Conversamos con Nicole Becker (19) de Jóvenes por el Clima, Magalí Rabassa (18) de Fridays for Future y Verónica Jacquet (22) de Rebelión contra la Extinción, quienes nos cuentan cómo vivieron el año de las huelgas climáticas, cómo despertaron a la militancia y qué nos depara el movimiento para este 2020.
Martes 10 de marzo de 2020 20:00
El año 2019 marcó un punto de inflexión en la lucha contra la crisis del clima. Miles de científicos en el mundo declararon a nuestro planeta en emergencia climática, una situación crítica de peligro evidente para la vida en él, mientras que millones de jóvenes se movilizaron para denunciar a las grandes corporaciones y exigirles a los gobiernos medidas urgentes y radicales para evitar la catástrofe ecológica que se avecina.
La aparición de un nuevo fenómeno juvenil a nivel internacional no excluyó a la Argentina, quien también dio lugar a las cuatro huelgas mundiales por el clima (las “climate strikes”), mientras que nuevos movimientos como Fridays for Future (Viernes por el Futuro) o Extinction Rebellion (Rebelión contra la Extinción), arribaron al país junto a expresiones nativas, tales como Jóvenes por el Clima.
Desde La Izquierda Diario decidimos sentarnos a conversar con tres miembros de este nuevo movimiento: Nicole Becker (19 años) de Jóvenes por el Clima, Magalí Rabassa (18 años) de Fridays for Future y Verónica Jacquet (22 años) de Rebelión contra la Extinción, quienes nos cuentan cómo vivieron el año de las huelgas climáticas, cómo despertaron a la militancia y qué nos depara el movimiento para este 2020.
A nivel general, da la impresión de que el movimiento juvenil climático que surge en 2019 es un movimiento de presión, en el sentido que se denuncia un hecho y se exige a los gobiernos que tomen medidas. Y que esto se combina con distintas sensibilidades, una que es la de la batalla cultural, en el sentido de cuestionar los hábitos y la conducta, otra sensibilidad que es más “antipolítica”, de escepticismo de los partidos y gobiernos, y una tercera sensibilidad más ligada al cabildeo, es decir, de visitar los despachos de los diputados para exigir que se apruebe tal ley. ¿Es así?
Verónica (XR): Desde Rebelión contra la Extinción creemos que si bien la lucha es cultural ya no tenemos tiempo para que eso se dé. Es tan poco el tiempo que nos dio la ciencia, como el IPCC que dice que tenemos solo 10 años para evitar el punto de no retorno (de la crisis climatica), que ya no nos queda otra alternativa que el cambio sea sistémico, y sistémico sobrepasa a todos los partidos políticos, es hasta global. Los hábitos y acciones sustentables individuales quedan muy chicas en el tan corto plazo que tenemos. Por eso, si bien exigimos el reconocimiento de la emergencia climática y ecológica, no somos muy partidarios de las leyes porque ya de por sí las leyes no nos defienden. Tenemos el artículo 41 de la Constitución argentina sobre el derecho a un ambiente sano y enumera básicamente todo lo que se está violando.
Nicole (JOCA): El año pasado impactaron mucho los movimientos juveniles que surgieron. No es casualidad que surjamos todos más o menos al mismo tiempo, tiene que ver con esto de resignificar un poco esto de lo “apolítico”. “Apolítico” es un término que está mal usado. “Política” no es un partido político, es querer transformar la realidad. Para mí, aunque digan que son “apolíticos”, están haciendo política, y eso está buenísimo, no hay que tenerle miedo a la palabra política. Creo que empezamos a romper con esa lógica de que lo ambiental recae en las acciones individuales, que termina siendo hasta favorable para el propio Estado que dice “vos tenés que reciclar”, pero no todos tienen la capacidad de reciclar ni la posibilidad de ser veganos, ni hay tiempo para hacerlo. Si bien es fundamental replantearnos nuestras formas de consumo y producción, creo que lo que impactó tanto el año pasado fue empezar a tener este discurso de que no se trata de solo acciones individuales, el ecologismo no es solo reciclar ni adjudicarle la responsabilidad a la ciudadanía, sino también a quienes tienen la mayor toma de decisiones y el mayor liderazgo. En ese sentido creo que de todos los movimientos ambientales ninguno te va a decir que es apolítico, en general. Cambiaron mucho su discurso, porque entendieron que esa no era la forma de impactar más, sino que eso se hace con la movilización, que es un hecho político en sí, o con la incidencia política. Creo que ese discurso cambió mucho.
¿Entonces ustedes creen que en Argentina el movimiento cambió mucho con respecto a comienzos del año pasado?
Magalí (FFF): Sí. Aparte, hoy tiene mucha más visibilidad siendo que antes ni se tocaba. Y hoy se plantean cosas que de a poco se van viendo. Si bien también es un cambio cultural también tiene que ser un cambio sistémico. No porque comience a ser una cosa deja de ser la otra.
Un triunfo del movimiento juvenil climático fue la aprobación de la ley de cambio climático en diciembre, que fue incluida en un paquete de leyes…
Nicole (JOCA): Esa fue una estrategia. No es que estábamos de brazos cruzados esperando a que la ley se votara. Hasta último momento temíamos que no pasara. Yo llamaba a todos los bloques para que se votara. En un momento ya me cortaban. Creo que lo importante de la aprobación de la ley de cambio climático es que el ambientalismo rompió la grieta un poco, que logramos que el PRO, el Frente de Todos y la izquierda aprobaran la ley, aunque no tuviesen acuerdo con algunas cosas. Eso fue porque fuimos despacho por despacho a decir “mirá, tengo 18 años, me importa esta ley y quiero que hagas algo contra la crisis climática porque sos quien nos representa”, etc. Un lobby “emocional”, le digo yo. Y se aprobó por eso.
¿Y las movilizaciones?
Nicole (JOCA): Sin las movilizaciones no sale. Estamos de acuerdo en que lo más importante son las movilizaciones. La incidencia política complementa las movilizaciones, pero si la gente no sale a la calle no lográs lo otro.
En la semana de acción climática de septiembre se movilizaron más de siete millones de personas en el mundo, en Chile llegaron a ser cien mil, pero acá en Argentina fueron unos 15.000 más o menos. Como que costó mucho más. ¿Hubo factores que jugaron en contra como el año de campaña electoral, en donde todos descansan en que las elecciones resuelven los problemas? ¿O está muy atrasado el debate en Argentina?
Nicole (JOCA): Yo creo que lo que más pasa es que la agenda que lleva a un grupo a las movilizaciones, por ejemplo, los estudiantes con sus centros, todavía no es que van… O sea, si hay una marcha feminista se lo replantean y dicen “bueno, vamos”, y van un montón. En cambio, en estas todavía se estaba gestando la discusión, entonces CTEP por ejemplo no llevaba a todos sus trabajadores, y nosotros recién ahora estamos involucrados con CTEP, y a partir de ahí, bueno, ellos también van a ir a las movilizaciones. Creo que lo faltó fueron alianzas a nivel de organizaciones que no sean ambientales.
Como es un movimiento juvenil en donde los secundarios son los más protagonistas, incluso la propia Greta es secundaria, ¿faltó algo con respecto a los centros de estudiantes? ¿Hubo voluntad? ¿Se vio tarde?
Nicole (JOCA): Para el 15 de marzo estábamos locos, éramos dos gatos locos. No estaba instalado el tema. Creo que este año va a cambiar eso. El año pasado como que aún era una lucha “elitista”, y nuestro objetivo era romper un poco con eso y empezar a hacer un ecologismo más popular, para llegar a todos esos sectores y así involucrar a los centros de estudiantes.
Verónica (XR): Yo creo que toda alianza es bienvenida, y desde la juventud se tiene que apoyar un montón. Es una cuestión de educación y conocimiento, como que todavía pasa con las que estamos involucradas tuvimos un historial de curiosidad por lo que estaba pasando. No es que un día te despertás, prendés la tele y te encontrás con que estamos en emergencia climática y ecológica. Hay un interés interno y un esfuerzo previo a lo que es manifestarse que uno tiene que investigar y entender por qué uno se está manifestando. No es tan directo. No estamos sufriendo la emergencia climática y ecológica como alguien en un pueblo originario. No es como luchar por un salario que te está afectando tan directamente. Creo que pasa por ahí. No está todavía el discurso frente a nuestros ojos tan directamente como para decir “bueno, esto hay que apoyarlo, hay que ir”. Es lamentable, pero creo que es una cuestión de tiempo.
Nicole (JOCA): Creo que también si peleás por una ley de educación ambiental los centros de estudiantes van a ir a bancar eso porque es una reivindicación que los toca directamente. Creo que tiene que ver con eso también.
Uno de los señalamientos más importantes de los especialistas sobre crisis ambientales es que los desastres ecológicos son irreversibles y solo son evidentes cuando ya es demasiado tarde. Eso como que le da cierto dramatismo a todo el proceso previo por tratar de instalar el tema a nivel social…
Verónica (XR): Creo que eso es inevitable. Pesa mucho ahí la palabra “conciencia”. Ser conscientes de que “ahora no, pero en un tiempito sí”. Y ahora es el momento de actuar. ¿Por qué tenemos que esperar a que hallan inundaciones en Buenos Aires y tengamos que migrar y ahí recién decir “uh, cómo pasó esto”? Las respuestas las tenemos ahora, y todo por la producción y el consumo. Hay como un desinterés, y hay que salir de la zona de confort, de esa comodidad de que está todo bien, lo único que tengo que hacer es ir a trabajar y seguir con mi vida.
Desde la campaña electoral del año pasado que el actual presidente Alberto Fernández le asignó a Vaca Muerta un rol estratégico en su proyecto de gobierno. ¿Cómo ven eso en el escenario 2020?
Nicole (JOCA): El sector energético es uno de los más contaminantes. Claramente va a ser una de nuestras banderas, aunque muy de largo plazo porque hay mucha batalla cultural por delante. Si hablás mal de Vaca Muerta te pueden acusar de no pensar en los trabajadores o la economía del país. Hay también mucho tecnicismo. Hay que estudiar mucho, porque si vas en contra de los intereses de las petroleras (¡y hay que hacerlo!), tenés que estar muy seguro de lo que decís. Es muy complejo de entender.
Verónica (XR): Nosotros tuvimos hace poco un taller sobre Vaca Muerta. Nos regalaron el libro Soberanía energética del OPSur. Desmiente muchas cosas sobre el proyecto Vaca Muerta. Está lleno de contradicciones. Requiere de mucha inversión y no está habiendo inversión ni para construir el tren que una el puerto con Neuquén. YPF está poniendo todo. Es decir, la plata la van a sacar de nuestros impuestos. ¿Realmente nos beneficia económicamente Vaca Muerta?
Y cuando les contraponen artificialmente crisis climática con derecho al trabajo, ¿ustedes piensan en alguna política, un gesto o una alianza con esos sectores del movimiento obrero a los cuales las corporaciones les imponen sus puntos de vista?
Nicole (JOCA): Hay un término nuevo: transición justa. Ninguna de nosotras quiere que mañana se termine Vaca Muerta para que la gente se quede sin trabajo. Justamente una transición energética debe contemplar nuevos tipos de trabajos, de mejor calidad. Es falso que los defensores ambientales no pensamos en eso y es algo característicos de los nuevos movimientos que surgieron el año pasado.
Verónica (XR): Una de las demandas de Extinction Rebellion es abrir la democracia para que los gobiernos generen una participación ciudadana para lograr una transición ecológica justa. Abrir la democracia para que las personas decidan sobre sus propias tierras, que las voces que se escuchen sean las de aquellos que viven en esas zonas y no las de alguien que está sentado en un sillón del Congreso nacional, que no vive en esas tierras.
Nosotros tuvimos una acción en Panamerican Energy a propósito de Vaca Muerta. Reivindicamos lo de Mendoza y estamos con la Marcha Plurinacional por el Agua, ya que es contra el fracking y la extracción no convencional. Hay una alianza de la que participamos que tiene la consigna “gane quien gane”, en donde tenemos la mirada de que no importa quién esté en el Gobierno, apoyar Vaca Muerta es apoyar el exterminio de la humanidad. Hay que exponer lo que es Vaca Muerta en realidad y desmentir este proyecto exponiendo los estudios que indican que no hay tanta inversión ni generación de empleo como se creía. Bajarlo a tierra y preguntarnos ¿realmente nos va a beneficiar tanto en el ámbito ambiental como económico? Ni siquiera nos preguntan si queremos subsidiar Vaca Muerta.
Fridays for Future resolvió su apoyo a los trabajadores del Subte por el conflicto del asbesto
Magalí (FFF): “Sí. Queremos centrarnos en lo que está pasando con el Subte de la Ciudad y el problema de la contaminación con asbesto. Queremos lanzar esa campaña lo antes posible. Ya tuvimos una reunión con los delegados para que nos informen mejor sobre la situación, para ver cómo podíamos encarar, qué podíamos hacer nosotros y qué podían hacer ellos”.
“Lo que pasa en el Subte es que tiene flotas con asbesto, un material cancerígeno que está prohibido desde el 2003, pero las flotas son de las décadas de los 80 y 90, y no se renovaron cuando salió la ley. Si bien el asbesto también se utiliza para la construcción, en el Subte hay ventilación y el asbesto flota y queda atrapado en el cemento”.
“Estamos pensando en lanzar una campaña expositiva, quizás con saltada de molinetes, stickers o algo más artístico, con discursos, o remeras que digan “No es corona-virus es asbesto”. Ya nos comentaron que hay compañeros con cáncer, uno ya fue operado y otros están haciéndose los exámenes. Lo que piden es un recambio de vagones y una desasbestización de los túneles y talleres. Están jugando con las emociones de un montón de personas con familia, es una crisis sanitaria de la Ciudad”.
Según me declaró Flavia Brofoni, mientras fracking y agronegocio no sean ejes del debate político nacional, XR no pensaba pisar un despacho. Pero tanto Jóvenes por el Clima como Fridays for Future (a través de la Alianza por el Clima) se reunieron con el nuevo ministro de Ambiente Juan Cabandié. ¿Qué sacaron de la reunión?
