La central sindical uruguaya PIT-CNT convocó este jueves a un paro de 24 horas. Con la consigna “paramos para que la crisis la deje de pagar el pueblo”, realizarán caravanas y recolección de firmas contra el paquete de ley neoliberal conocido como LUC.
Jueves 17 de junio de 2021 11:56
Foto archivo: movilización Pit-Cnt
La Mesa Representativa de la principal central sindical uruguaya, PIT-CNT, convocó para este jueves a un paro “activo” de 24 horas.
Lo hizo bajo la consigna “paramos para que la crisis la deje de pagar el pueblo” y con una plataforma que plantea entre otros puntos "contra el hambre y la desigualdad, por trabajo y salario, en solidaridad con 15 profesoras y profesores de San José separados de su cargo y contra el brutal ajuste del gobierno contra las trabajadoras y los trabajadores y el pueblo todo".
La convocatoria incluye una caravana de autos y motos particulares que partiendo desde distintos puntos de la ciudad confluirá en la Plaza Primero de Mayo de Montevideo, para luego dirigirse a la Torre Ejecutiva donde se entregará un documento al Gobierno de Lacalle Pou.
A su vez a lo largo de la presente jornada se instalarán mesas y puestos de recolección de firmas por el referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC), un paquete de leyes neoliberales y criminalizadoras de la protesta social.
Enfrentar al Gobierno que avanza con el ajuste
El Gobierno de la coalición multicolor que llevó a la presidencia a Lacalle Pou viene avanzando con un plan de ajuste contra los trabajadores y sectores populares.
Con la excusa de la pandemia los salarios han perdido poder adquisitivo, ha crecido el desempleo, en especial entre los trabajadores informales, y aumentan los trabajos precarios y contratos chatarra. Mientras tanto los empresarios se aprovechan de la situación y muchos aumentan sus ganancias buscando reducir el “costo laboral”.
A su vez el Gobierno aplica recortes presupuestales en distintas áreas del Estado, afectando la salud, la enseñanza y los programas asistenciales; aumentando a su vez las tarifas de servicios esenciales para la población.
La Ley de Urgente Consideración es parte de este programa de ajuste, que incluye también un aumento de las medidas represivas y punitivas, y se complementa con una próxima rendición de cuentas que se anticipa “austera” y de “gasto 0”.
Hacia adelante el gobierno se propone avanzar en una reforma de la seguridad social anti obrera que aumentará los años de trabajo y reducirá el monto de las jubilaciones y buscará también profundizar el modelo privatizador del Estado y generar más condiciones para que los empresarios nacionales y extranjeros aumenten sus ganancias.
Que el PIT-CNT discuta un plan de lucha
La magnitud de la crisis y el deterioro de las condiciones de vida, así como el programa anti obrero que lleva adelante la Coalición Multicolor exige que el PIT-CNT termine con las ambigüedades y las medidas puntuales, para poner en marcha un verdadero plan de lucha que pueda frenar los planes del gobierno.
Hasta ahora el PIT-CNT venía sosteniendo la paz social y los gestos de diálogo con el Gobierno en consonancia con la postura del Frente Amplio y subordinándose a su política.
La confrontación pública más abierta entre el gobierno y la oposición, la ruptura del gobierno con el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y la profundización de la política de ajuste contra el pueblo trabajador coincide un cambio de posición del PIT-CNT (que se venía desarrollando gradualmente desde tiempo reciente) y su convocatoria a este paro general.
Los sufrimientos del pueblo trabajador a causa de las políticas del gobierno en lo social, económico y sanitario, ya vienen desde hace meses. Esta medida de lucha es tardía y sin continuidad; y con acciones puntuales no se van a frenar los planes del gobierno.
En este paro el PIT-CNT llama a una caravana de autos y motos, cuando nada impedía una verdadera movilización de trabajadores en las calles, respetando el distanciamiento y las medidas sanitarias necesarias por la pandemia del coronavirus. Contradictoriamente y a sabiendas que hay amplios sectores de trabajadores, mayormente los precarizados, que no podrán adherirse y parar, entre las medidas tomadas para la jornada está el dejar liberado el transporte público bajo el argumento de que es para participar del paro (sic!) o poder ir a firmar contra la LUC.
Hay que decirle basta a este gobierno; y las medidas que se tomen para que tengan éxito tienen que ser contundentes; el llamado al paro de 24 horas es un paso positivo en este sentido que deberá avanzar desde la organización y fuerza de las bases hacia un plan de lucha que se plantee derrotar los planes derechistas y ajustadores del gobierno mediante la movilización obrera y popular.
