Se trata de 80 jornaleros indígenas que denunciaron explotación laboral en la región de Baborigame, en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua. Les habían prometido un salario de $180 pesos, pero les descontaban $90 por comida y $20 pesos por el transporte.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Lunes 29 de mayo de 2017
La denuncia fue presentada el 21 de mayo. Recién este lunes 29 se presentaron funcionarios de la STPS en el albergue para trabajadores temporales de Camargo, y los jornaleros no estaban.
José Domínguez, titular del área de Supervisión de la STPS, informó que no han podido localizarlos. Esa es la desidia del gobierno que protege a rancheros y empresarios de los agronegocios.
Según el funcionario, el “enganchador”, quien en general es la persona que viaja a las comunidades a reclutar jornaleros y luego funge como responsable del grupo de trabajadores, recibió aviso y los trasladó. Por el momento su localización es desconocida y considera muy difícil seguirles el rastro.
En 2015, las jornaleras y los jornaleros de San Quintín, hartos de los abusos laborales protagonizaron una importante lucha por aumento de salarios, prestaciones y por el cese de acoso sexual contra las trabajadoras.
Con su acción visibilizaron el universo de más de 5.5 millones de trabajadores agrícolas mayores de 15 años que hay en México.
La superexplotación de la que son objeto hombres, mujeres y niños -laborando jornadas extenuantes por salarios muy bajos o a veces inexistentes, en condiciones de insalubridad- construyó las fortunas de los propietarios de los agronegocios, tanto en México, como en Estados Unidos y Canadá, con la modalidad de trabajadores temporales o indocumentados.
