José Huenante fue detenido cuando tenía 16 años, el 3 de septiembre del 2005 en Puerto Montt. Esa noche se encontraba en una esquina de la población de Mirasol compartiendo con unos amigos, cuando llegaron varias patrullas de la quinta comisaría, tras ser detenido se perdió su rastro.
Martes 3 de septiembre de 2019
José Gerardo Huenante Huenante era un joven de origen mapuche, nacido el 1 de noviembre de 1988. José es el primer detenido desaparecido en democracia, durante el gobierno de Ricardo Lagos.
Tras su detención y desaparición, la denuncia fue realizada por presunta desgracia, ya que los uniformados negaron haberlo detenido. Después de continuar las investigaciones, fueron formalizados tres carabineros por delito de secuestro a menores.
La investigación del fiscal del Ministerio Público de Puerto Montt logró mediante la declaración de dos testigos dar con la responsabilidad de tres Carabineros, el Sargento 2do. Juan Altamirano Figueroa, el Cabo 1ro. Patricio Mena Hernández y Cabo 2do. Cesar Vidal Cárdenas.
Aunque estos uniformados fueron dados de baja en el año 2010, fueron posteriormente reincorporados, a pesar que Luis Correa interpuso una querella criminal contra quienes resulten responsables.
Algunas de las pruebas recopiladas fueron: la versión contradictoria y declaraciones que no calzaban, adulteración del libro de detenidos, los kilometrajes justificados por los ocupantes de la patrulla conducida por los responsables no coinciden con el recorrido realizado.
Doce años han transcurrido de este episodio sin justicia para la familia de José. Cabe señalar que este caso fue invisibilidad por el gobierno de Michelle Bachelet, inclusive el entonces Ministro Secretario General de la Presidencia José Antonio Viera Gallo, se negó a reconocer que era un caso de desaparición forzada. La convención de detención forzada de la OEA no señala que debe existir persecución política, sino que la causa apunta en definitiva que solo haya sido por el acto de un agente del Estado.
Cecilia Huenante, madre del joven desaparecido, señaló estar cansada de estas diligencias que siguen sin entregarle el paradero de su hijo: “Cuando hacen estas cosas, uno se siente mal porque siempre hacen lo mismo y al final en qué queda, no queda en nada”, señaló la mujer, agregando que “queremos saber dónde está para poder darle una sepultura digna, eso no lo hemos llegado a conseguir”.
Este es un crimen que se ha olvidado. Este crimen debe ser investigado y castigar a los culpables. La familia y amigos de José Huenante reclaman con dolor y angustia justicia.