Palestina. Israel volvió a bombardear Gaza mientras Netanyahu se juntaba con Trump

Por segunda vez en una semana Israel lanzó una nueva tanda de bombardeos contra infraestructura de la deteriorada Franja de Gaza. Con la excusa de atacar objetivos de la organización Hamas el Ejército israelí lanzó el ataque tras haber denunciado que un cohete lanzado desde la Franja había caído en una vivienda en el norte del Tel Aviv.

Ese mismo argumento utilizaron la semana pasada, cuando arrojaron bombas sobre más de cien objetivos en la Franja de Gaza como respuesta al lanzamiento de dos proyectiles que atribuyeron a Hamas. Sin embargo esos lanzamientos no solo no habían sido reclamados por ninguna organización sino que el propio Ejército israelí confirmó tras una investigación que el disparo de esos cohetes se podría haber debido a un accidente.

Claro que cuando se conoció esta investigación esos cien objetivos ya habían sido destruidos hacía tiempo. Este tipo de respuesta que Israel utiliza permanentemente es una suerte de "castigo colectivo" que se basa en el terror, la humillación y la sumisión de la población palestina por el solo hecho de vivir en Gaza. Ya el año pasado el ministro de Defensa israelí había deslizado durante las masacres sobre las "marchas del retorno", que en la Franja de Gaza "nadie es inocente", habilitando el asesinato de sus habitantes.

El regalo de Trump

Este ataque de Israel tuvo lugar en el mismo momento en que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se juntaba con el presidente Donald Trump en Washington, en la mañana de este lunes.

Trump que ya había lanzado una provocación abierta al pueblo palestino cuando reconoció a fines de 2017 a Jerusalén como capital de Israel, dio un nuevo paso este lunes al firmar un decreto en el que reconoce a los altos del Golán como territorio israelí.

Trump justificó esa medida por las "agresivas acciones" de Irán y grupos "terroristas" contra Israel, y con esa excusa convirtió a Estados Unidos en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre una área que ocupa a Siria desde la Guerra de los Seis Días de 1967, y que se anexionó unilateralmente en 1981 en un gesto que la población rechazó y la comunidad internacional no reconoció.

A pesar del rechazo internacional Israel mantiene ocupados esos territorios por lo que el decreto de Trump no cambia nada en cuanto a la situación física de esos territorios pero significa un enorme gesto de apoyo a su aliado estratégico en la región, y una enorme provocación en primer lugar hacia Siria y luego a todo el mundo árabe.

Es por esto que mientras Siria salió a rechazar inmediatemente este reconocimiento, Netanyahu lo celebró como "histórico", al mismo tiempo que se entusiasmó con un empujón a dos semanas de las elecciones generales en Israel, en las que el actual primer ministro se juega su cargo.

Mientras que Trump cerró la reunión con Netanyahu hablando cínicamente de paz con el pueblo palestino, volvió a reafirmar su apoyo al "derecho" de Israel a defenderse de los ataques, lo que en realidad no es más que la vía libre para que actúe como un verdadero Estado terrorista y colonialista que ocupa sistemáticamente territorios en Cisjordania mientras que somete a los habitantes de la Franja de Gaza a vivir en lo que cada vez más personas alrededor del mundo definen como la mayor prisión a cielo abierto del planeta.

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