Con más de 160 participantes, el campamento de verano de Klasse Gegen Klasse, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario, demostró que es posible construir una alternativa revolucionaria al crecimiento de la derecha y a la división de la izquierda.
Jueves 7 de septiembre de 2023 10:26
Las y los asistentes al campamento de verano de Klasse Gegen Klasse (Clase contra Clase) en la ciudad de Ratisbona.
El fin de semana pasado, la Organización Revolucionaria Internacionalista (Revolutionäre Internationalistische Organisation - RIO) de Alemania, organización hermana del PTS de Argentina, parte de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional e impulsora del periódico Clase contra Clase (Klasse Gegen Klasse - KGK) realizó su campamento de verano en la ciudad de Ratisbona, al sur del país.
La convocatoria giró en torno a la idea de que "La construcción de una fuerza revolucionaria en Alemania es posible”, y el hecho de que más de 160 trabajadores y jóvenes participaran del evento, confirmó esa afirmación. La cantidad de asistentes al campamento creció en un 50 % en comparación con el año pasado y fue uno de los más grandes de la izquierda alemana, mayor incluso que el campamento de la organización juvenil de Die Linke (La Izquierda), Linksjugend que tuvo unos 100 participantes.
En particular, el campamento de verano de la KGK mostró que hay una creciente generación de jóvenes y trabajadores que se interesan por las ideas del marxismo revolucionario frente a la debacle de partido reformista Die Linke, y en busca de respuestas sobre la guerra en Ucrania, la crisis climática y el ascenso de la derecha.
En un escenario en que la extrema derecha de AfD (Alternativa para Alemania) sigue batiendo récords en las encuestas y el viceprimer ministro de Baviera -aliado del gobierno nacional- Hubert Aiwanger, es acusado de haber difundido un panfleto antisemita en los años 80, el Gobierno nacional (conducido por el canciller Olaf Scholz del Partido Socialdemócrata de Alemania - SPD) es más impopular que nunca.
Pero la formación reformista Die Linke no ofrece ninguna oposición seria, incluso algunos sectores que la componen quieren adaptarse aún más al Gobierno y a la OTAN, o al menos seguir como hasta ahora. Die Linke sufre una crisis interna con alas y escisiones que dan por resultado desde posiciones escépticas, colaboracionistas y hasta de derecha. Un ejemplo de esto es el pesimismo de Mario Candeias, miembro de Die Linke y director de la Fundación Rosa Luxemburg, que quiere poner a la defensiva a toda la izquierda social y profetiza "10 años a la defensiva para la izquierda alemana". Mientras que Sahra Wagenknecht, recientemente expulsada de Die Linke, quiere hacer avanzar un proyecto nacionalista con una retórica chovinista y congraciarse así con la AfD. Ante la escisión de la izquierda, urge construir una alternativa revolucionaria.
La cuestión de cómo llegar a ese objetivo fue el tema central de la mesa redonda celebrada el viernes por la tarde, titulada "El ascenso de la AfD y la necesidad de construir un partido revolucionario". Tras una introducción a la situación política actual, Lennart Beeken, militante de RIO y antiguo miembro de la red Marx 21 que trabaja en Die Linke, habló de su ruptura con ese partido, en busca de una alternativa independiente. En particular, se opuso al pesimismo impotente de Candeias y planteó que los crecientes fenómenos de lucha de clases a nivel internacional y en la propia Alemania son el antídoto contra el ascenso de la AfD y para la lucha contra el gobierno socialdemócrata.
En lugar de dar la situación como "cerrada" y perdida, como hace Candeías, Lennart llamó a profundizar las contradicciones económicas y políticas que atraviesa el país, para impulsar la lucha y autoorganización de los trabajadores y de la juventud y pasar a la ofensiva. Las contribuciones de los panelistas Daniel, de la Organización Socialista Revolucionaria (OSR), y Ramazan, de la Acción contra la Injusticia Patronal de Berlín, subrayaron la necesidad de que los socialistas trabajen juntos contra el ascenso de la derecha, pero también para contrarrestar la crisis de Die Linke con una alternativa basada en la lucha de clases.
El panel fue concluido por Tabea de RIO, que también está construyendo el grupo universitario marxista Armas de la Crítica. Tabea volvió sobre la necesidad de luchar contra el ascenso de la derecha y las políticas antisociales y militaristas del gobierno, haciendo un balance de la experiencia internacional del neorreformismo y del populismo de izquierdas, que solo han contribuido al ascenso de la derecha.
Como alternativa, en lugar de apostar por un frente popular de "todos los partidos democráticos", o por una mera "vuelta a lo social" como ejemplifican las corrientes autónomas, Tabea subrayó la posibilidad de construir una alternativa revolucionaria de los trabajadores y de la juventud. Y agregó que solo una fuerza así podrá combatir a las direcciones sindicales tradicionales de la clase trabajadora y de los movimientos sociales con la táctica del frente único y la construcción de fracciones revolucionarias en su seno.
Los discursos coincidieron en que no se puede confiar en los partidos e instituciones reformistas y burguesas si queremos presentar una salida a favor de las grandes mayorías. Al contrario, en estos años que reafirman la época de crisis, guerras y revoluciones (como la llamó Lenin), los reformistas/capitalistas cada vez están menos dispuestos y son menos capaces de resolver las contradicciones económicas y sociales cada vez más agudas. En cambio, se apoyan cada vez más en la violencia estatal para mantener vivo un sistema caduco. Por otro lado, sin embargo, están los crecientes fenómenos de lucha de clases con grandes oleadas de huelgas en Francia, Gran Bretaña y también Alemania.
