Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Martes 4 de noviembre de 2014
“Sin educación no hay arte y sin memoria no hay justicia”
El miércoles 29 de octubre el violagambista, compositor y director de La Capella Reial de Catalunya, Jordi Savall, renunció al Premio Nacional de Música que concede el Ministerio de Educación Cultura y Deporte del Estado español.
El premio está dotado de 30.000 euros y había sido concedido a Jordi Savall por sus 40 años de trayectoria dedicada a la música.
Hace unas semanas el músico aceptó la Medalla de Oro del Parlament de Cataluña. Y aunque el rechazo al Premio Nacional llega en un momento de gran tensión entre Catalunya y el gobierno central, Savall insiste que su decisión no está relacionada al proceso soberanista.
El pasado jueves Jordi Savall hizo pública mediante nota de prensa su renuncia a este galardón otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por proceder de una institución responsable de la situación que en la actualidad viven los profesionales de las artes y de la cultura en el Estado español.
En la carta enviada a José Ignacio Wert, Ministro de Educación y Cultura, Jordi Savall expresaba los motivos de su renuncia “ya que viene dada de la mano de la principal institución del estado español responsable, a mi entender, del dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y promoción del arte y de sus creadores”.
Y es que la promoción y ayuda al desarrollo y difusión de las artes por parte del actual gobierno del PP (Partido Popular) en el Estado español se ha visto reducida considerablemente. Siendo el ámbito musical uno de los más afectados.
Entre las medidas que más han afectado a la cultura se encuentra la aplicación de 21% de IVA (Impuestos del Valor Añadido) a todo producto cultural y el descenso presupuestario a los sectores culturales. Desde que se iniciara la crisis económica en 2008 las partidas presupuestarias dedicadas a la cultura han descendido casi un 50%. En 2008 el presupuesto destinado fue de 1.220,43 millones de euros, cifra que dista mucho de los 749,04 destinados en 2014.
La carta de Savall al ministro es una crítica no sólo al olvido de la cultura sino a toda política de ajustes del ejecutivo. “Vivimos en una grave crisis política, económica y cultural, a consecuencia de la cual una cuarta parte de los españoles está en situación de gran precariedad y más de la mitad de nuestros jóvenes no tiene ni tendrá posibilidad alguna de conseguir un trabajo que les asegure una vida mínimamente digna.”
Además, la crítica de Savall va más allá, ya que denuncia directamente la actitud del gobierno de excusarse en la crisis económica para dejar de apoyar a la educación y difusión cultural “estoy profundamente convencido que el arte es útil a la sociedad”, así como también critica el escaso acceso a la cultura por parte de la mayoría de población.
“Quizás algunos miles de privilegiados que han podido asistir a algún concierto de los poquísimos festivales que programan este tipo de música. Pero la inmensa mayoría, nunca podrá beneficiarse de la fabulosa energía espiritual que transmiten la divina belleza de estas músicas”.
La decisión del director de renunciar a este premio no es algo extraño, ya otras personalidades del mundo de la cultura y de las artes han rechazado galardones similares.
En los últimos años otros dos creadores han rechazado a este mismo premio en sus respectivas disciplinas. El artista Santiago Sierra rechazaba en 2010 el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 2012 el novelista Javier Marías rechazó el premio Nacional de Narrativa otorgado por el mismo ministerio. También el compositor Josep Soler, rechazó en 2013 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que otorga el Gobierno, como crítica al abandono de la cultura por parte del gobierno.