Magalí (FFF): El ministro manifestó voluntad para trabajar humedales y bosques, pero se negó a tratar Vaca Muerta, lo más importante.
Verónica (XR): Todo pasa por la representación de la gente en la calle, a través de la acción directa no violenta y la resistencia a las políticas establecidas hoy en día. Por supuesto, festejamos la sanción de la ley de cambio climático, pero siempre sabiendo que no es la solución. Si bien algunos en el movimiento no tenían acuerdo en festejar la sanción, creemos que es importante que haya resultados de parte de la gente que está tratando de cambiar las cosas. Sin embargo, estamos muy lejos de participar, estamos enfocados en que la solución debe ser estar en la calle, como un movimiento de movimientos. Por eso también adaptamos nuestro nombre internacional por uno más local como Rebelión o Extinción. Sabemos que el 3.5 % estará compuesto por la gente que realmente le interesa esto. No vamos a estar presionando a gente que jamás le interesó esto, aunque por supuesto vamos a exigirle a los gobiernos porque ejercen una responsabilidad que de cierta forma estamos financiando.
¿Qué expectativa tienen en el movimiento para este año? ¿El 3.5 %?
Verónica (XR): Sí, eso sería un millón y medio de movilizados en Argentina. Y si queremos ser más ambiciosos, que eso sea global. Por supuesto hay que ser comprensivo con la realidad de cada país. No es lo mismo hacer una marcha un feriado en Argentina que en Londres, por ejemplo.
Magalí (FFF): Nosotres queremos consolidar más lo que es nuestro movimiento en Argentina, y también en América Latina. Desde el año pasado comenzamos a avanzar en ese sentido con un encuentro latinoamericano de Fridays for Future a finales de agosto y comienzos de septiembre en Chile, en donde participaron miembros de México, Costa Rica, Perú, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Casi todos tenemos las mismas realidades y definimos que como a veces hay discusiones con las fechas de movilización al menos en América Latina nos vamos a movilizar el mismo día.
Las perspectivas de Jóvenes por el Clima para 2020
Nicole (JOCA): “A nivel legislativo, a corto plazo, está lo del Acuerdo de Escazú, un acuerdo regional de derechos humanos y ambiente, que la justicia climática también tiene que ver con la falta de transparencia, de democracia, acceso a la información, a la justicia y participación pública. Se firmó en 2018 pero en Argentina aún se tiene que ratificar. Lo estamos trabajando varias organizaciones, y yo, a nivel institucional, voy a ser representante de América Latina y el Caribe, lo que nos daría más fuerza para actuar en Argentina”.
“Por otra parte, el 22-24 de abril está la celebración del Día de la Tierra. Aún no está bien definido, pero estamos con mucha fuerza a nivel internacional”.
Las perspectivas de Rebelión contra la Extinción para 2020
Verónica (XR): “Nosotros estamos impulsando talleres específicos sobre cada tema, para que los militantes estén permanentemente informados. Ya habremos hecho unos 15 talleres. Los hemos hecho con investigadores del Conicet, del Observatorio Petrolero Sur, Aves Argentinas y Vida Silvestre. Ahora vamos a tener un taller más político sobre la relación entre feminismo y crisis climática”.
“En 2020 queremos lograr una mayor movilización de gente, tanto en la Marcha Plurinacional por el Agua como en el Día de la Tierra, y luego en noviembre, cuando lancemos una nueva Rebelión internacional. Nuestra expectativa es lograr el 3.5 % de participación en las movilizaciones”.
Las perspectivas de Fridays for Future para 2020
Magalí (FFF): “Desde Fridays for Future estamos tratando de impulsar lo del acuerdo de Escazú junto a Jóvenes por el Clima, Fundación Ambiente y Recursos Naturales y la Alianza por el Clima, y por otro lado también lo estamos trabajando con intelectuales como Maristella Svampa, Enrique Viale e Inti Bonomo, y ver desde ahí asambleas con otras organizaciones para impulsar el acuerdo y que el espacio con los intelectuales tenga más poder. Participamos de la Alianza por el Clima, que tiene varios proyectos y una nueva estructura, además de la campaña Gane quien gane. También estamos planeando un campamento nacional de Fridays for Future Argentina. Teníamos una fecha estimativa para abril, pero la pospusimos por el tema del corona-virus, porque como nos está apoyando Greenpeace en lo del campamento iban a venir expositores de Europa y Estados Unidos, y por el momento no pueden viajar. Y con el fin de afianzar una alianza con los centros de estudiantes vamos a hacer charlas en los colegios junto a XR. Ya dimos charlas en el Esnaola, en el Siglo XXI y la UNTREF. A mí me tocó dar una charla en un evento scout de zona norte”.