Un Juez de la Corte Suprema de Brasil propuso este martes la excarcelación para el expresidente Lula de Silva hasta que se defina si el juicio que lo condenó fue imparcial.
Martes 25 de junio de 2019 17:40
Un juez de la Corte Suprema de Brasil propuso este martes que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sea excarcelado hasta tanto sea definido si el juicio en que fue condenado tuvo la "imparcialidad" que exige el Estado de Derecho.
La decisión es un golpe para la resolución tomada el lunes por una de las salas del Tribunal Superior que dejaba para el mes de agosto el tratamiento del habeas corpus pedido por la defensa de Lula. Este pedía la libertad del expresidente sobre la base del proceso viciado y parcial que lo llevó a la prisión a principios de 2018.
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La propuesta de este martes fue presentada por el magistrado Gilmar Mendes en la Segunda Sala del Supremo, que ha decidido juzgar dos pedidos de "habeas corpus" presentados por la defensa del expresidente.
Las dudas sobre la forma en que se realizó el juicio contra Lula, a cargo del entonces juez y hoy ministro de Justicia, Sergio Moro, aumentaron en las últimas semanas, cuando fueron difundidos mensajes que el exmagistrado intercambió durante el proceso con fiscales de la operación Lava Jato.
Uno de los pedidos de "habeas corpus" en favor de Lula que serán juzgados este mismo martes, fue presentado a fines del año pasado y ya dos de los cinco magistrados de la Segunda Sala del Supremo, Carmen Lucia Antunes y Edson Fachin, se han pronunciado en contra.
Entre quienes aún no habían sentado posición está el juez Mendes, quien en diciembre pasado pidió más tiempo para su análisis y que ahora, al ser retomada la audiencia, propuso que, frente a versiones de prensa que ponen en duda la parcialidad de Moro y los fiscales de la Lava Jato, el expresidente sea objeto de un "habeas corpus".
Además de Mendes, quedan por votar los magistrados Ricardo Lewandowski y Celso de Mello.
Según Mendes, la medida que pudiera excarcelar al exmandatario tendría validez hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre otras acciones intentadas por la defensa de Lula, apoyadas también ahora en las dudas que surgieron de mensajes que Moro intercambió con fiscales y fueron obtenidos por el portal The Incercept.
También existe otro recurso presentado anteriormente por los abogados de Lula, en los que se decía que la "parcialidad" de Moro estaba "demostrada" por el hecho de que este año fue nombrado ministro de Justicia por el hoy presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Los mensajes que agravan la situación fueron intercambiados en la época del juicio a través de la red de mensajería Telegram y pueden sugerir que Moro dirigió de alguna manera las investigaciones de los fiscales del Ministerio Público, lo que está expresamente prohibido por la ley.
Una vez que Mendes concluya su argumentación en la audiencia que se realiza este martes, deberán pronunciarse los magistrados Ricardo Lewandowski y Celso de Melo, quienes completan la Segunda Sala de la Corte Suprema y podrían inclinar la balanza en favor de Lula.
Incluso, por el reglamento de la corte, Fachin y Antunes, que ya se habían declarado contrarios a liberar al expresidente, pudieran cambiar de posición antes de que sea proclamado el resultado.
Lula y el Lava Jato
La nulidad del proceso, por los vicios del mismo y la parcialidad del juez Sergio Moro, había sido pedida por la defensa de Lula mucho tiempo antes de que se desatara el actual escándalo conocido como "MoroGate" o "VazaJato", por las filtraciones que publicó el sitio The Intercept.
Estas filtraciones muestran la total y absoluta connivencia entre el entonces juez Moro y los fiscales del Lava Jato para llevar adelante las operaciones de forma completamente ilegal y con fines políticos. La publicación de las conversaciones por el chat de Telegram de el exjuez y los fiscales van más allá de los vicios que tuvo el proceso por el que se encarceló al expresidente Lula y muestran que toda la operación Lava Jato había sido manipulada con fines políticos y económicos. Más aún teniendo en cuenta la relación directa del exjuez Moro con el departamento de Justicia de los Estados Unidos y los intereses de las multinacionales imperialistas sobre los activos brasileños.
A pesar de estas evidencias irrefutables, el propio Lula publicó una carta este lunes en la que afirmó que una posible anulación de la sentencia en su contra no invalida el resto de la operación Lava Jato. Se trata de una afirmación que muestra la confianza que el expresidente deposita en las instituciones del régimen brasileño. Esto incluye al parlamento absolutamente corrompido y a un poder judicial totalmente viciado. Así como Lula llamó a confiar en la negociación parlamentaria en el momento en que le estaban dando un golpe a Dilma Rousseff, y luego en la justicia cuando lo estaban por encarcelar, hoy sigue defendiendo a la operación Lava Jato a pesar de las muestras contundentes de ilegalidad y parcialidad. Esto no quiere decir que no haya existido corrupción entre el Gobierno y los empresarios, sino que la justicia viene utilizando el caso para sus propios fines políticos y económicos.
El pedido de libertad para el expresidente Lula, sin que eso implique un apoyo a la política del PT, no solo es urgente sino que no se puede separar de del carácter que tuvo toda la operación Lava Jato. Una operación que fue central para el golpe institucional en Brasil, así como todas las acciones del autoritarismo judicial, con la detención arbitraria de Lula en 2018 y su proscripción de la elección del año pasado, lo que fue una clara manipulación del proceso electoral en nombre del proyecto golpista.