Este lunes 4 de mayo un joven de 21 años fue asesinado mientras se desarrollaba una protesta en el sector El campito en la ciudad de Mérida, por la falta de luz eléctrica.
Martes 5 de mayo de 2020 23:45
Los padecimientos de los venezolanos se han profundizado en medio de la cuarentena por el COVID-19. Los servicios públicos que ya escaseaban han llegado a su punto crítico. Es el caso particular del estado Mérida que sufre de constantes apagones, pero la luz eléctrica no es el único problema, se reportan fallas en telecomunicaciones fija y móvil, escasez de transporte público, gas doméstico y agua potable, además de mal funcionamiento del aseo urbano.
Este es el contexto en cual se enmarcaba la protesta de la comunidad El Campito de la ciudad de Mérida este lunes 4 de abril cuando vecinos decidieron salir a las calles para protestar contra los apagones.
Se reporta que los vecinos cansados de la situación trancaron calles con quemas de cauchos como forma de protesta. Acá se encontraba el joven Rafael Hernández de 21 años de edad, estudiante de ingeniería de La Universidad de los Andes (ULA).
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Según los testigos del hecho “hombres desconocidos” se acercaron a la protesta y dispararon siendo alcanzado Rafael Hernández quien fue trasladado al Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), ya sin signos vitales.
Hace casi un año Rufo Chacón, joven que perdió la vista por la represión de la policía del Táchira mientras protestaba por gas doméstico fue noticia en todos los medios, así como más recientemente ha acontecido con Charlis Antonio Núñez Palma en Upata quien fue asesinado en medio de protestas por comida por la policía. A estos últimos hechos abiertamente ligados a cuerpos de seguridad el estado, hoy se suma Rafael Hernández, quien todavía no se ha podido corroborar el autor de su asesinato.
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La realidad miserable que se vive en medio de la crisis venezolana de la cual tanto el Gobierno como los empresarios son responsables, les arrebatan la vida a miles de jóvenes venezolanos, ya sea lanzándolos a la delincuencia por falta de oportunidades, obligándolos a migrar o a sobrexplotarse en el país, o como en este caso siendo asesinados por salir a protestar por cuestiones tan elementales como los servicios básicos que el Estado debería garantizar.
¡Basta de represión a la juventud! ¡Exijamos juicio y castigo a los responsables!
