Juan Sutil, empresario, dueño de Empresas Sutil, que controla 6 empresas agrícolas cuyas ganancias superan los US$271 millones anuales, se convirtió en el nuevo presidente del gremio patronal Cámara Chilena de la Producción y el Comercio. Sutil es el máximo promotor de la construcción de una "carretera hídrica" que aumentará el saqueo del agua entre el Bio Bio hasta Atacama, y forma parte de la campaña del "rechazo".
Sábado 14 de marzo de 2020
Juan Sutil Servoin se convirtió en el nuevo presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), organismo gremial cupular del gran empresariado chileno. De este modo, el dueño de Empresas Sutil -del rubro industrial agroalimentario- sucederá a Alfonso Swett en el cargo. La firma del nuevo timonel de la CPC tiene más de 45 operaciones en el país y está presente en nueve regiones.
Familia Sutil
El padre de Juan Sutil, del mismo nombre, fue militante del extinto partido derechista Partido Nacional y fue alcalde de la comuna de Zapallar durante casi todos los años ’80. Allí, la familia obtuvo una parcela cuya gran extensión de hectáreas (más de 1000) se dedicaron a la producción ganadera. Sutil hijo comienza de esta manera a ingresar al mundo empresarial cuando se transforma en consejero del directorio de la Sociedad Nacional de Agricultura, grupo protegido por Pinochet por medio de la contrarreforma agraria. Eso explica, por ejemplo, que dentro del directorio de Empresas Sutil haya nombres como César Barros, ex integrante del grupo de ultraderecha Patria y Libertad, reconocido grupo de choque de las clases altas de Santiago contra el movimiento obrero y estudiantil de los años ’70.
Carretera Hídrica y el "Señor del agua"
En Chile, los empresarios privados controlan la totalidad de la tierra y la producción. Durante la Dictadura de Pinochet y los 30 años de gobiernos concertacionistas y de Derecha la vieja clase "terrateniente" o "latifundista" logró recuperar tierras (tras el frustrado proyecto de Reforma Agraria), pero, para iniciar una reconversión de las formas de producción. Por medio de la inversión extranjera, la proletarización de la mano de obra (temporeros en vez de campesinos) y la apertura comercial (bajos aranceles a la importación y exportación) el campo chileno se pobló de empresarios nacionales y extranjeros que vendían los productos estrellas del campo. El agronegocio nació entonces como un sector protegido por la derecha, llegando a ser un pilar importante de la acumulación neoliberal.
Este sector, actualmente, está viviendo las dificultades de la escasez de agua. Producto del cambio climático el nivel de precipitaciones se ha reducido a más de la mitad. Es por esto, que este empresario Juan Sutil creó una fundación denominada "Reguemos Chile" cuya finalidad es persuadir al MOP para construir una "carretera hídrica" que abarque más de 3.900 kilómetros y que alimente el negocio privado de agro alimentos.
Según el anuario de exportaciones en 2018, las exportaciones de productos agropecuarios sumaron US$ 8.674 millones en 2017, representando el 25% de las exportaciones no cobre y posicionándose como el mayor rubro exportador. Productos estrella como el vino, paltas, limones, mandarinas, naranjas, frutillas, aceite de oliva y nueces se van principalmente a América del Norte, Asia y Europa. Tan sólo un 10% se queda en América Latina. Se trataría entonces de una carretera que ayudará solo a los privados y que aumentará el saqueo del agua.
Una derecha populista
Sutil, fiel a sus intereses de clase, busca preservar sus millonarias ganancias y mantener el modelo de acumulación privada en el campo. Para ello se muestra como un empresario dialogante. Ha rechazado las violaciones a derechos humanos durante la Dictadura (a pesar de que su familia se benefició económicamente en esos oscuros años), mantiene lazos de inversión en comunidades mapuche, dijo que los cabildos ciudadanos de Bachelet eran buenas iniciativas y que debe haber una nueva Constitución. Contradictoriamente declaró que votará por el "rechazo".
Los empresarios hacen política y tienen claro que no podrán evitar el triunfo del "apruebo" y que las cartas deberán jugarlas en la convención mixta o constituyente.
Sutil y los empresarios agrícolas han sido beneficiados por estos 30 años de neoliberalismo que ha traído saqueo, precarización laboral y acumulación privada. Comunidades como Petorca sienten la sequía por la presión de los productos de exportación y el uso privado del agua.
Los trabajadores tenemos que luchar por acabar con el actual Código de Aguas y renacionalizar los recursos naturales, incluyendo el agua y que sean administrados por trabajadores de servicios públicos básicos y las comunidades afectadas. Esto sólo podrá ser realidad si desde el campo del "apruebo" se impone una Asamblea Constituyente libre y soberana, pues la convención mixta o constituyente está determinada por los partidos tradicionales de los 30 años y la UDI tendrá como recurso el veto. Esta perspectiva sólo podrá imponerse por medio de una huelga general que derribe a Piñera.
Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia