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Red Internacional
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Medio Oriente. Israel asesina a más de 500 personas en el Líbano y deja miles de heridos

El Estado de Israel continuó este lunes con los bombardeos, sobre todo en el sur del Líbano, asesinando a más de medio millar de personas, entre los cuales hay 50 niñas y niños y 94 mujeres, mientras que los heridos, en la noche del lunes ya alcanzaban a 1800. El mayor ataque que realizó el gobierno de Netanyahu en menos de un año.

Martes 24 de septiembre de 2024 08:30

El Ejército israelí continuó este martes por la mañana con sus ataques sobre el Líbano que el lunes se cobraron la vida de la mayor cantidad de personas en un solo día en los últimos 30 años.

El número de asesinados por los ataques israelíes en Líbano desde el lunes llegó a 558, incluidos 50 niños y 94 mujeres, con 1.835 heridos, dijo el martes el ministro de Salud, Firass Abiad.

Las crueles imágenes daban cuenta también de decenas de miles de personas huyendo de sus ciudades y pueblos del sur hacia la capital, en lo que se puede definir como un "lunes negro" para el pueblo libanes, frente a las bombas del Estado terrorista de Israel.

Decenas de miles de libaneses en todo el país fueron contactados por teléfono por Israel y se les ordenó abandonar sus hogares mientras el ejército israelí intensificaba sus ataques contra el Líbano y Hezbolá.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, teniente general Herzi Halevi, declaró que "esencialmente, estamos atacando la infraestructura de combate que Hezbolá ha estado construyendo durante los últimos 20 años". Pero esa infraestructura que Israel declara haber destruido, comprende en realidad casas, negocios, establecimientos varios y la muerte de libaneses.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que se avecinan días "complicados".

Una fuente de seguridad libanesa dijo que “Si el ejército israelí lleva a cabo una invasión terrestre, el ejército libanés participará con Hezbolá en el enfrentamiento y la defensa”.

Mientras Israel atacaba lugares en todo el sur, incluidas las afueras de ciudades importantes como Tiro, los residentes de Beirut y el sur del Líbano dijeron que los llamaron a sus teléfonos fijos y les ordenaron evacuar a 1 km de los supuestos sitios de Hezbolá.

Algunos residentes también recibieron llamadas y mensajes de texto en Beirut desde un número libanés ordenándoles evacuar inmediatamente.

El ministro de Información del Líbano, Ziad Makary, dijo a Reuters que su ministerio recibió la misma orden israelí, a través de un mensaje de voz grabado, pero que no evacuaría el lugar. “Esta es una guerra psicológica”, afirmó.

El lunes por la mañana, Avichay Adraee, portavoz de Israel para los medios de comunicación de habla árabe, publicó un video en X afirmando que los libaneses saben que hay armas de Hezbolá en sus hogares.

La denuncia se hizo sin pruebas y estuvo acompañada de más advertencias para que huyeran.

Por la tarde, las rutas que salían del sur estaban repletas de familias que intentaban trasladarse al norte en busca de una aparente seguridad.

Los medios locales informaron de escenas caóticas en la ciudad de Saida, donde las carreteras estaban bloqueadas mientras los residentes se apresuraban a marcharse.

El Ministerio del Interior del Líbano dijo que había abierto escuelas en Beirut, Trípoli y partes del este y sur del país como refugios en medio de un "fuerte desplazamiento".

Ola de ataques israelíes

Mientras Israel intensificaba sus ataques el lunes por la mañana y luego por la tarde, Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, dijo que "estamos profundizando nuestros ataques en el Líbano" y le dijo al público israelí que "tendrán que mostrar compostura".

Aún no está claro si Israel tiene intenciones de invadir el país por tierra. Las tropas israelíes no han invadido el Líbano desde que en 2006 el país libró una desastrosa guerra de un mes de duración contra Hezbolá, que fue ampliamente percibida como una derrota estratégica para Israel.

Desde entonces, Hezbolá ha crecido en fuerza, tamaño y experiencia.

Cuando se le preguntó sobre una posible invasión terrestre, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, dijo: “Haremos lo que sea necesario”.

Mientras tanto, Hezbolá dijo el lunes que había lanzado docenas de cohetes contra varios puestos militares israelíes.

El ejército israelí dijo que se lanzaron 35 proyectiles desde el Líbano hacia el norte de Israel, algunos de los cuales fueron interceptados.

Los bomberos israelíes tuvieron que acudir a varias zonas del norte para apagar las llamas. Cinco personas resultaron levemente heridas por un cohete que cayó cerca del cruce de Golani, en la región de Galilea, según los servicios de emergencia israelíes.

Los ataques se produjeron en un momento en el que Israel estaba llevando a cabo algunos de los ataques más duros desde que estalló la guerra en octubre pasado.

El viernes, un ataque aéreo israelí en un suburbio densamente poblado del sur de Beirut mató a 45 personas , incluidos varios niños y mujeres.

Hezbolá dijo que 16 de sus miembros murieron en el ataque, incluido el líder Ibrahim Aqil y el comandante supremo Ahmed Wahbi.

Esto ocurrió días después de dos días de ataques israelíes que detonaron buscapersonas y radios con trampas explosivas pertenecientes a Hezbolá.

Al menos 39 personas murieron en esos ataques y más de 3.000 resultaron heridas.

Las potencias imperialistas son responsables

Desde el 7 de octubre, la región nunca había estado tan cerca de arder. Las potencias imperialistas son totalmente responsables de esta situación. Durante once meses, otorgaron a Israel total libertad de acción. Entregando toneladas y toneladas de armas y municiones, utilizadas para masacrar al pueblo palestino en Gaza, las potencias imperialistas, encabezadas por Estados Unidos, han reprimido despiadadamente las movilizaciones de solidaridad con Palestina que han florecido en todo el mundo. Apoyado militar, moral y económicamente por los países imperialistas, Israel pudo continuar impunemente su masacre en Gaza, obligar a dos millones de habitantes de Gaza a abandonar sus hogares, reducir el enclave a polvo, anexarse más poblados de Cisjordania y bombardear (en diferentes niveles) casi todos los países vecinos: Siria, Irak, Yemen, Líbano e Irán.

Mientras la extrema derecha sionista ha puesto en la agenda el proyecto del “gran Israel”, un Estado judío que se extendería desde el Nilo hasta el Éufrates, y el gobierno aspira a resolver su problema palestino de una vez por todas, el Estado de Israel amenaza más que nunca con librar una guerra devastadora en el Líbano, cuya población tendrá que pagar el precio de fuego y sangre.

Ni los llamamientos a la calma realizados estos últimos días por la administración demócrata estadounidense que teme, en vísperas de las elecciones, involucrar al país en un nuevo conflicto, ni el cambio de tono de Emmanuel Macron en defensa de los intereses materiales de Francia en el Líbano no pueden ocultar esta responsabilidad. Ante el peligro mortal que representa el Estado de Israel para el Líbano, sólo la lucha de los trabajadores y las clases populares de todos los países de la región puede evitar el baño de sangre que se avecina.

En cuanto al pueblo israelí, se ha embarcado en un camino sin salida del que no habrá retorno si no rompe decisivamente con las ambiciones coloniales del Estado de Israel y pone fin al genocidio en Palestina. Una perspectiva tanto más central cuanto que, en un momento en el que la oposición a Netanyahu crece en el país, pero las movilizaciones masivas contra él, no ofrecen ninguna solución progresista a la situación actual, debido a que no exigen parar el genocidio a los palestinos y tampoco los brutales bombardeos al Líbano.

En este contexto, y si bien Israel, si librara una guerra en el Líbano, será aún más dependiente de los suministros de sus aliados imperialistas, las movilizaciones de solidaridad con Palestina en todo el mundo son de crucial importancia.

Con información de Middle East Eye y Revolution Permanente.