros proyectos que serán impulsados.
Lunes 19 de marzo de 2018

Es así como Isabel Plá, la ministra de la mujer y equidad de género, dio la noticia de que darán urgencia al proyecto que planea prevenir la violencia en el pololeo que descansa en el congreso desde el año 2014.
“El Estado tiene la obligación de prevenir, de llegar a tiempo y de leer las señales que las víctimas van dando" señaló Plá en el Mercurio.
Pero nada dice acerca de los pilares fundamentales de este proyecto, que lo hacen ser sumamente insuficiente a la hora de enfrentar el machismo como lo que es: Un problema estructural y profundo que permea todos los sectores de la sociedad, no únicamente la esfera del “pololeo”.
Dejando en completa indefensión a las mujeres víctimas de violencia machista, que quedan fuera de esos marcos legales, y siguen siendo vulneradas a diario.
La Iniciativa legal busca penalizar los casos de agresión, y propone tipificar la inducción al suicidio como un delito. Si bien, estos pueden ser pequeños avances penalmente hablando, estas iniciativas afectan el sentido común de las personas, haciéndonos creer que la única solución al problema del machismo es dar una respuesta penal al problema, lo que se traduce comúnmente en cárcel o multa.
La ministra hace alusión al rol preventivo de este proyecto, pero en realidad no previene nada, sólo viene a atacar conductas violentas, una vez que el machismo ya se naturalizó en los sujetos a lo largo de sus vidas. Esta reforma no toca en lo más mínimo lo estructural del problema de la violencia machista. Y es que, ¿cómo vamos a atacar un problema estructural con una simple reforma?
Según la ministra, la idea es “Empezar a atacar la violencia en los escenarios más tempranos, reforzando la ayuda psicológica desde Carabineros, quienes son la primera ayuda contra la violencia, para denunciar y reaccionar”.
¿Cómo vamos a confiar en proyectos aislados que tienen escasa conexión con la realidad? Ya que muy bien sabemos, dicha institución no tiene las herramientas para brindar ayuda psicológica a las víctimas, y mucho menos, la voluntad política de enfrentar al machismo. Todo lo contrario, esta institución históricamente ha sido la traba inicial para potenciar cualquier denuncia, desde el acoso sexual, a la violencia en el hogar, siendo casi caricaturesco que ahora se transformen en un pilar para la prevención del machismo.
Porque NO todas las relaciones violentas se dan en un marco de pololeo, rechazamos este proyecto insuficiente, que no nace de las demandas históricas de las mujeres por erradicar el machismo de forma transversal y estructural.
Impulsamos fuerte y claro, en Chile y en Argentina, la demanda por un plan de emergencia en contra de la violencia machista, financiado con impuesto progresivo a las grandes fortunas, porque el Estado neoliberal es responsable de las múltiples violencias que sufrimos a diario, es responsable de naturalizar el machismo desde la más tierna infancia para luego, condenarnos por reproducir dichos valores nefastos que nos inculcó. Es el Estado y sus instituciones el responsable de perpetuar la opresión de las mujeres, porque le es servil a este régimen de miserias, que nos relega al mundo privado y nos discrimina una vez salimos de él.

Valentina Torres
Estudiante de Derecho Universidad Diego Portales.