Andalucía. Izquierda Unida defiende pactar con el PSOE en Andalucía y no descarta a Garzón de candidato

En una reciente entrevista, Toni Valero, coordinador de Izquierda Unida-Andalucía y cabeza visible de Unidas Podemos por Andalucía, ha explicado la visión de su organización para el próximo ciclo político. Valero defiende pactar con el PSOE para gobernar en la región en caso de que se den los números, afirmando que no le importaría hacer acuerdos con Susana Díaz, líder actual del PSOE-A y representante del ala más derechosa de la organización. Por otro lado, Valero defiende la expulsión de los diputados afines a Teresa Rodríguez del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, manifestando su opinión de que dicha candidatura estaría construida a partir del capital político de Podemos e Izquierda Unida.

Además, el dirigente de IU-A se permite expresar lo que es “el comunismo” para él, que se resume en… ¡la defensa del orden burgués! Cuando se le pregunta cómo cree que su formación debe explicar el rol del comunismo en el siglo XX en el Estado Español, Valero se limita a explicar como el PCE ha defendido siempre la democracia burguesa a lo largo de su historia. Una cuestión que, hay que decirlo, es completamente cierta. El Partido Comunista Español siempre ha mantenido una actitud frentepopulista en defensa del orden burgués, algo que no debería ser celebrado sino condenado por quienes se consideran marxistas revolucionarios. Nada hay más lejos de la perspectiva del comunismo que la defensa de la democracia como se entiende actualmente bajo un régimen de propiedad privada; su objetivo es exactamente opuesto, la abolición de esta última para construir un régimen de productores libres e iguales en el que las clases sociales, como el estado, se extingan definitivamente. Las palabras de Valero, que combinan vulgarmente altas dosis de oportunismo, falta de cultura politica y estupidez, son básicamente el resumen de que rol IU y el PCE han jugado y juegan actualmente, el de "pata izquierda" del Regimen del 78 y de la búsqueda de la paz social en vez de la lucha de clases.

Te puede interesar: Por qué Alberto Garzón no es comunista (ni lo es el PCE)

En cuanto a la expulsión de Rodríguez y el pacto con el PSOE en las próximas elecciones autonómicas, se trata de dos asuntos relacionados en tanto que lo primero prepara condiciones mejores para lo segundo. Anticapitalistas, a pesar de su desde nuestro punto de vista errónea estrategia de construir un segundo Podemos, como han afirmado recientemente en Aragón, representaban sin duda una incomoda espina en el flanco izquierdo de Unidas Podemos, al dividir el voto neorreformista en Andalucía y actuar de dura crítica. Solo hay que ver las últimas encuestas en Andalucía, como la de GAD3 donde Unidas Podemos pasa de los 17 escaños de Adelante Andalucía a 5 y donde el proyecto de Rodríguez solo consigue 1 por Sevilla. Además de que la expulsión de los ‘anticapis’ deja el proyecto en Andalucía sin un liderazgo visible, algo a lo que Valero ha querido restarle importancia pero que debe preocupar a la coalición cuando en la propia entrevista, el dirigente de IU-A revela que Alberto Garzón, actual Ministro de Consumo, es un nombre que se baraja como próximo candidato de Unidas Podemos por Andalucía.

Te puede interesar: Fin del divorcio amistoso: Teresa Rodríguez y siete de sus diputados expulsados definitivamente del grupo parlamentario de Adelante Andalucía

Por otro lado, el posible pacto con el PSOE-A lleva a que el coordinador de Izquierda Unida a lavarle la cara a su socio mayoritario en el Ejecutivo estatal, hablando de que hay “muchos PSOE” y que, por tanto, tan solo habría que tener la fuerza (y la suerte suponemos de sus palabras) de que toque el “PSOE bueno” que concedería reformas sociales en el acuerdo de gobierno. Algo que ya hizo Pedro Sánchez en su pacto con Unidas Podemos y que no ha cumplido, pero que Valero sí cree que puede pasar en Andalucía donde defiende el anterior gobierno de coalición PSOE-IU dividiendo dicha experiencia en dos etapas, la de José Antonio Griñán y la de Susana Díaz. En la primera todo habría ido bien para IU-A y en la segunda no. Es decir, en la primera estaban en el gobierno y en la segunda fueron expulsados del mismo, es normal tenerle cariño a la primera etapa. Cabría recordar que, en aquel momento, las juventudes del PCE tacharon la expulsión de IU del gobierno como una maniobra del PSOE para desviar la atención de sus casos de corrupción. Una cuestión que aparentemente no impide volver a pactar otra vez con la misma organización que ni se está molestando en renovar su dirección tras aquellos escándalos.

¿A qué se dedica Anticapitalistas mientras tanto?

En el interin, Anticapitalistas se dedica a construir su nuevo proyecto neorreformista en Andalucía, “Andalucía no se Rinde”, en el cual pretenden concentrar sus fuerzas como bastión para el próximo periodo tras una alianza con las distintas fuerzas de la izquierda andalucista. Una operación con la que buscan confrontar con Unidas Podemos por su izquierda sin realmente construir una organización con independencia de clase ni un rol definido en la lucha política contra el régimen. Una suerte de Podemos 2.0 en el que pretenden corregir lo que les impidió levantar el proyecto original de partido-movimiento, pero esta vez en un contexto de derrota y no de triunfalismo como en 2014.

Ante esta idea de repetir y estrellarse previsiblemente de nuevo contra el muro, sería preferible un debate entre la izquierda revolucionaria para ver cómo construir un frente de clase y anticapitalista, como les hemos propuesto en Madrid desde la CRT, que permita construir un polo independiente en un escenario político marcado por la subordinación al PSOE de la izquierda progresista y la posible salida por derecha de la crisis de régimen.

Te puede interesar: Un debate con Anticapitalistas: una oportunidad perdida para comenzar a construir una izquierda alternativa al “mal menor”