Por una salida obrera a la crisis
Las medidas que plantea el PIT-CNT no alcanzan. Los costos de la crisis la deben pagar los que la originaron o sea los capitalistas. A partir de la riqueza que han acumulado y fugado las patronales a costa de la explotación de millones es que se podrá realmente implementar una salida que resuelva la crisis social y sanitaria en que estamos sumergidos.
El PIT-CNT plantea un subsidio para los desocupados de 17mil pesos, pero esto no es suficiente: ninguna familia puede tener una vida digna cuando el precio de la canasta básica es mucho más alto y además las tarifas de los servicios esenciales siguen subiendo. Los combustibles también han tenido una suba reciente, y eso seguramente repercuta en los precios de muchos productos.
Plantea también un impuesto transitorio a algunas empresas que han aumentado sus ganancias en 2020 un 25% con respecto al año anterior. En un contexto de crisis social con decenas de miles de personas cayendo por debajo del índice de pobreza hay que imponer impuestos a todos estos empresarios que, más allá de su tasa de ganancia durante la pandemia, han tenido en estos últimos años grandes ganancias y se aprovechan de todos los beneficios que les han dado los gobiernos a los empresarios. Se debe exigir también la prohibición de los despidos, el reparto de las horas de trabajo (sin pérdida de salario) entre todas las manos disponibles, ocupación y producción bajo control obrero para todas aquellas empresas que cierren.
Es necesario además incluir el tema de la deuda externa que desangra al país, de ahí puede salir el dinero para solventar políticas sociales, presupuesto para la salud y la educación, junto con un plan de viviendas para todos que realmente solucione el problema para los trabajadores y sectores populares.
Para terminar realmente con la rosca financiera y el saqueo del país, además del no pago de la deuda externa, se hace necesario la nacionalización de la banca y el comercio exterior, terminar ya con la repartija política de los directores de empresas públicas que están para acomodar a sus amigos políticos y saquear el Estado como el caso del director del BROU por Cabildo Abierto Pablo Sitjar que mantiene litigios millonarios con el mismo Estado uruguayo.
Los recursos en el país existen, la discusión de fondo es en función de quienes se pone a servicio toda esa riqueza acumulada para el funcionamiento de la economía.
En la plataforma se plantea la no privatización de empresas públicas, lo que por supuesto es correcto; pero también tenemos que denunciar lo que han avanzado las privatizaciones en los últimos 30 años. Sectores enteros de las empresas públicas hoy están tercerizados y privatizados, es necesario revertir este proceso de matriz neoliberal, que siguió avanzando en el país (incluso durante los periodos frenteamplistas) a pesar de un referéndum que mandató a que no se podían privatizar las empresas públicas.
Hay que terminar también con los contratos chatarras y precarios, que hoy están muy extendidos sobre todo entre los jóvenes trabajadores. Se vienen perdiendo derechos laborales, los empresarios despiden cuando quieren y avanza la flexibilización y explotación de los trabajadores, siempre además pagando sueldos de hambre.
No por casualidad la LUC y otras medidas represivas que ha tomado el gobierno se complementan perfectamente con este plan de saqueo y desvío masivo de recursos a favor de los “malla oro”, pero de fondo no es más que la profundización de un modelo que ya viene desde hace décadas. La precarización mencionada, los amplios beneficios a favor del capital, la represión y el punitivismo cada vez mayor del Estado contra los sectores populares, no es algo que empieza con el gobierno de Lacalle sino que viene de décadas acompañadas también de la impunidad predominante de los verdugos del pueblo (en dictadura y democracia) y los grandes ladrones de “cuello blanco” intocables para el régimen.
Deberíamos mirar el ejemplo que plantean las luchas de los pueblos sudamericano como el chileno y el colombiano, que han salido a las calles a cuestionar y dar vuelta un sistema político-social organizado desde hace décadas para que ganen los mismos de siempre a costa de la creciente pobreza de la mayoría, es el camino que realmente hay que seguir, para terminar realmente con la miseria y la injusticia que se nos impone.
Las medidas y el programa que necesitan los trabajadores deben ser el producto de una amplia discusión democrática en asambleas de base; de esa manera se podrá poner en marcha la enorme fuerza social de la clase trabajadora, única manera de darle una salida obrera a la crisis.