Detrás del proyecto de modificar las jubilaciones de privilegio, se esconde un peligroso precedente para las mujeres con la suba de la edad jubilatoria. Así lo denunció la diputada porteña Myriam Bregman, quien aseguró que es una iniciativa para mantener la inequidad. Aunque en el dictamen final debieron retroceder en ese punto, el proyecto presentado enciende una la luz de alerta.

Sol Bajar @Sol_Bajar
Miércoles 26 de febrero de 2020 16:26
El proyecto que el gobierno nacional envió al Congreso, con el argumento de modificar las jubilaciones de privilegio, hace mucho ruido, pero tiene pocas nueces: mientras sienta un nefasto precedente para la suba de la edad jubilatoria, golpeando particularmente a las mujeres, mantiene a la casta judicial y a los curas, obispos y otros señores de sotana. Estos últimos cuentan con este y otros privilegios que les garantiza el Estado, gobierno tras gobierno.
Como advierten desde el PTS en el Frente de Izquierda, uno de los aspectos más graves de la propuesta que presentó el gobierno del Frente de Todos es la suba de la edad jubilatoria para las mujeres del régimen de Poder Judicial, de los 60 a los 65 años. No obstante, en el dictamen final aprobado por mayoría, que se tratará en forma express este jueves en el recinto, debieron retroceder y eliminar ese punto.
Frente a las críticas, el titular de la Anses, Alejandro Vanoli, sugirió en la tarde de este miércoles en las Comisiones del Congreso que se retrocedería en la medida. Sin embargo, un rato antes el Secretario de Seguridad Social Luis Bulit Goñi lo había sostenido en su exposición en el plenario de comisiones de Diputados.
Así, si bien esta suba quedó anulada, el proyecto no deja de encender una luz de alerta y muestra cual es el horizonte planteado por el oficialismo. Especialmente porque ello se suma a las recientes declaraciones del ministro de Trabajo y los pedidos del FMI de subir la edad de jubilación.
La casta judicial despierta la más justa bronca. Verlos huir de sus puestos para conservar privilegios, más. Llegan por componendas y se van por los tirantes ante el mínimo cambio. Los diplomáticos, gustosos del anonimato y su costosa vida, cayeron en la volteada y murmuran.
— Myriam Bregman (@myriambregman) February 26, 2020
Orientada a complacer al Fondo Monetario Internacional y a los acreedores privados, esa suba actúa como una verdadera “cortina de humo”, sentando un grave precedente para el conjunto: “el proyecto del Ejecutivo no incluye a jueces de la Corte Suprema, ni al Presidente, ni a la jerarquía católica que la dictadura incorporó. A ellos no los alcanza, no los afecta. Intactos”, denunció Bregman.
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Asimismo, sostuvo que “es falso que subir la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años es para ‘homogeneizar los regímenes especiales con el régimen general’ como dice el proyecto, sino que es un primer paso para subir la edad jubilatoria, como pide el FMI”.
A pocos días de un nuevo 8 de marzo, cuando millones en el mundo vuelvan a las calles para reclamar por los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual, el planteo de la referente de la izquierda abre un nuevo debate. Mientras estos sectores “perciben una alta tasa de sustitución de salarios”, la amplia mayoría de trabajadores “permanece en el sistema general”. “La mayoría de las MUJERES alimentan regímenes como la PUAM”, dijo, y subrayó que de trata de "una discriminación legal" que sostiene la inequidad de la que tanto hablan desde el Poder Ejecutivo.
Su compañero Nicolás Del Caño, quien este miércoles participó del plenario de comisiones dónde se debate el proyecto, recordó además que la decisión del oficialismo está en concordancia con las declaraciones que realizó recientemente el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, quien insistió en el planteo de subir la edad jubilatoria para el conjunto de las y los trabajadores.
“En algún momento, esa discusión vamos a tener que darla”, dijo el funcionario que representa a la cartera laboral. Además, en un claro sinceramiento, afirmó que "estas edades (de las jubilaciones actuales) vienen de hace muchos años atrás y las expectativas de vida van creciendo".
Toda una declaración de intenciones que, además, pone en relieve los objetivos de fondo. Recordemos, por caso, que ya en diciembre de 2017, el Fondo Monetario Internacional “sugirió” modificaciones en el sistema de jubilaciones, como suele hacerlo en números países que, como Argentina, mantienen atada su situación a este organismo que representa los intereses del imperialismo. Indexar los haberes siguiendo los índices de inflación y subir la edad mínima obligatoria para las mujeres, son dos de esas medidas que exige, en muchos países, el FMI.
“Desde el año 2016 con mi compañera Myriam Bregman venimos presentando nuestro proyecto para derogar todos estos privilegios”, dijo Del Caño recientemente.
“Nunca fue tratado siquiera en una Comisión. También insistimos con nuestro proyecto para que diputados y funcionarios ganen como una docente con 20 años de antigüedad: no tuvo mejor suerte. Ni hablar del proyecto que establece un haber mínimo jubilatorio equivalente a la canasta básica de la tercera edad y el 82 % móvil para todas las trabajadoras y todos los trabajadores. Desde nuestras bancas vamos a seguir levantando esa pelea y denunciando que este proyecto es una cortina de humo para intentar ocultar el ajuste a las jubilaciones que se votó en este mismo Congreso, establecer antecedentes para elevar la edad jubilatoria y terminar con los regímenes especiales que han conquistado distintos sectores de trabajadores con luchas históricas”.