Lecciones de las luchas a nivel internacional
En consecuencia, los fenómenos internacionales de la lucha de clases ocuparon un lugar destacado en el campamento de verano. Los camaradas invitados de Francia contaron sobre la experiencia de la Red por la Huelga General, que propuso una política alternativa desde abajo contra el papel paralizador y conciliador de la burocracia sindical durante las huelgas contra la reforma de las pensiones. Sobre Chile, discutimos las lecciones que dejó el levantamiento de 2019, que fue posteriormente redirigido hacia las urnas por el populista de centroizquierda Gabriel Boric. Y sobre Italia, la experiencia de los trabajadores del proveedor de automóviles GKN, que ocuparon la fábrica cerca de Florencia, y están haciendo campaña por un cambio en la producción hacia productos respetuosos con el medio ambiente.
El campamento se inauguró con una película sobre Madygraf, la imprenta argentina ocupada y recuperada por sus trabajadores en 2014 y que sigue produciendo: una fábrica bajo control obrero. La película mostraba lo que es posible hacer cuando no se organiza la producción en función de los beneficios capitalistas, sino que son los propios trabajadores quienes discuten y deciden. Crearon la posibilidad de desarrollarse creativamente en lugar de trabajar como esclavos sin sentido bajo la presión y el mando de los jefes. Un lugar de trabajo donde las mujeres y las personas trans pueden trabajar en igualdad de condiciones. Una fábrica que no cause daños medioambientales en lugar de contaminar las aguas como hacían los anteriores propietarios capitalistas.
Ni ellos ni nosotros queremos detenernos en una o varias fábricas ocupadas. Las fuerzas materiales y la experiencia que nuestros camaradas adquirieron en Madygraf deben ser más bien una posición que nos ayude a dar a conocer de nuevo las ideas del marxismo en todo el mundo. En un país como Alemania, cuya tradición revolucionaria fue destruida en gran parte por el fascismo y el estalinismo, es tanto más necesario estudiar las experiencias de la lucha de clases internacional para reconstruir un partido revolucionario. Nuestro objetivo es reconstruir la IV Internacional, fundada en 1938 por León Trotsky y otros revolucionarios, en oposición al estalinismo.
Por eso, en nuestro campamento de verano, en muchos talleres muy concurridos, abordamos las lecciones estratégicas de la larga historia del movimiento obrero: la Revolución rusa y su posterior degeneración por el estalinismo; la posición de los marxistas ante la guerra imperialista; la teoría de la Revolución Permanente; la estrategia socialista y el arte militar.
También debatimos temas de actualidad tan acuciantes como las estrategias del antifascismo, una respuesta al supuesto "feminismo" del gobierno que legitima el militarismo imperialista, o una respuesta marxista a la catástrofe climática, entre muchos otros. En las próximas semanas, pondremos a disposición todos los talleres como podcasts de audio, y subiremos las mesas redondas como vídeos.
El acto de cierre con invitados internacionales culminó con el discurso de Inés Heider, que esbozó qué partido queremos construir y por qué luchamos. Queremos organizarnos independientemente de los partidos reformistas y contra las burocracias de los sindicatos que frenan nuestras luchas. La clase obrera tiene el poder de moldear toda la producción según sus necesidades y las de todo el pueblo, en armonía con la naturaleza. Queremos construir un partido para liberarnos del control que tienen los capitalistas y sus gobiernos sobre nuestras vidas y desarrollarlas plenamente. No nos hacemos ilusiones en un capitalismo "verde", sino que confiamos en una economía socialista planificada para acabar con la explotación de la clase trabajadora y de la naturaleza. Queremos luchar por una sociedad sin racismo, homofobia ni transfobia. Queremos ser "la generación que libere este mundo de las manos de los capitalistas", cerró Inés.
Una construcción acelerada junto a la lucha de clases
En las próximas semanas tendrán lugar importantes luchas: protestas contra las empresas automovilísticas destructoras del medio ambiente en Múnich, huelgas de profesores en Berlín, huelgas a nivel nacional por el convenio colectivo de los Länder y para los trabajadores estudiantes. Al mismo tiempo, seguimos impulsando la campaña contra el despido de Inés y la lucha por mantener la sala de partos del hospital Munich-Neuperlach, incluida la lucha contra el despido de Leonie.
Nuestras intervenciones como Klasse Gegen Klasse en los distintos fenómenos de lucha nos permitieron trabar relación con una nueva generación de trabajadores y jóvenes militantes e invitarles al campamento de verano. Las reuniones de nuestro grupo universitario marxista Waffen der Kritik (Armas de la Crítica) con más de 70 participantes y de nuestro grupo de trabajadores socialistas KGK Workers (Trabajadores KGK) con más de 60 participantes antes de finalizar el campamento de verano son una prueba de ello.
El auge de la lucha de clases, la profundización de las crisis y la división de Die Linke dan hoy a las fuerzas revolucionarias la oportunidad de crecer más rápidamente. Las luchas de clases aún no se han expresado en el surgimiento de un partido revolucionario que desafíe a las caducas burocracias reformistas. Pero las condiciones para ello están madurando. Hay que dar pasos en los próximos meses para ofrecer una alternativa basada en la lucha de la clase obrera con un programa socialista que haga posible sus victorias.
Queremos contribuir a ello con nuestro periódico Klasse Gegen Klasse, pero al mismo tiempo también ofrecer a otras organizaciones de izquierda profundizar la discusión sobre la construcción de una fuerza revolucionaria en Alemania.