El Gobierno japonés apoyó este viernes a Toyota Motor Corp como un "ciudadano corporativo importante" de Estados Unidos en respuesta al ataque de Donald Trump contra la empresa nipona.
Viernes 6 de enero de 2017 14:35
La defensa del gobierno de Japón se da luego de que el presidente electo Donald Trump amenazó a la automotriz con un fuerte arancel si fabrica sus modelos Corolla para el mercado estadounidense en una planta en México.
Trump ya había criticado a las empresas estadounidenses, apuntado directamente contra General Motors, por el uso de fábricas de menor costo operativo en el extranjero a expensas de los puestos de trabajo en su país. Esta semana, Ford dio marcha atrás en sus planes de construir una planta de ensamblaje en México, valorada en 1.600 millones de dólares, tras la duras críticas de Trump.
Pero el mensaje de este jueves fue el primer ataque de Trump contra una automotriz extranjera. "Toyota Motor dijo que construirá una nueva planta en Baja, México, para construir los autos Corolla para EEUU. ¡DE NINGUNA MANERA! Construya la planta en EEUU si no quiere pagar un gran impuesto en la frontera", escribió Trump en Twitter.
Luego del mensaje de Trump las acciones de Toyota llegaron a caer más de un 3 por ciento antes de recuperarse, y los papeles de Honda Motor Co y Nissan Motor Co restaban cerca de un 2 por ciento, aun cuando el Gobierno japonés y analistas trataron de minimizar el impacto del ataque.
Ante el impacto de las declaraciones del electo presidente estadounidense, altos funcionarios del gobierno japonés salieron al cruce. El secretario del gabinete, Yoshihide Suga, dijo a la prensa este viernes que Toyota es un "ciudadano corporativo importante", mientras que el ministro de Comercio, Hiroshige Seko, destacó la contribución de las empresas japonesas al empleo en Estados Unidos.
"Los fabricantes de vehículos japoneses están haciendo importantes contribuciones en términos de puestos de trabajo en Estados Unidos. Es importante que sus esfuerzos y resultados se reconozcan ampliamente", remarcó Seko, y agregó que "es una cuestión de una empresa privada, pero el Gobierno está dispuesto a apoyarla", advirtió el titular de Economía.
La exposición de Toyota a México es limitada, dijo Kishimoto, añadiendo que incluso un "caso extremo" de un arancel de un 20 por ciento impactaría a su ganancia operativa en torno a un 6 por ciento. Trump ha amenazado con un arancel de un 35 por ciento para los autos importados desde México.
Además de Toyota otras automotrices japonesas también tienen plantas en México. Nissan Motor Co tiene dos, que producen 830.000 unidades al año a marzo. Honda Motor Co opera dos plantas de ensamblaje y motores en México con una capacidad anual total de 263.000 vehículos. También tiene una planta de transmisiones con una capacidad anual de 350.000 unidades.
Desde Toyota buscaron calmar las aguas. El presidente de la compañía japonesa, Akio Toyoda, declaraba en Tokio que mantiene una buena relación con el presidente electo estadounidense. Desde la empresa también afirmaron a los medios de comunicación que "consideraremos nuestras opciones a medida que vemos qué políticas adopta el presidente electo".