La detención “en cadena nacional” del ex funcionario fue también la detención del vicepresidente segundo del PJ local.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Miércoles 15 de junio de 2016
Para la mañana de ayer estaba prevista una reunión de la Consejo del Partido Justicialista tucumano, conducido por Beatriz Rojkés de Alperovich. El conclave iba a plantear una agenda y tiempo propios para la reforma política que deberá discutir la Legislatura. Pero la detención “cinematográfica” de José López y la posterior “cadena nacional” agitaron las aguas.
La tensión se apoderó del edificio ubicado en la calle Rivadavia al 100. El affaire de López fue un tema que “alteró el orden del día”. ¿Qué hacer con el vicepresidente segundo, detenido con millones de dólares y armas?, era la pregunta que rondaba en el ambiente. López llegó a ocupar el tercer lugar en la línea de sucesión por la bendición de José Alperovich. El ex gobernador estimó siempre a “Lopecito” porque era sinónimo de obra pública, contratos y licitaciones. La residencia del senador también se transformó en un lugar para el desfile de funcionarios desconcertados.
En paralelo, el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo realizaban sus características recorridas, esta vez frente a unas obras de limpieza frente a Casa de Gobierno. Cuando fue consultado por López y su honestidad dijo desconocer que había pasado y que “sólo lo conozco de la campaña”.
Sin disimular las caras largas, Rojkés anunció la decisión de apartar del cargo de vicepresidente segundo a López. “Ni nerviosismo ni temor”, agregó. Y aunque reconoció que “hay imágenes que son contundentes” sostuvo que “se trata de un tema del cual no conocemos mucho”.
De Santa Cruz a la Casa Rosada
El “número dos” de Julio De Vido inició su carrera en la función pública a principios de los 90 en Santa Cruz. Fue vocal del directorio de la administración de Vialidad Provincial y luego presidente del directorio del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Con el gobierno de Néstor Kirchner se mudó a la secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Planificación, posición que ocupó hasta el año pasado. Desde allí procuró construir poder a partir de la obra pública y la relación con los gobernadores.
Un apoyo electoral de La Cámpora
Con cautela, López comenzó a pensar en un destino político más sólido que un cargo ministerial. Una alternativa era la gobernación, como lugar desde donde ostentar poder, y la otra era una banca parlamentaria, que garantice los fueros (como a su par Julio De Vido).
En este camino anunció su candidatura a gobernador de Tucumán, a principios de 2015, en momentos donde Alperovich no había anunciado todavía a su sucesor. En este tramo, López recibió el apoyo de integrantes de La Cámpora como los ahora diputados nacionales Marcelo Santillán y Mabel Carrizo, y de los entonces funcionarios de la UNT. Este amague, para posicionarse hacia el interior del PJ, no se privó de nada e incluyó hasta la idea una eventual PASO con la formula Manzur-Jaldo.
Ya embarcado en la pelea por un lugar en la lista de diputados nacionales, López salió perdiendo. Inclusive, sus antiguos aliados Santillán y Carrizo lograron hacerse con un lugar. Al ex secretario de Obras Públicas solo le quedó conformarse con un lugar en el Parlasur. A pesar de haber sido electo, López no cuenta con fueros, ya que fueron anulados judicialmente para los integrantes del Parlasur.
Del destino de López dependerán las implicancias políticas tanto del kirchnerismo como de la reconfiguración del peronismo local. Manzur, como era esperable, ya lo comenzó a desconocer pero también será un elemento de tensión entre Macri y el gobernador que pretende acercársele.
También se pueden esperar cimbronazos judiciales. Una denuncia, en poder de Julián Ercolini, fue realizada por la nueva administración de la Dirección Nacional de Vialidad. López es parte de los denunciados por favorecer con obras públicas con sobreprecios al Grupo Austral Construcciones perteneciente a Lázaro Baéz. En toda esta batería judicial también se contemplan una denuncia a 15 firmas que actuaron durante la gestión de José Alperovich. Un ventilador encendido en pleno invierno.
A un gobierno parido ilegítimamente –con movilizaciones denunciando el fraude los acoples– el peronismo tucumano deberá sumar los “daños colaterales” de la detención de López, detención que deja al desnudo el carácter implícito de la corrupción capitalista.