Frente a la pandemia y las medidas adoptadas por el gobierno nacional y provincial, la situación sanitaria en que los trabajadores de recolección de residuos de Palpalá realizan sus tareas desde hace años evidencia no sólo la desidia del Intendente Rubén Rivarola por la salud y vida de los trabajadores sino un riesgo concreto para toda la ciudad. El concejal del PTS-FIT pedirá una sesión especial para que se cumplan con las medidas de salubridad necesarias.
Sábado 21 de marzo de 2020 13:27
Desde hace años los trabajadores de la recolección de residuos de la municipalidad de Palpalá vienen reclamando por derechos fundamentales ligados a las tareas que desarrollan y las condiciones en las que lo hacen.
En junio de 2018, cuando el Intendente de la ciudad siderúrgica era el radical Pablo Palomares, los trabajadores estuvieron dos semanas de paro exigiendo la entrega de ropa de abrigo, botines y guantes: elementos básicos para resguardar su salud. En aquel momento el Ministerio de Trabajo dispuso la conciliación obligatoria y nada cambió para uno de los sectores más vulnerables dentro de los trabajadores municipales.
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A comienzos de esta semana el Concejo Deliberante de Palpalá a través de la Resolución N° 005/20 adhirió a la “Emergencia Sanitaria y Epistemológica por el COVID-19 (Coronavirus)” establecida por el actual Intendente Rubén Rivarola, quien a su vez dispuso el receso administrativo y de servicios del 18 al 20 de marzo de 2020. Medida que luego fue extendida los restantes días del mes.
Uno de los pocos sectores municipales que fue excluido de dicha medida fue el de recolección de residuos por ser considerado “servicio esencial”.
Pero al parecer el desprecio por la salud de los trabajadores municipales resulta compartido por el intendente peronista que en medio de la crisis sanitaria que se vive no proveyó hasta el momento de los elementos de seguridad e higiene establecidos en los decretos nacionales y provinciales, a sabiendas incluso de ellos se encargan de la recolección de los desechos en el Hospital Wenceslao Gallardo, residuos patógenos altamente peligrosos para la salud de cualquier persona.
Postales de la desidia en medio del coronavirus
Desde el ejecutivo local afirman haber tomado medidas frente a la crisis sanitaria señalando que el sector está trabajando lunes, miércoles y viernes, día por medio, para reducir su exposición. Una hipocresía que contrasta con las imágenes del Corralón donde los trabajadores marcan su ingreso/egreso y deben “higienizarse”: baños completamente inundados y sin luz, duchas sin griferías que impiden su uso e inodoros sin sus respectivas mochilas o con funcionamiento defectuoso que obliga a la utilización de baldes.
Desde ya que elementos esenciales como jabón, barbijos o alcohol en gel brillan por su ausencia.
Contrasta la rígida actitud adoptada por el gobierno en los operativos policiales ante la presencia de pequeños grupos de personas con la ausencia de control alguno sobre los empresarios –o incluso intendentes como Rivarola- que violan las disposiciones de sanidad y que no solo exponen al contagio a los trabajadores sino que, por esa vía, al conjunto de la comunidad. Siendo este un límite concreto a la cuarentena obligada de miles cuando no forma parte de un plan integral a la altura de enfrentar la pandemia, inclusive cuando al día de hoy no se cuentan con test suficientes para conocer el real número de afectados.
Antes era Palomares hoy es Rivarola, la salud de los trabajadores de recolección continúa siendo postergada.
En este contexto el obrero de Zapla y concejal del PTS-FIT Julio Mamani, sostuvo que presentará un pedido de sesión especial al Concejo Deliberante junto a un proyecto para el ejecutivo local adopte las medidas necesarias para cumplir con las condiciones de salubridad que necesitan los municipales de recolección.
Es fundamental la conformación de comisiones de seguridad e higiene con control de los trabajadores dentro de cada lugar de trabajo, la única forma de enfrentar seriamente la pandemia, anteponiendo la salud y la vida de los trabajadores.