Fue una de las figuras centrales del muralismo mexicano. Dejó su huella en la cultura mundial con algunas de las obras plásticas más trascendentales de la primera mitad del siglo XX.
Jueves 23 de noviembre de 2017
Mural Omniciencia, 1925, azulejos
La conquista y la opresión que ejercieron los españoles sobre los pueblos originarios, la Revolución Mexicana, la guerra, la clase trabajadora y el ser humano como protagonista de su propio destino –con el Hombre de Fuego– fueron algunos de los temas de su prolífica obra.
Más que expresión del nacionalismo de la época cardenista, sus trazos de luces y sombras retrataron la brutalidad de la guerra y la condición humana bajo el sistema capitalista. Según críticos de arte, su obra más que mexicana es internacional.
Forjó su propio lenguaje para dar testimonio de la ferocidad de la época que le tocó vivir, y así aportó símbolos al muralismo para desplegar ante los ojos del pueblo una visión crítica de la realidad.
Nació en Zapotlán (hoy Ciudad Guzmán), el 23 de noviembre de 1883. Pasó parte de su infancia en Guadalajara, capital de Jalisco, y luego su familia se trasladó a la Ciudad de México en 1890.
Estudió dibujo en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, y en 1897, sus padres lo enviaron a estudiar por tres años la carrera de perito agrícola en la Escuela de Agricultura de San Jacinto. También estudió matemáticas y dibujo arquitectónico. Tuvo un accidente con pólvora en 1904, en el que perdió su mano izquierda.
Para escribir la libertad: murales, caballetes, litografía
En el primer periodo de su vida artística, realizó litografías en las que retrató la vida de los pueblos indígenas. Su primera exposición individual se llevó a cabo en 1916, en la Ciudad de México.
Para 1917, realizó un viaje por Estados Unidos. Ya de regreso en México, tras la fundación de la Secretaría de Educación Pública en 1921, el primer titular de la misma encargó a distintos muralistas el desarrollo de obras en edificios públicos. Orozco estuvo entre quienes tuvieron esa comisión.
Él pintó las paredes del patio grande de San Ildefonso, que en ese entonces albergaba la Escuela Nacional Preparatoria. En 1925 creó Omnisciencia, un mural en la Casa de los Azulejos; y en 1926, para llevó a cabo otro mural sobre el periodo postrevolucionario en la Escuela Industrial de Orizaba.
Entre 1927 y 1934 de nuevo residió en Estados Unidos. Así fue que en Nueva York pintó una serie de cuadros sobre esa urbe, y otra con temas mexicanos de la Revolución; en el Frary Hall del Pomona College, en Claremont, California, pintó el mural Prometeo (1930); en la New School for Social Research de Nueva York, varios murales (1930) sobre la fraternidad entre los seres humanos y la revolución social, la esclavitud y el trabajo, las artes y las ciencias, y en la Biblioteca Baker del Dartmouth College de Hannover, New Hampshire (1932-1934), creó otra serie con temas mexicanos.
Luego de su retorno a México, realizó La katharsis (1934) en el Palacio de Bellas Artes, y entre 1936 a 1939 pintó en Guadalajara, los muros del foro del paraninfo de la Universidad, la escalera del Palacio de Gobierno y la capilla del Hospicio Cabañas, considerada una de sus obras cumbres. Fue esta capilla la que visitó el revolucionario ruso León Trotsky en unas breves vacaciones junto a su compañera Natalia Sedova, algunos de sus colaboradores en el exilio, así como Diego Rivera, André Breton y Jacqueline Lamba. Eran los tiempos del manifiesto por un arte revolucionario independiente y la FIARI. La conversación entre Trotsky y Orozco fue cordial—narra Heijenoort—, “pero no tuvo la vivacidad ni la calidez que tenían frecuentemente los encuentros entre Trotsky y Rivera. Al salir, Trotsky nos dijo a Natalia y a mí. ¡Es un Dostoievsky!”
Entre 1942 y 1946 Orozco también realizó pintura de caballete, retratos y decoraciones para ballet, obras más próximas al expresionismo.
Este muralista que expresó en muchas de sus obras una crítica feroz a este sistema de explotación y opresión murió en la Ciudad de México el 7 de septiembre de 1949. Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres.
En estos días y hasta el 19/02/2018, alguna de sus obras pueden verse en la exposición "México moderno. La vanguardia y revolución" en el Malba.
http://www.malba.org.ar/evento/mexico-moderno/
Fuente La Izquierda Diario México