El hecho ocurrió en Paso Viejo, departamento Cruz del Eje, en la madrugada del sábado. Hay otros dos jóvenes hospitalizados con heridas de bala. Vecinos de la pequeña localidad se movilizan exigiendo justicia.
Domingo 25 de octubre de 2020 13:30
El sábado a la noche, Joaquín se había juntado con sus amigos en la plaza del pueblo para festejar un cumpleaños. Allí una patrulla policial se dirigió para dispersar la juntada de los chicos, que eran alrededor de 20, y comenzaron a disparar, primero con las itacas y luego directamente con el arma reglamentaria, la 9 milimetro.
A Joaquín Paredes lo mató la Policía • Tenía quince años, era estudiante y peón rural: lo fusilaron por la espalda cuando estaba con sus amigos en una plaza. #JusticiaPorJoaquín #JoaquínParedes https://t.co/eDzMzdUh7M pic.twitter.com/JnzMcyNgbE
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) October 28, 2020
Una vecina del pueblo y testigo de los hechos, Gloria, afirmó en Cadena 3 que "La policía pasó y le dijo a los chicos que se fueran, pero el móvil se va y cuando vuelve a pasar empezaron a tirar balas. Ellos comenzaron a gritar que le pegaron un tiro a uno de los chicos.
Los chicos gritaban ’ayuda, ayuda’"; los tiros le dieron a otros dos menores más.
En esa línea, agregó: "Los chicos no molestaban a nadie, no estaban robando ni haciendo daño. Sí estaban escuchando música y tomando alcohol".
Joaquín cayo muerto quedando tirado en la plaza y la ambulancia tardó más de dos horas en llegar. Dos chicos más quedaron heridos y se encuentran internados en el Hospital Regional de Cruz del Eje.
Paso Viejo se encuentra en el noroeste de la provincia y tiene alrededor de mil habitantes. Joaquín Paredes tenía 15 años y era estudiante del IPEA 306, el colegio de la localidad. También trabajaba en la cosecha de papas en el establecimiento "La Parcela". En estos momentos, se están concentrando en la localidad, los vecinos, compañeros de colegio y profesores del joven exigiendo justicia.
La versión oficial habla, cuando no, de "confusos episodios" y "supuestos enfrentamientos". Intentando responsabilizar a los chicos de haber generado incidentes. La justicia provincial aún no determinó la detención de los asesinos.
La reacción del pueblo inmediata fue de bronca e indignación, tiraron piedras a los patrulleros y se dirigieron a la comisaria del pueblo, donde se había ido los asesinos. El recinto policial quedo destruido.
Joaquín se suma así a un triste listado de jóvenes asesinados por la policía de Córdoba, que, solamente durante la pandemia, se cargo la vida de al menos 8 personas. El caso que tuvo más resonancia a nivel nacional, y generó una importante crisis en el gobierno provincial fue el de Blas Correas, asesinado por la espalda, y que sacó a la luz los mecanismos de encubrimiento que tienen aceitados la policía provincial junto al Poder Judicial.
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