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Red Internacional
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Jorge Faurie: el nuevo canciller y el escándalo de las cuentas menemistas en Suiza

El hombre que reemplazará a Malcorra fue echado de la vicecancillería por Ruckauf en 2002, luego de que la Oficina Anticorrupción lo denunciara por ocultar una sociedad con el secretario privado de Menem.

Lunes 29 de mayo de 2017 22:09

“Diplomático de carrera”. Ese eufemismo, utilizado para describir a funcionarios atornillados al poder sea cual sea el Gobierno de turno, es el más utilizado por estas horas para hablar de Jorge Faurie. El exembajador en Francia es el nuevo canciller y reemplazará en sus funciones a Susana Malcorra, quien presentó su renuncia.

Nacido el 24 de diciembre de 1951, Faurie desempeñó distintas funciones en las embajadas argentinas de Venezuela en 1978-79, Jamaica en 1979, Trinidad y Tobago en 1979-80, Rumania en 1980-84, Brasil en 1987-89 y Chile en 1989-92. Durante la presidencia de Carlos Menem se desempeñó como jefe de Protocolo de la Casa de Gobierno y luego fue vicecanciller durante la gestión de Carlos Ruckauf, tras la crisis de 2001. Designado en 2002 como embajador en Portugal, durante el kirchnerismo se mantuvo en ese cargo hasta 2013 y luego ocupó la Secretaría de Coordinación y Cooperación Internacional entre 2014-2015. Tras el triunfo de Cambiemos en las últimas presidenciales, fue el encargado de organizar la ceremonia de asunción de Mauricio Macri y luego fue nombrado embajador en Francia, función en la que se desempeñó recientemente.

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Funcionario desde los años de la última dictadura, el “diplomático de carrera” ha sabido reconvertirse y acomodarse con todos los gobiernos desde el retorno democrático hasta el día de hoy, pero un antecedente sobresale por sobre los demás. En agosto de 2002 fue reemplazado en su cargo de vicecanciller por Martín Redrado, luego de que Carlos Ruckauf lo separara de sus funciones.

La causa: una denuncia de la Oficina Anticorrupción por haber ocultado ser titular de la empresa Costes SRL junto a Ramón Hernández, el secretario privado de Carlos Menem. Este último, hombre cercano al expresidente durante más de tres décadas, había sido involucrado en el escándalo de las cuentas no declaradas en Suiza cuando fuentes judiciales y diplomáticas de ese país ratificaron que era apoderado de una fundación de fantasía y que manejaba una cuenta en la sucursal de Zurich del banco Gotardo con más de seis millones de dólares en su haber. Una especie de Panamá Papers de aquella época.

El caso de las cuentas en Suiza involucró al conjunto del clan Menem y a muchos de sus funcionarios, dejando en evidencia el enorme entramado de corrupción que caracterizó a su Gobierno. Faurie fue echado de su cargo por otro menemista como Carlos Ruckauf pero premiado con un “exilio” en Lisboa. Allí mantuvo sus privilegios y se desempeñó como embajador, cargo en el que se mantuvo luego durante las gestiones de los cancilleres Rafael Bielsa, Jorge Taiana y Héctor Timerman. Tras ser designado al frente de la embajada argentina en Francia en 2015, el “diplomático de carrera” regresa al país para suceder a Susana Malcorra en su cargo, como si nada hubiera pasado.